miércoles, 6 de diciembre de 2017

EL CENTENARIO DE LA MUERTE DEL LIBERTADOR EN SAN JOSÉ DE BOLÍVAR

Por: Mgs. José Antonio Pulido Zambrano
Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira


Busto de Simón Bolívar inaugurado en 1975, ya que el antiguo busto de 1930 fue cambiado 
por estar muy deteriorado - Plaza Bolívar de San José de Bolívar.-
(Foto: Fundación Pulido).-

El pueblo de San José de Bolívar desde su fundación ha estado vinculado al Culto Bolivariano, por ello, no fue extraño que su origen abrigado al Centenario del natalicio del héroe diera paso a que el Centenario de la muerte de El Libertador no podría pasar por alto entre sus habitantes.
El pueblo inicio aquel año de 1930 preparándose para tan magno evento, pues la responsabilidad histórica de llevar como apellido el apellido del héroe era un estigma que pesaba en todos.
Las escuelas federales, para este tiempo numeradas como 54 y 69 empezaron a introducir en su pedagogía escolar el tema de la vida y obra de Simón Bolívar, a recordar los hechos históricos  y proezas del proceso independentista. El maestro Manuel Maldonado Vivas, quien además fungía como Corresponsal de Prensa de un periódico en la ciudad de San Cristóbal, intitulado La Montaña, hizo un casting para seleccionar al estudiante que mejor desempeño tuviese en Lectura, ya que el seleccionado leería un Poema exclusivo sobre el Padre Libertador y dicho alumno seleccionado fue el niño Gilberto Chaparro.
La gente que vivía en el pueblo empezó a limpiar calles y carreras, así como encalar los distintos frentes de las casas.


San José de Bolívar en 1928 

El coronel Olinto Chaparro Contreras, quien ejercía en estos tiempos de Prefecto había estado haciendo diligencias para traer un busto del Padre Libertador, por ello envió variada correspondencia y la respuesta esperada llegó de Mérida.
El gobierno de Mérida ofreció al Coronel Chaparro donar un viejo busto realizado en arcilla quemada que estaba en uno de los depósitos de sus dependencias.
El busto donado, algo rustico había estado por mucho tiempo desde la época del gobernador don Gabriel Picón en el sector de Milla y puesto en desuso en el año de 1900 cuando estuvo de gobernador el general Esteban Chalbaud Carmona reemplazándolo por un busto de bronce y el viejo busto fue olvidado hasta que se dio el chance de "ser obsequiado a un pueblo tachirense de nombre San José de Bolívar". Señala Lubin Pulido que este busto lo trajeron "en lomo de mula desde La Grita procedente de la ciudad de Mérida" (1).


Plaza del pueblo de San José de Bolívar donde se observa
el busto de Simón Bolívar traído de la ciudad de Mérida.

Otro detalle que engalana el festejo fúnebre es la llegada de la "hermosa lámpara del primer super-hombre de Sur América, Simón Bolívar, Libertador"(2), que fue instalada en el templo parroquial de la población. Este detalle se debió a que el gomecismo implemento para esta celebración que todo sitio que llevase un nombre ligado al Libertado recibiera un objeto cercano al héroe para de esta manera el Culto Bolivariano se mantuviera en el tiempo.

Lámpara del Libertador,la misma se encuentra en el templo parroquial
de San José de Bolívar (Foto: Fundación Pulido).-
  
Lo cierto fue que ese año de 1930, el pueblo se volcó a rendir homenaje al máximo héroe de la Guerra de Independencia. La llegada de la Lámpara fue "mirada por los habitantes de esta región como una gran reliquia, como en efecto lo es, y que de ella se sirvieron para iluminar el panteón". La reliquia fue expuesta para la población y en las misas o Te Deum que continuaron el padre "Bachiller José Ignacio Moncada, en la solemne ceremonia dedicada al gran hombre, en el primer centenario de su agonía y muerte en Santa Marta"(3), unido de repiques de campanas y horas de oración por el Alma del Padre de la Patria.

Presbítero Bachiller José Ignacio Moncada.-

A continuación transcribimos lo que dejó el maestro Manuel Maldonado en su Crónica para el periódico La Montaña sobre como fue enaltecido y celebrado la gloria de Simón Bolívar a cien años de su desaparición física:

Corresponsal, Maldonado.
San José de Bolívar, 06 de enero de 1931
Periódico: La Montaña - San Cristóbal.

