Por: Mgs. José Antonio Pulido Zambrano
Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira
Med. Vet. Pablo José Belandria Soto.
Sus padres iban cada vez que podían a San José de Bolívar, por las fiestas decembrinas o en el mes de marzo. Maximino Belandria tenía una conexión con ese pueblo, pues uno de sus ancestros, había pasado por aquel pueblo cuando era aldea venido de La Grita. Así se esparcieron los Belandria por aquel valle.
De niño, Pablo - el protagonista de esta historia - se preguntaba que había más allá del caserío donde él con sus hermanos departían las diversas actividades del campo. Pablo era un niño soñador, era un utópico. criado en valores cristianos nunca le deseo el mal a nadie.
La aldea de Río Azul - la más idílica como señalan nuestros primeros cronistas -, era la más distante, quizá era más fácil ir a Pregonero, Fundación y La Florida, que ir a San José de Bolívar. Pero como decía el abuelo de Pablo, "Río Bobo era Río Bobo, y lo demás era cuento".
Maximino Belandria había plantado raíces en la aldea de Río Azul, los ojos de una morena clara: Eudina Soto le había dado el amor que Dios ofrece a los hombres que van por buen camino. Ambos labriegos campesinos forjaron un hogar con el calor del fogón y el arduo trabajo del campo.
Maximino y Eudina siempre creyeron que el campo lo ofrecía todo, pero que sus hijos debían ir a la Escuela; "aprender a leer y escribir es muy bonito, eso sirve para la vida y nos hace ver el campo desde otra mirada, una mirada más amplia para sembrar la tierra".
La pasión de Pablo Belandria fue su amor por el campo.
Un día en el mes de las flores, en el mes de la virgen, un 12 de mayo de 1988, nació un niño en ese hogar campesino al cual le dieron el nombre simbólico de Pablo José. Este niño había nacido en el contexto de aquella campaña electoral de "el gocho para el ochenta y ocho". Ese año llegaría por segunda vez a la presidencia de la República el andino Carlos Andrés Pérez. Maximino tomó el niño en sus brazos y le dijo con cariño a Eudina: "Este niño tiene cara que va ser Presidente de la República".
Muchas veces Pablo José Belandria mirando el río de su aldea veía que el horizonte de Venezuela era hermoso, siempre fue un ferviente amante de lo nuestro, "el país tiene conque" - solía decir en sus conversaciones.
El destino de Pablo Belandria, decía él estuvo siempre ligado a Acción Democrática.
Pablo tuvo otros hermanos: Javier, Maritza, Úlises, Freddy, Dimna, Alicia, Orangel, Nelson, Adrián, Ramón, Elvidio, Maximino y María. En lo particular, en mi época de liceísta recuerdo a dos: Úlises y Maritza. Fueron los años de principio de la década de los noventa cuando llegó por decirlo así el primer riobobero que venía estudiar al liceo del pueblo, el personaje en cuestión: Gilberto Bustamante.
Gilberto Bustamante le abriría el camino y los ánimos a otros niños de aquella aldea a venir a San José de Bolívar a cursar estudios de bachillerato. Recuerdo que Maritza llegó a la casa del señor Freddy Peñaloza, un ferviente admirador de Carlos Andrés Pérez y las lineas de Acción Democrática.
Pablo Belandria como un amante del campo era un aficionado por los animales.
Cuando Pablo cumplió doce años vino a estudiar a San José de Bolívar, estaba Venezuela entrando en un periodo político distinto con la llegada de un exmilitar al poder; Hugo Chávez. LLegó Pablo al pueblo en esa edad en que uno deja de ver el mundo en los colores de la infancia y observa una realidad diferente. Pablo estudiaría de 1º a 3º año de Bachillerato en la E.T.A. San José de Bolívar. En este periodo, quienes lo recuerdan era un aficionado al fútbol, pero nunca olvidaba sus orígenes: el campo.
Pablo Belandria se enamoró del mundo de las vacas lecheras en San José de Bolívar.
Esos avatares del destino lo llevan luego a ingresar su bachillerato en la ciudad de Barinas, un estado diferente al andino, pero también un lugar donde el ganado vacuno y equino estaba por doquier. Va observando Pablo en este transitar que Venezuela empieza a cambiar, en Barinas, más que en ningún otro estado se le empieza a rendir culto al hijo de esa tierra y las vallas del presidente Hugo Chávez se vuelve en algo cotidiano en su estadía llanera. Pero Pablo, de raíces cristianas y con un sentido democrático no comulga con las ideas del hijo de Sabaneta. Empieza a germinar en él la semilla de lo político.
En Barinas Pablo Belandria sabe que su profesión es la de ser Médico Veterinario.
En el contexto barines Pablo sabe que la carrera que debe estudiar es la de Médico Veterinario. Recuerda algunas charlas lejanas en Río Azul entre familiares: "Mire que carrera más bonita estudio el hijo de Don Segundo, eso de curar animales es muy bueno". Hacían referencia al Médico Veterinario Lubín Pulido, primer riobobero que ejercía esta profesión en su pueblo. Pablo muchas veces había conversado con Lubin sobre el futuro del campo. Es así como toma la decisión y viaja a Falcón donde concreta estudios universitarios en el área de la medicina veterinaria y logra graduarse en este campo.
