Por: José Antonio Pulido Zambrano
Ramón Elvidio Contreras Francisconi
El 10 de marzo de 1936, salían a lomo de mula hacía la ciudad de La Grita, tres jóvenes de San José de Bolívar, se trataba de Gilberto Chaparro Contreras, Ramón Atilio Pulido Peñaloza y Ramón Elvidio Contreras Francisconi. Ellos habían sido seleccionados por el general Maximiliano Casanova para viajar a Caracas para integrar un proyecto de un Cuerpo de Policía Nacional que planteaba el General en Jefe Eleazar López Contreras.
De La Grita se dirigieron hacía Maracay, al Cuartel de Caballería de esa ciudad, donde pernoctaron varios días. Luego fueron seleccionados y enviados a la Escuela de Clases para Servicios Técnicos. En Maracay llegó un Comandante, de apellido Paredes Bermúdez y les explico el proyecto de un Servicio Nacional de Seguridad, por lo que fueron enviados a Caracas.
Primer Curso de la Guardia Nacional a la que pertenece
Ramón Elvidio Contreras Francisconi
Ya instalados en Caracas, se les informa que serán guiados en sus nuevos conocimientos de la Seguridad de la Nación por una Delegación proveniente de España. A este grupo se le conoce en la historia de la Guardia Nacional de Venezuela como la "Misión Española", compuesta entre otros por: el Sub-Oficial Ramón Moreno Ayapé, Capitán Cecilio Marrero Suárez, Comisario General Don Gregorio Rajal Novella y el Agente de 2ª Rafael Martin Cabanillas. Iniciándose el Curso que culminaría en septiembre de 1937.
Sub-Oficial Ramón Moreno Ayapé
(Archivo de Don Rafael Ojeda Camperos)
Capitán Cecilio Marrero Suárez
(Archivo de Don Rafael Ojeda Camperos)
Comisario General Don Gregorio Rajal Novella
(Archivo de Don Rafael Ojeda Camperos)
Agente de 2ª Rafael Martin Cabanillas
(Archivo de Don Rafael Ojeda Camperos)
Con motivo del Acto de la Inauguración de la Escuela
para la preparación de Agentes de Seguridad Pública, el capitán Cecilio Marrero
dio un discurso de apertura en Villa Zoila, el 28 de octubre de 1936, he aquí
fragmentos del mismo:
….. Caballeros alumnos:
Centinela
del Pueblo. Fuerza Armada al servicio de la paz interna. Garantizadores del
orden. Previsores del desorden. Encauzadores de la vida social. Mantenedores de
la Ley. Brazo armado del poder ejecutivo. Estos serán vuestros apellidos
específicos, sintetizados con el nombre genérico de Guardias.
Ved
cuán importante será vuestra misión y cuánta dignidad y preparación es menester
para levarla a cabo.
De
vosotros, depende el porvenir de este Cuerpo, que será tanto más brillante
cuanto mayor sea vuestro esfuerzo. Seréis la solera; de vosotros brotará la
savia que dé vida y alma a generaciones sucesivas. De vuestra voluntad,
vocación y espíritu de generoso sacrificio depende la vida de una institución…
Representaréis:
Honor, orden, disciplina, autoridad, cumplimiento del deber, caballerosidad,
fuerza moral y abnegación, que son las virtudes y atributos que vais a ofrecer
como ramilletes de bellas flores a vuestra madre Venezuela, señora de dilatados
horizontes y cuna de libertadores.
Desechad
desde este momento, en que voluntariamente abrazáis esta noble y caballerosa
profesión, toda idea que envuelva aspiraciones a ventajas materiales en el
ejercicio. No pidáis nunca compensaciones a vuestros desvelos. Seréis
caballeros andantes por esos campos solitarios, donde seguramente encontraréis
fatigas propias, desvelos que mitigar y entuertos que deshacer. La recompensa
será únicamente: la satisfacción del deber cumplido. El premio: la buena obra
realizada y el beneplácito de la sociedad que no os regateará el aplauso que
generosa y anónimamente ofreceréis a la colectividad como granito de arena que
formará el pedestal en que todos os elevaréis juntamente con la institución.
