Por: Mgs. José Antonio Pulido Zambrano
Individuo de Número de la Academia de la Historia del Táchira
I
INTRODUCCIÓN
Se me podría preguntar con sobrada razón por qué escribir un ensayo histórico sobre esta remota aldea. La respuesta es sencilla, viví mi infancia escuchando sobre esa tierra donde nació mi padre Don Pedro Pulido Parra y fue el lugar de asentamiento del bisabuelo José Domingo Pulido Zambrano. Además, existe una segunda razón - acabo de leer un trabajo reciente sobre la misma y ubica los orígenes de esta aldea a mediados de los años cuarenta, cosa que es falso y trataremos de demostrar con documentos en mano -, la desmemoria tiende a destruir la historia.
En los últimos tiempos se ha volcado al estudio de la Historia Local de las comunidades en Venezuela, practica ya puesta en marcha en el siglo XX por México, Italia y Francia. Estos países expusieron sus distintas perspectivas y que citaremos en su momento.
La aldea Los Paujiles, perteneciente al hoy municipio Francisco de Miranda - Estado Táchira - Venezuela, como toda comunidad rupestre tiene su historia, iniciándose la misma con las ideas comunes de territorios ubicados a etnias aborígenes en el contexto de lo que la historiografía ha denominado Pre-América.
II
LA TIERRA DE LOS SUNESICAS
Un hecho que evidencia la presencia de esta comunidad es la permanencia del nombre Simusica o "Sumusica" en las partes altas del páramo que es donde finaliza la linea territorial de esta aldea. Tanto así que el documento más antiguo hallado por este servidor en los Archivos de Indias en Bogotá y donde aparece el nombre "Simusica" es un documento del juez Pedro de Sandes de fecha 31 de julio de 1601, allí en el folio 14 se lee: "...en el Valle del Espíritu Santo tiene por encomyenda Francisco Cabrera de Sosa en el pueblo de Sunesica ocho o nueve yndios y en el mysmo valle y pueblo tiene Juan Davyla Fonseca por encomyenda otros ochos yndios". Esto deja como evidencia que lo que hoy es la aldea Los Paujiles poblada por nativos aborigenes de nombre "Sunesica" luego tuvo como primer arrendatario a los españoles Francisco Cabrera y Juan Dávila. La ortografía original se ha respetado al trascribirse del documento antiguo.
En 1622, la encomienda de los aborígenes Sunesicas estarán a cargo del capitán Benito Ruiz de Migolla con dos indios y Cristòbal Gutierrez con cuatro indios. En 21 años la población nativa casi ha desaparecido de la zona. Muchos de estos nativos eran llevados de igual manera a La Grita y Bailadores, puede ser esta una de las razones de su dispersión.
Esta zona distante y despoblada se torna hostil al quedar abandonada, tanto así que su páramo del Valle del Espíritu Santo pasa a denominarse "Páramo de la Cimarronera", y es sabido que el nombre cimarrón se refiere a los lugares distantes a donde se dirigen y esconden los esclavos que huyen de las haciendas de los Amos del Valle. Luego veremos como dueños de estas tierras a Marcos Pérez, Francisco de Sosa, Esteban Zambrano, Antonio Méndez, y es hasta 1793, que son compradas en su totalidad al Rey de España por el griteño Antonio Bernabé Noguera. Esta compra trajo muchas disputas entre los aldeanos pues algunos tenían tierras y ganado en aquella zona, tanto así que en la época de los comuneros estos terrenos sufrieron ataques (Para más información sobre este tema revisar en este mismo blog: http://riobobenseelcarpinterodelamontanaazul.blogspot.com/2015/04/expediente-que-contiene-las.html).
En 1622, la encomienda de los aborígenes Sunesicas estarán a cargo del capitán Benito Ruiz de Migolla con dos indios y Cristòbal Gutierrez con cuatro indios. En 21 años la población nativa casi ha desaparecido de la zona. Muchos de estos nativos eran llevados de igual manera a La Grita y Bailadores, puede ser esta una de las razones de su dispersión.