Los festejos fúnebres del Centenario de la muerte del Libertador que se efectuaron en este Municipio, el 17 de diciembre pasado, se llevaron a cabo estrictamente según el programa que había circulado con anterioridad, según el orden siguiente:
1° A las cinco de la mañana salió el desfile organizado desde la casa del ciudadano jefe civil hacia el templo parroquial, encabezado por las cinco gentiles y espirituales señoritas que iban representando a las cinco republicas hermanas, los planteles federales 54, 69 y 94, la Sociedad Hijas de María, las autoridades, familias y ciudadanos, abierto el núcleo en dos alas respectivamente.
Fue entrando la última persona del conglomerado y acto continuo el sacerdote comenzó su pertinente oficio religioso. Una vez que hubo terminado el solemne acto, salió la reunión, dio un paseo por las principales calles de la ciudad acercándose finalmente hacia el centro de la plaza principal, en donde estaba preparado el ciudadano jefe civil para descubrir el busto del Libertador al punto de las 6 de la mañana.
Luego que estuvo descubierto, los planteles federales números 54 y 69, cantaron al unísono el himno de nuestra patria. Tres escogidas piezas musicales por el repertorio selecto de la "Orquesta Zambrano" vinieron a conmover los ánimos y hacer sellar el acto de la mañana.

Iglesia de San José de Bolívar - Año 1930

2° Por la tarde a las doce y media, partió el desfile desde la "Calle Bolívar" hacia distintos puntos del poblado, el cual pasó la marcha cerca y en frente del monumento del Libertador cuya obra arquitectónica, inaugurose en esos momentos. Cuando el reloj marcó la una con exactitud, ocupo la tribuna el orador de orden e impuso a la muchedumbre un silencio imponente de diez minutos.
Cuando feneció el lapso de tiempo fijado, comenzó la peroración que duró quince minutos. En seguida pronunciaron elocuentes discursos las cinco damas representativas de las cinco repúblicas hermanas, siendo ovacionadas por el auditorio. Fueron cantados por los alumnos de los planteles federales números 54 y 69 los himnos de las cinco repúblicas.

Rosario Narváez, Socorro La Cruz, Inés Narváez, Teotiste Chaparro, 
Séfora Chaparro y Delfina Ramirez.

La espiritual y virtuosa señorita Socorro Contreras, maestra de ceremonia, recitó un bellisimo soneto dedicado a La Bandera, seguidamente las mismas armoniosas bocas cantaron el Himno de los Libertadores.
Una selecta pieza, completó este número. La alumna Delfina Peñaloza, en nombre del Plantel Federal de Niñas número 69 recitó un soneto titulado: "A Bolívar y a Colón". Acto continuo la alumna del mismo plantel, Carmen Chacón recitó un soneto inédito dedicado al Libertador. Luego el alumno Gilberto Chaparro, en representación de la Escuela Federal número 54, recitó un soneto del inspirado vate colombiano Federico Rivas Frade:

DE LEJOS
Como se aleja el tren, cómo se aleja,
y decreciendo va y al fin se pierde,
y sólo el mundo en espirales deja,
en la extensión de la llanura verde.
Así se van las dichas de la vida,
así se van las horas de ventura,
y dejan solo en su fugaz huida
de los recuerdos la espiral oscura.
Los dos en el anden se despidieron,
largo rato a los ojos se miraron;
mientras sus manos trémulas se unieron,
en silencio su alma se besaron.
En la hora fatal de la partida
no hablaron de promesas ni de agravios;
en los grandes instantes de la vida,
hablan mejor los ojos que los labios.
Ella esta aún en la estación mirando
del humo las confusas espirales;
y él, que ya no la ve, sigue agitando
el pañuelo a través de los cristales.
Y cual de un mismo pensamiento heridos, 
con un asunto de profunda queja,
quedo exclaman los dos entristecidos:
"¡Como se aleja el tren, como se aleja!"

Federico Rivas Frade.-

Por último, para finalizar el acto, la precoz y simpática niña Elva María, de tres años y cuatro meses, fue subida a la tribuna, dejando perplejo al auditorio por su impavidez y exquisita gracia al recitar una pequeña composición. La "Orquesta Zambrano" cerró con broche diamantino los imponentes festejos fúnebres de la tarde, conmemorativos del primer centenario de la muerte del gran Libertador.