Sed
disciplinados desde este mismo momento. Sed laboriosos y aplicados; prestad
atención a vuestros profesores y tened ciega fe en un porvenir claro que se os
presente, que irá en pos del progreso de vuestra patria, que ahora acelera su
marcha ascendente, hábil y concienzudamente conducida.
¡Caballeros
alumnos!, además sin desmayo; con voluntad se llega a todas partes. De vuestra
actividad, de vuestra cultura, de vuestras privaciones, del dominio propio, y
sobre todo, de la honradez y rectitud en el cumplimiento del deber individual,
depende en gran parte el porvenir social de la patria, El hombre no vive
únicamente para sí. Vive para el bien de la sociedad tanto como para el propio.
Ofrecedlo
todo a los demás y ellos os pagarán con respeto y admiración, que son la mayor
gloria a que puede aspirar un carácter viril.
Recuerda Don Rafael Ojeda Camperos en sus conversaciones sobre el origen de la Guardia Nacional en Venezuela, que "es
necesario resaltar la valiosa colaboración que dieron los distinguidos
Oficiales del Ejército en la estructuración de la Escuela, muchos de los
primeros docentes surgieron de este digno cuerpo, que fue semillero, allá en la
vieja mansión “Villa Zoila”, estos primeros hombres del magisterio militar se
encargaron de formar a las primeras promociones de Guardias y Oficiales, entre
estos Oficiales citamos: “Personal Directivo: Tcnel. Aniceto Cubillán -
Director. Tcnel. Manuel Morán – Consultor Técnico. Cap. Cecilio Marrero Suárez
(Guardia Civil Española) – Sub-Director. Cap. Pedro Alcántara Navarro – Adjunto
al Director. Subtte. Marco A. Rangel Barrientos – Ayudante de la Escuela. Comando
y Plana Mayor de la Compañía de Alumnos: Cap. Mario Luis Ponce, Comandante de
la compañía; Tte. José María Páez Paredes, Comandante del 1er. Pelotón; y
SubTtes. Antonio de Rosa Alzuarte y José A. Mora Pérez, Comandantes del 2º y
3er. Pelotón. Plana Mayor Especial: Dr. Benjamín Briceño (médico) y Héctor
Mejía (odontólogo). Profesores civiles: Dres. Félix Martínez Espina, Luis
Beltrán Guerrero, Diego Arreaza, Bach. Francisco Carreño Delgado, José A.
Villavicencio, Enrique Méndez, Roberto Baptista, Jesús Briceño y el ciudadano
Miguel Espinel. Luego posteriormente el Tcnel. Luis A. Vega Cárdenas; Mayores:
José Briceño Machado y Arcadio Andrade Niño; Capitanes: Julio Cesar Vargas y
Manuel Ojeda Guía; Ttes. José Rosario García, José León Rangel Barrientos, Luis
Felipe Llovera Páez, Alberto Bustamante, Luis Alberto Cárdenas, Simón Arenas
Revenga y Raúl Oviedo Rojas; Subttes. José Victoriano Sambrano, José Saúl
Rosales, Miguel Hernández y José Edito Ramírez. En el Cuerpo de Examinadores
Coroneles: Abelardo Mérida, Juan José Jones Parra y juan Domingo Ferrer.
Capitán Carlos Delgado Chalbaud. Tenientes: Marco Pérez Jiménez, Pedro José
Quevedo, Ulpiano Poveda. Subttes. José Luis Betancourt y Ernesto Jiménez".
Coronel Aniceto Cubillán Jaimes, Primer Director de la Escuela
Personal Docente de la Escuela (1936 - 1937)
En el otoño de su vida, Ramón Elvidio Contreras Francisconi, regresaba sus pensamientos al año 1936, año decisivo para Venezuela y para su vida. Solía recordar a "Villa Zoila", la casona que Cipriano Castro mandó edificar a su amada esposa y que luego sería el sitio donde nacería la Guardia Nacional como "un lugar lleno de árboles y mangos, en San José de Bolívar, no conocíamos los mangos en 1937".