Pablo se gradúa, pero en su transito universitario se conecta con los centros de estudiantes universitarios en el contexto político, ya no era un secreto; Venezuela iba por mal rumbo con la propuesta de un "Socialismo del siglo XXI". La generación de Pablo ve con tristeza que se les empieza a cerrar las puertas para un país distinto y optan por unirse a una oposición al gobierno con nuevas propuestas, pero este país - a pesar de lo que se ha vivido -, los más viejos quieren morir en los centros del poder, tanto líderes de izquierda como de derecha. Aun así Pablo apuesta por abrirse un liderazgo y por una forma distinta de ver la política. Su nombre empieza a sonar como candidato fuerte a la Alcaldía del municipio Francisco de Miranda.
Desde la juventud de Acción Democrática el nombre de Pablo Belandria se solidifica.
Pablo Belandria en su programa radial "El Productor por los senderos del Agro"- Bolívar 98.7 FM
Pablo Belandria fue testigo de como Venezuela empezó a cambiar.
Pablo Belandria empieza a mostrarse como un líder juvenil y carismático.
La gente del pueblo que había perdido la credibilidad, por la nefasta conducción de la Alcaldía, ve en pueblo un joven que puede sacarlo del letargo. Pero la mirada de Pablo es más amplia, en estos andares nos conocimos más a profundidad; "José Antonio, no se puede cambiar al pueblo si no se cambia al gobierno e su manera total, la gente quiere que yo sea Alcalde, pero creo que mi visión esta más allá. Aunque no cierro esa posibilidad".
San Cristóbal, uno de los bastiones de la oposición se transforma en un lugar de marchas y contramarchas. El lado oscuro de la antipolítica empieza a desmoronar a la otrora ciudad dela cordialidad. En estos eventos se da los de las llamadas "guarimbas" - algo que no tenía sentido, pero que sociedad vio en ese momento como una solución". Fueron dos meses de reclusión, de una ciudad sitiada en lo interno. Pablo nunca apostó por este camino, él como demócrata cabal creía que la solución estaba en hacer elecciones, "pero unas elecciones libres, con otro arbitro, de ser así, la ciudadanía nos dará la confianza, este país lo van a recuperar son los jóvenes".
La calle fue uno de los escenarios para la lucha política de Pablo Belandria.
Pablo Belandria apostaba por cambios en el país. En este sentido declina su candidatura a la Alcaldía de San José de Bolívar y entra de llenó a la campaña de la gobernación del estado Táchira con su compañera de la tolda blanca; Laidy Gómez.
Laidy Gómez y Pablo Belandria.
Campaña publicitaria por Laidy Gómez como Gobernadora del Táchira.
En el campo político Pablo Belandria busco codearse con los grandes líderes del partido Acción Democrática quienes vieron en él uno de sus futuros baluartes.
Pablo Belandria con Henry Ramos Allup.
Pablo Belandria con el líder campesino Ezequiel Pérez.
Al llegar a la gobernación del estado Táchira; Laidy Gómez, Pablo Belandria es llamado a conformar su equipo político como Presidente del Instituto Autónomo de Producción Rural del Estado Táchira (IAPRET).
Pablo Belandria, uno de los jovenes en quien más confiaba la gobernadora Laidy Gómez.
Pablo Belandria como Presidente de IAPRET.
La voz de Pablo Belandria en la conciencia de recuperar Venezuela a través del campo.
Estando desempeñándose como Presidente del IAPRET, en un viaje de regreso de la capital, se produjo una colisión entre dos camionetas, una de ella modelo Tacoma perteneciente a la Dirección Estadal de Protección Civil y la otra conducida por un particular, en este accidente murió de manera trágica el hermano Pablo Belandria, este hecho sucedió el 20 de junio del 2018.
En el diptico entregado por la Gobernación del Estado Táchira quedaron las siguientes palabras: "Pablo, joven promesa del trabajo en el campo y de respeto por la producción nacional, nos ha dejado fisicamente pero su espíritu de lucha y amor por esta tierra será el legado para las nuevas generaciones y su lema el futuro esta en el campo será promovido como fuerza institucional de lo que él tanto defendió".
Pablo José Belandria Soto
Sus restos fueron llevados a la aldea Fundación por indicación de sus padres. El día que llegó el féretro a la Residencia de Gobernadores, sus compañeros de IAPRET me pidieron unas palabras a Pablo, las cuales serían integradas a otras hechas por ellas, al escribir este artículo, el borrador de las mismas salieron en mi Archivo, las transcribo como un homenaje a nuestro hermano del campo; Pablo Belandria.
Hoy la aldea se curte de melancolía. El campo florido lo inundó la lluvia de la tristeza. Los pastizales verdes dieron paso a un verano inesperado. Cuando un hijo campesino muere, llora la tierra. Llora la tierra. Hoy te has ido hermano Pablo a divisar ese río azul en el cielo, homónimo al de tu caserío. Hoy las granjas del altísimo están alegres pues un amante a lo campestre las visita. Hoy tu voz pausada, tu voz y manos campesinas nos recuerda nuestro trajinar camino. Las laderas, el conuco, el potrero se llena de silencio, el golpeteo del agua se hace susurro...