lunes, 1 de junio de 2015

COMIENZOS DE LA RADIODIFUSIÓN EN EL TÁCHIRA

Por: Horacio Moreno
Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira

Recordamos un capítulo olvidado del primer aparato de radio traído a San Cristóbal.- Relación que hace Nemecio Parada.-


La radiodifusión llegó con verdadero retardo a Venezuela por una razón: Gente ignorante e interesada en mantener el país dentro de un clima de atraso y aislamiento que favoreciera sus egoístas propósitos hizo creer al general Juan Vicente Gómez que la comunicación sin alambre y a larga distancia era peligrosísima para la estabilidad de su régimen y que por esta razón no debía permitir su funcionamiento en el país.
De nada valieron las reflexiones que desde 1921 le hizo al General Gómez, desde La Haya, el doctor José Ignacio Cárdenas acerca de las ventajas que significaba para cualquier gobierno, centralizar la emisión de Programas y permitir el libre comercio de aparatos recptores. Estas interesantes reflexiones de Cárdenas sobre la radiodifusión las hemos leído en sus cartas al General Gómez publicadas en varios volúmenes del Boletín del Archivo de Miraflores.
Pero el Dr. Gumercindo Torres, en su carácter de Ministro de Fomento, hombre de gran valor cívico y de ideas progresistas logró convencer al General Gómez de que era preferible de que la radiodifusión entrara a Venezuela con su beneplácito y auspicios antes que clandestinamente, porque en manos de sus enemigos políticos, esa si sería un arma invisible y mortífera.
Gómez terminó aceptando las razones de Torres y la primera radiodifusora llamada entonces Broadcasting se fundó en Caracas bajó la dirección de don Edgar Anzola, conocedor como pocos en la Venezuela de aquella época de los secretos de la radiodifusión.
A mediados de 1927 recibí en San Cristóbal (dice Nemecio Parada) un mensaje del coronel Arturo Santana en el cual me informaba que nos preparáramos para recibir un técnico de la radiodifusión, el señor Emilio Maury quien llevaba un receptor con la Broadcasting "Caracas" y para que San Cristóbal, la capital tachirense tuviera la primicia de ser la ciudad de provincia a donde primero se captara un programa transmitido desde Caracas. No hay duda que ese honor tenía un claro sentido político, el de halagar el sentimiento regionalista del presidente Gómez.
Emilio Maury llegó a San Cristóbal a bordo de una camioneta de color amarillo, ostentando llamativos letreros de propaganda, recorriendo las calles y plazas, tocando corneta y buscando crear expectativa. Terminó su recorrido frente a mi oficina - dice Parada -, de allí le llevé a mi casa de familia la que encontró excelente para su experimento por sus amplios corredores y gran patio central.
Y Maury puso manos a la obra. Eligió un sitio del corredor para enterrar a dos metros de profundidad, una gruesa plancha de cobre para la conexión a tierra; requirió luego de veinte metros de tubo de dos pulgadas para sostener la antena, dos sacos de carbón vegetal y diez quilos de sulfato de cobre para mezclarlos con la tierra extraída del hoyo y taparlos luego con ella. Pidió también la ayuda de dos peones y la de un plomero para las soldaduras.
Estos recursos los facilitó el General Ramírez, Presidente del Estado, deseoso de ver funcionar "el coroto", según decía cada vez que preguntaba por la marcha de las instalaciones.


Guglielmo Marconi, padre de la radiodifusión.

Sudoroso y tomando café tinto, adelantaba Maury las pruebas nocturnas del aparato receptor. Era un apretar y aflojar controles, un cambiar de bobinas, ir y venir hasta el centro del patio, mirar el cielo y luego dirigirse al grupo de los que esperábamos el milagro: "Estoy viendo si hay estática". Pero el receptor no respondía a los tremendos esfuerzos de Maury. El milagro de la voz no se producía y en canbio cuanto oíamos eran pitos, chillidos, maullidos, berridos hasta que al fin, una noche del fondo del infinito llegó una música que para nosotros era celestial porque venía del cielo. Se trataba de una retreta de la Banda Marcial de Caracas dirigida por el maestro Pedro Elías Gutiérrez y transmitida por la Boadcasting Caracas. 


"Pese a todos los defectos anotados, después de varias noches de prueba dispuse invitar a un grupo de amigos para escuchar formalmente el programa nocturno de la emisora caraqueña. San Cristóbal iba a incorporarse al mundo de la radiodifusión, para aquel acto vinieron el general Juan Alberto Ramírez, Manuel Toro Chimíes y su esposa, Monseñor Sanmiguel, el doctor Eduardo Santos, don Ramón Velásquez y su pequeño hijo Ramón José, Don Tulio Ernesto Ramírez.
Y otra noche me atreví a realizar una demostración pública en la plaza "19 de Diciembre" donde no se porque causa el receptor no quiso funcionar y durante todo el tiempo de la exhibición del aparato la transmisión caraqueña estuvo sustituida por un verdadero concierto de chillidos, truenos y pitos. El público gritaba impaciente y un gracioso afirmó: "Eso no es más que un tostador de café" y me retire en medio de la mayor rechifla de mi vida.
El aparato de las benditas pruebas y de la fracasada exhibición pública era de marca "Fada" y lo adquirió por la suma de mil seiscientos bolívares, un alemán que trabajaba en la hacienda "Bramón" de Rubio.





Radio Teatro de "La Voz del Táchira" (Año 1949)