"Allí nos levantamos temprano, por suerte que esa costumbre no las habían inculcado en el pueblo y las mañaneadas eran normales para nosotros". En la Escuela de Guardias Nacionales Ramón Elvidio Contreras y sus compañeros aprenderían las diversas cátedras para defender su país, la normativa siguió los preceptos de la Cartilla de la Guardia Civil Española.
El primer Curso de la Guardia Nacional Venezolana
en una de sus facetas.
"En septiembre de 1937, nos graduamos de Guardias y se organizó una fiesta grande para celebrar tal acontecimiento, vinieron varios parientes de San José de Bolívar. Esa noche bailamos mucho y luego se nos concedió permiso para salir".
Primeros alumnos de la Escuela de Guardias Nacionales
Venezuela - Caracas (1937).
Alumnos del primer Curso de Guardias Nacionales
Venezuela - Caracas - 1936 - 1937
El presidente Eleazar López Contreras entrego los Diplomas
al primer Curso de Guardia Nacionales (Caracas, 19 de septiembre de 1937)
"Al Director de la Escuela, el Comandante Cubillán Jaimes dispuso que debíamos venir al Táchira en una gira. Era una alegría grande, con nuestros uniformes. Con nosotros vinieron dos perros que se llamaban Caimán y Capitán, animales para la excursión y el entrenamiento. Pasamos por Barquisimeto, Valera, Mérida y por último, San Cristóbal. Cuando llegamos al Táchira, el gobernador de ese entonces, Abigail Colmenares nos recibió con música de banda. Aquello fue muy bonito, entramos en caravana. Visitamos el Cuartel Bolívar, donde realizamos algunas maniobras. Entonces me dieron tres días y sin pensarlo dos veces me fui al pueblo, a mi San José de Bolívar. Al llegar al Zumbador, allí agarre una bestia. Mimamá me había mandado una mula y nos fuimos, yo iba con Gilberto Chaparro, que no se había hecho Guardia sino había optado por el Cuerpo de Investigación, y Ramón Atilio Pulido, otro riobobero que se había graduado conmigo de Guardia Nacional. A la entrada del pueblo nos recibieron con banderas, gallinas, fiesta y baile, un gran recibimiento".
"Al regresar a San Cristóbal, el general Elezar López Contreras dispuso que hiciéramos una parada militar en el Cuartel Bolívar. Y no era para menos, pues la escuela nos había adiestrado muy bien, un excelente entrenamiento militar. Allí en esas actividades el grupo se disgregaría, unos serían seleccionados para hacer un Curso de Oficiales, otros serían repartidos por varias partes del país y otros se quedarían en el Táchira, donde estrenarían el Primer Puesto de la Guardia Nacional en San Antonio del Táchira. A mi la suerte, creo que fue suerte me correspondio quedarme en mi tierra con 41 compañeros más.
Puesto de San Antonio del Táchira (Octubre 1937)
"A Ramón Atilio Pulido Peñaloza lo enviaron pal´ Zulia, que por cierto, allá murió prestando servicio a la patria, en tierras de la Goajira. Tierra indómita, tierra de naide... Al llegar a San Antonio a mi mandaron a fundar un Puesto en Ureña, donde llamaban "El Setenta".
Primer Puesto de la Guardia Nacional del Puente Internacional Bolívar
"En el Táchira, en el Primer Puesto de la Guardia Nacional, yo fui el primer Telefonista. Cuando entregaba guardia nos íbamos a tender las líneas del teléfono, cargando postes, tendiendo alambre. Los teléfonos eran de esos de manguito".
Ramón Elvidio Contreras Francisconi es recordado como "La generación de los azules", por ser el color de los primeros uniformes, protagonista y pionero de la Guardia Nacional en Venezuela e hijo ilustre de San José de Bolívar.
Gilberto Chaparro Contreras
Pionero de la Guardia Nacional y del Cuerpo de Investigaciones