Por: Horacio Moreno
En el año 1558, un soldado natural de Mérida (España) acaudillaba la expedición para la conquista de la Sierra Nevada que ya habían sido avistadas en el año 1547 por Alonso Pérez de Tolosa.
La ruta seguida por Juan Rodríguez Suárez al salir de Pamplona en el citado año dejó para la historia muchos nombres que se recuerdan en las jurisdiccionales de los actuales estados Táchira y Mérida.
En las tierras llanas de la quebrada o río que llaman de Táchira estuvo alojado algunos días. Siguió la marcha pasando por la quebrada de Las Dantas, hasta cierta población indígena llamada Loma Verde, después se dijo loma de La Guazabara. En Loma del Viento no demoraron debido a "la gran tempestad que en ella continuo corre de vientos de muchas partes". Su paso por el Valle de Santiago donde después fue fundada la ciudad de San Cristóbal tuvo algunos tropiezos con los indígenas que moraban en las riberas del río Torbes.
Siguiendo hacia el norte fueron a dar a un valle o quebrada que se llamo de San Bartolomé por haber llegado el día de este Santo (24 de agosto) que en lengua de los propios naturales se llamaba pueblo y valle de Venegara.
Cuatro días después acampaban en el sitio de San Agustín (28 de agosto). Desde Las Lagunetas avistaron los pueblos de Humogría y Kariquena (La Grita). Sostuvieron un encuentro armado con los indios del Valle del Alarde y fueron a Pueblo Hondo que ésta junto al Páramo Alto (La Negra) donde demoraron algunos días.
De aquí atravesó Juan Rodríguez Suárez la altura del páramo hasta el valle de los Bailadores que descubrieron, luego de sostener una batalla con los naturales, a quienes vencieron por la superioridad de las armas, los perros y los caballos.
Conquistadores españoles (Ilustración de David Bonadona)
Siguieron por el río Mocoties, afluente del Chama, llamado Guadiana a imitación del que hay en España. Avistaron a los indios Mocoties y luego a los Estanques, numerosa población abastecida de productos sacados de sus labranzas. En pueblo Quemado los indios hicieron demostraciones de valor. Luego, el pueblo de La Sabana, Lagunillas, llamada por los naturales Zamu o Jamun, donde el conquistador Rodríguez Suárez fue recibido pacificamente, pero luego se tornaron belicosos debido a los abusos cometidos por las tropas castellanas.
El valle de las Acequias llamado después de Nuestra Señora, estaba muy poblado y labrado. llamó poderosamente la atención las largas vías y acequias construidas para llevar el agua a los cultivos ya que la tierra era áspera y árida, careciendo de las herramientas necesarias para los dichos trabajos.
En la última parte de La Lagunilla, pobló un pueblo con ceremonia acostumbrada que llamo ciudad de Mérida, el día de todos los santos del año cincuenta y ocho.
El valle de Santo Domingo con sus páramos y el Valle de Santa Lucía , llamado después Valle de las Cruces, (13 de diciembre), fueron pasados por el conquistador Rodríguez Suárez. También el río llamado de los españoles Alborregas.
Mudó Juan Rodríguez Suárez su pueblo para un lugar llamado Ranchería Vieja por tener unos bohíos indígenas.
La prisión del fundador de la ciudad de Mérida por el capitán Juan Maldonado dejó a sus lugartenientes el camino para continuar las correrías por el dicho territorio de las Sierras Nevadas. Así fueron incorporados otros nombres a las páginas historicas del descubrimiento y conquista de esta parte de los Andes.
El caudillo Pedro Bravo de Molina fue al Valle de Aricagua, pueblo de Muchachi, Valle de Corpus Cristi, pueblo de Los Carboneros, a causa de salir los indios todos tiznados de carbón. El Capitán Maldonado pasó por el pueblo llamado Guacamama, descubrió el Valle de la Ascensión (24 de mayo de 1559), la población llamada de Los Valientes, donde los indios hicieron prodigios de valor.
Tras haber descansado en La Ranchería de San Juan de Las Nieves, el Capitán Maldonado salió hacia el Valle de La Sal, por haber tenido noticia de su existencia.
La provincia de los Timotes, belicosos y guerreros provocó muchos encuentros con los españoles.
Juan Rodríguez Suárez huyo de la cárcel de Bogotá, paso de noche por Mérida, el 20 de noviembre de 1560 y llegó a Trujillo, donde Diego García de Paredes le dio asilo, tanto él como el alcalde Diego de La Peña, quienes se negaron a entregarlo al Juez.