3° En la noche de 8 a 11 una hermosisima velada, la cual fue clausurada con un cuadro plástico de las cinco repúblicas hermanas, en el que se vio en medio de ellas, al padre de la Patria.
Palabras pronunciadas por la señorita Céfora Chaparro, representando a Venezuela, en la celebración del centenario de la muerte del Libertador:
Yo, la República de Venezuela, siento en lo más hondo del corazón, la inefable complacencia de evocar en estos supremos momentos a uno de los más colosos héroes de nuestra amada patria, el glorioso genio de la independencia, Libertador Simón Bolívar. Naciste en mi capital Caracas, fecha 24 de junio de 1783 y moriste en Santa Marta, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Colombia, a la una de la tarde del día 17 de diciembre de 1830, día imborrable en la historia de la redención de un mundo. Hoy, inspirada en el más acendrado testimonio de eterna e imperecedera gratitud hacia vos, héroe máximo¡ Inmortal Libertador¡ que arriesgasteis vuestra vida tantas veces en los sangrientos campos de batalla de nuestra Guerra Magna por ver más tarde coronada vuestra aspiración y vuestra gloria, de quitar desinteresadamente a mis amados hijos las duras y pesadas cadenas que los oprimían como esclavos que desde hacía siglos, estaban bajo el poder del yugo español, vengo enorgullecida a presentarme ante este digno monumento, investida de la más profunda veneración, que justa y legítimamente debo sentir, hacia vos, ¡Oh, esplendoroso sol de la más sublime libertad, para quien los cantos expresivos de los mejores cantores guerreros, en combinación con las suaves armonías de las fontanas y acaso también con el preludio de las canoras aves, que trinan en sus ramajes, de las gigantescas selvas bolivarianas, no son nada, lo mismo que mi canto, para cantar en himnos armoniosos vuestras sagradas gestas libertarias!
Pero ya que mis palabras y cantares nada significan ante vuestra magna historia de épicas hazañas, y no son dignas de llegar hasta vuestro trono para darte mi demostración de gratitud y ungirte con mis ósculos maternos, permitime pues, Divino Prepotente, que me escuchas, que en tos venturosos momentos, en que me encuentro transportada de satisfacción y de dolor, por el motivo de contemplar en el Panteón Nacional las cenizas de mis preclaros hijos: Miranda, Sucre, Páez, Bolívar, etc., etc., adore y venere con toda la fuerza de mi espiritualidad tan veneradas cenizas que son para mí por ciertas, tan sagradas, como es sagrado este pabellón tricolor, en cuyos pliegues combinados por Miranda, juro postrada de hinojos ante el firmamento estrellado y ante el grupo de las demás naciones del orbe civilizado, que he de morir primero abrazando a mi bandera, como lo hago en este instante, antes que mis hijos que me sostienen con vigor y que me honran a imitación de mis antepasados y progenitores que dieron victoriosamente sus vidas para salvarme, se vean en poder de cualquiera ambiciosa nación, que atraída por mis inmensas riquezas, pretendan profanar e imperar en mi orgulloso suelo.
Permitidme ciudadano Libertador Simón Bolívar, que como madre vuestra, bese vuestras cenizas de sin par paladín y que las deje impregnadas de infinitas lágrimas y de ósculos espirituales, esta humilde corona de laureles que es lo único que vengo a traeros para dejarla ante vuestro digno monumento consagrado a vuestra perpetua memoria, hoy que cumples el primer centenario de vuestra gloriosa muerte(4).

La noche del 17 de diciembre de 1930 concluye con el Acto Cultural, a continuación de la recitación de la señorita Céfora Chaparro en la representación de Venezuela, siguieron "Teotiste Chaparro en nombre de Colombia, en representación de Ecuador lo hace la señorita Delfina Ramírez, y representando las repúblicas de Bolivia y Perú disertan las señoritas Socorro La Cruze Inés Narváez. Finalizan de esta manera estos hechos que recordaron tan importante fecha patria"(5).-
Este acto fue posible gracias a las fiestas escolares, pues estos "despiertan siempre gratos recuerdos entre padres y representantes. El encendido patriotismo, los principios religiosos y morales que constituyen nuestro patrimonio social, son escenificados en alegorías, dramas, monólogos y canciones patrióticas"(6).-  

Referencias:  
1.- José Lubin Pulido Chaparro. (2013). Memorias de agua, barro y café. Biblioteca de Autores y Temas Rioboberos. San Cristóbal. Pág. 65. 
2.- Manuel Maldonado Vivas. (1 de enero de 1931). La Montaña. Publicación periódica. Año II. Mes I. N° 323. San Cristóbal
3.- Ibidem.
4.- Manuel Maldonado Vivas. (11 de enero de 1931). La Montaña. Publicación periódica. Año II. Mes I. N° 324. San Cristóbal.
5.- José Lubín Pulido Chaparro. (2013). Memorias de agua, barro y café. Biblioteca de Autores y Temas Rioboberos. San Cristóbal. Pág. 66.
6.- Horacio Moreno. (1982). Monografía de San José de Bolívar. Antares. Bogota. Pág. 210.