Esta zona distante y despoblada se torna hostil al quedar abandonada, tanto así que su páramo del Valle del Espíritu Santo pasa a denominarse "Páramo de la Cimarronera", y es sabido que el nombre cimarrón se refiere a los lugares distantes a donde se dirigen y esconden los esclavos que huyen de las haciendas de los Amos del Valle. Luego veremos como dueños de estas tierras a Marcos Pérez, Francisco de Sosa, Esteban Zambrano, Antonio Méndez, y es hasta 1793, que son compradas en su totalidad al Rey de España por el griteño Antonio Bernabé Noguera. Esta compra trajo muchas disputas entre los aldeanos pues algunos tenían tierras y ganado en aquella zona, tanto así que en la época de los comuneros estos terrenos sufrieron ataques (Para más información sobre este tema revisar en este mismo blog: http://riobobenseelcarpinterodelamontanaazul.blogspot.com/2015/04/expediente-que-contiene-las.html).
Babu (Imagen tomada de Boris Vallejo).
III
LA ERA DE LAS LEYENDAS
Toda historia grande esta mezclada de leyendas y fantasías. ¿Acaso no corre la leyenda que por los ríos y cañadas de la aldea Los Paujiles han visto a la princesa Babu? Lo cierto que hoy de esa aldea nace el agua que surte al Acueducto Regional del Táchira, y Babu significa eso; Agua. Si Babu es agua, la tierra tendrá dueño en el papel en la persona del Dr. Antonio Bernabé Noguera.
Rubrica de Antonio Bernabé Noguera en su Testamento
(Copia fotostática en Archivo Fundación Pulido).-
A la par se ha sembrado la leyenda de lo maligno de Antonio Bernabé Noguera - unos le llaman Don, otros Doctor -. Lo cierto es que este blanco americano necesitaba limpiar su sangre, para ello estudio en Mérida y luego incursionó en el mundo de la política y logró comprar su blasón - esta hipótesis es de Lucas Castillo Lara-, aunque se pone en duda cuando se estudia la genealogía del personaje, pues su bisabuelo, el español nacido en Sevilla Andalucía fue Sargento Mayor, nos referimos a Francisco Antonio de Noguera y Neira quién muere en La Grita el 29 de mayo de 1684.
Lo cierto es que Antonio Bernabé Noguera empezó a hacer capital y se convierte en el gran terrateniente de La Grita y en el momento menos esperado se hizo de las Tierras de Río Bobo. En su testamento que reposa en el Archivo Histórico de La Grita (Tomo XXXVIII, Legajo 8, Año 1818) expresa que posee una finca en estas tierras del sitio conocido como Río Bobo, que iba desde la quebrada Los Paujiles a los Ranchos, por el filo de la mano izquierda hasta el cimiento que linda con el páramo de Pernía, con sus caídas para Pregonero. Es el documento más antiguo encontrado donde menciona este nombre para una quebrada.
Fragmento del folio del testamento de Antonio Bernabé Noguera donde aparece el nombre "Quebrada Los Paujiles" (Copia fotostática en Archivo Fundación Pulido).-
Para 1883 compraron estas tierras a los herederos del Doctor Antonio Bernabe Noguera los vecinos: Rafael Chaparro, Francisco Guerrero, José Domingo Pulido Zambrano, Dolores Parra, Ramón Méndez, Juan de la Cruz Contreras, entre otros. Para este año se lee en un documento en el Archivo de La Grita: "Finca Los Paujiles de José Domingo Pulido, colindante con tierras de Rafael Chaparro y Juan Contreras e hijos. Posee un trapiche en la hoyada cerca del río Bobo..." Don José Domingo Pulido Zambrano traerá en 1901 de La Grita el primer santo de la aldea; San Isidro Labrador (Imagen que hoy reposa en el templo parroquial de San José de Bolívar).
Don Pedro Pulido Parra, junto a la imagen de San Isidro Labrador traída como santo patrono a la aldea Los Paujiles en 1901.
IV
NACE LA ALDEA LOS PAUJILES
A principios del siglo XX, con Cipriano Castro en el poder se comienza a llamar a este sitio Los Paujiles, uno quizá por la toponimia de una quebrada que llevaba dicho nombre y el otro por el nombre dado a la finca del primer alguacil de la aldea, José Domingo Pulido quién contraería nupcias con una hija de su vecino Rafael Chaparro, la bella Eufemia.
A principio del siglo XX empiezan a sonar otros nombres que se van agregando a la aldea al comprar otras tierras a la familia Noguera, entre ellos: Emiliano Contreras, casado con María Francisconi, hija de un italiano de nombre Miguel Amilcar Francisconi que había llegado a estas tierras en 1870 y junto a Rafael Chaparro y Ramón de Jesús Pulido, padre de José Domingo, aparecían como los pioneros de fundación de la comunidad llamada San José de Bolívar.
Don Emiliano Contreras fue prefecto del pueblo de San José de Bolívar y de la unión con María Francisconi Noguera fueron hijos: Salvano, Adelmo, Samuel, Ramón Elvidio, Alisterna, Clemencia, Carmen y Elva.
Otro nombre que empieza a sonar en la aldea en 1914 es el de Eutiquio Pérez, proveniente de El Cobre, quién trae a la aldea la idea un acueducto a través de tuberías hechas con barro cocido. Estaba casado con Edelmira Mora y de esa unión vienen: Rufino Abigaíl, Tobías de Jesús, Pedro María, Rafael Ángel, Salomón, Miguel Arcángel, Salomón de Jesús, Juan Vicente, José Abraham y María Bethzabeth.
Así mismo llegaron a la aldea Tiburcio Zambrano y Liboria Gómez; Froilán Zambrano y María de la Paz Zambrano provenientes de la aldea Los Osos.
Abraham Parra Belandria y Leonor Zambrano se instalaron al pasar la quebrada Los Paujiles, antes de la quebrada vivían Don Emiliano Contreras y María Francisconi.
Otro vecino fue don José Antonio Pulido Chaparro, casada con Flor Parra Belandria de cuya unión nacerían: Eufemia del Socorro (Ramona), Antonia, Rosa, Socorro, Marco Tulio de Jesús y Pedro de los Dolores.
Otros vecinos de esta época son: Narcizo Zambrano y Petra de Zambrano; Bartolo García y Victoria Carrero; José Mora y Eustaquia de Mora; Evangelista Romero y Josefa Zambrano.
Bartolo García era apodado el "Cerote" y de la unión con Victoria Carrero serán hijos: Pilar, Andrea, Eradia, Eliodigna y Ramón, este último dicen que murió del "mal de la Lepra".
A mediados de los cincuenta llegan a Los Paujiles: Silverio y Macario Gómez con sus familias provenientes de La Grita, así como Luis Belandria y su esposa Hermelinda Orozco, quién trae un nuevo patrono a la aldea; "El santo niño de Atocha".
Son los tiempos de Manuel Contreras, hijo de Juan de la Cruz Contreras y Domitila Contreras, casado con Socorro La Cruz, de cuya unión serán: Eloy, Andrés, Escolástico, Ana, Sofía, Porfirio, Manuel y Ángela.
En casa de don José Antonio Pulido funcionará la primera Escuela de la aldea y se recuerda con cariño a las primeras maestras: Delfina Ramírez y Hermildes Belandria.
Casa donde funcionó la primera Escuela de la aldea Los Paujiles.
Luego la Escuela funcionaría en casa de Teofilo Silva, este señor era soltero. Esta nueva etapa se cierra con la llegada de Balbino Guerrero y Edilia Gómez, así como Antonio Carrero y Carmela Moreno, provenientes de Pregonero.
Otras familias de mediado de los cincuenta son: Bernabé Méndez y María Belandria que vivieron en el bordo conocido como "La Cuchilla"; Ramón García y Ana Contreras; Nicacio Méndez y Ana Cleta Silva Caceres; Pedro Vivas y Elvia Contreras; Pilar García y Mercedes Pérez; Jesús Chacón y María Gómez; Cesar Gómez e Hilda Roa; Pablo Carrero y Victoria García; Adán Zambrano y Eloisa Belandria; Vicente ZAmbrano y Leticia Carrero; y Felipe Moreno y Mercedes Moreno.
Pedro Pulido Parra, oriundo de Los Paujiles, toda una vida caminando estas tierras
y Libro viviente de la Historia de esta Aldea.