domingo, 20 de diciembre de 2015

RAFAEL DE NOGALES MÉNDEZ, CABALLERO ERRANTE DE LA LIBERTAD

Por: Rafael Ojeda Camperos

Rafael de Nogales Méndez

Rafael Ramón inchaupe Méndez, nació en la ciudad de San Cristóbal, el 14 de octubre de 1877, en una casa ubicada en el sitio que hoy día ocupa el edificio Santa Cecilia. Era hijo del general Pedro Felipe Inchaupe Cordero y doña María Josefa Méndez Brito, bisnieto por línea paterna del coronel Pedro Luis Inchauspe, prócer de la Independencia y descendiente por el lado materno del conquistador capitán Diego de Méndez. Vivió en San Cristóbal hasta la edad de 7 años cuando fue enviado a estudiar a Bélgica y Alemania, en el viejo continente continuó todos sus estudios.

 
En lengua vasca su apellido es Inchaupe, pero traducido al castellano es "De Nogales", traducción que adoptó apareciendo en toda su obra escrita y militar como Rafael de Nogales Méndez.
Cursó literatura, ciencias y letras, además se hizó Oficial de carrera de Estado Mayor. A los 18 años de edad es herido en Santiago de Cuba cuando formaba parte de la tropa española que combatía contra las tropas norteamericanas.
Recorrió durante año y medio el interior de Alaska y las costas del mar Ártico, combatió en África en pleno invierno atravezando las cumbres de Los Alpes, vivió días tenebrosos en las montañas de Afganistán y de Beluchistan. Fue cowboy en Arizona, fue herido de un balazo en la muralla de Puerto Arturo (China), cuando peleaba incorporado en las tropas japonesas.
El General De Nogales entró a los ejercitos centrales con el rango de Comandante de Estado Mayor, no aceptó rango más alto porque ello implicaba perder su nacionalidad venezolana.
Primeramente combatió contra los rusos en el Caucaso y en el norte de Persia. En marzo de 1915, participó en la sofocación de la revolución de Armenia y dirigió el sitio a la ciudad de Van, capital de Armenia, el cual duró 21 días y redujo a cenizas las dos terceras partes de la ciudad. Hubo 40.000 muertos por eso el presidente Roosvelt lo llamó "el verdugo de Van".
En 1925 visitó los llanos de Venezuela entrando por el Meta para conocer la vida de Páez, a quien admiró con exaltación dedicándole una notable biografía. Escribió el prologo de la novela "Doña Bárbara" en su edición en inglés. Su principal obra fue: "Cuatro años bajo la media Luna", que es su diario e impresiones en los diferentes frentes de batallas en Europa y Asia durante la I Guerra Mundial, escrito en Gramalote, Colombia en 1920.


Fue contrincante en el Medio Oriente de Lawrence de Arabia y después fue su amigo en Londres. Fue gobernador de la provincia de Palestina. Estuvo en México combatiendo con Pancho Villa y con el valiente Francisco Madero y Flores Magón. Estuvo en Nicaragua combatiendo con Sandino y escribio un libro "El saqueo de Nicaragua", el cual no circuló porque los americanos compraron toda la edición, por hablar en contra de elllos.
Al asumir la presidencia de Venezuela el general eleazar López Contreras regresa a su país, suponía que sería tomado en cuenta para algún alto cargo en el gobierno tomando en consideración su brillante personalidad, pero no fue así.


Fue nombrado administrador de la Aduana de Las Piedras. Para ese momento ya se encontraba enfermo de artritis y viajaba a Trincheras para su recuperación, allí lo visita el teniente coronel Emilio López Méndez y los subtenientes José León Rangel y Ebelio Roa Castro, van ilusionados a conversar con el gran hombre, a estrechar su mano enérgica y lograr su opinión sobre Venezuela y sus Fuerzas Armadas. Renuncia al cargo de Administrador de la aduana, luego fue nombrado en Comisión para estudiar la Policía de Panamá, pero está muy enfermo, deprimido, sus manos están muy hinchadas, su cutis cobrizo pero como es hombre de gran voluntad asistió a la celebración del 5 de julio de 1937 en la Embajada de Venezuela.
El 7 de julio es operado de la garganta, el día 10 amanece muy grave, una pulmonía mina su salud y fallece ese mismo día a las 2:45 pm. Nadie se explica por qué motivo se complicó su mal en una operación tan sencilla, este hecho generó muchas conjeturas y opiniones.
El gobierno venezolano debía tomar las medidas pertinentes para el traslado de sus restos y hacerle sus merecidos honores. El 24 de julio de 1937 llegó el vapor de carga "Orazio" con un bulto anónimo, este bulto estuvo abandonado en un almacén sin que nadie lo reclamara, la cancillería venezolana hizo mutis y fingió ignorar su llegada a nuestro primer puerto. El 27 de julio el Administrador de la aduana dirige una comunicación a la Cancillería donde solicita que se retire el bulto con el cadáver, debido al fuerte clima porque no podía permanecer allí entre tanta "importante mercancía". Por fin la prensa se entera, el primer periódico en dar la noticia es El Heraldo, esto dio origen a la movilización de los periodistas y la localización del cadáver. Un guardia los conduce preguntando: "Ustedes buscan a un señor De Nogales". "Creo que es aquel bulto de aquel rincón". Allí estaba dentró de una caja de madera el cuerpo de De Nogales Méndez, digno del Panteón Nacional, yacía allí abandonado uno de los héroes más importantes y gloriosos de la I Guerra Mundial, estaba rodeado de barricas, palas, mercancías, desperdicios y roedores quien había sido huésped de honor de reyes y magistrados.
Una tarjeta corriente de invitación para su entierro en el Cementerio general del Sur, publicada el 2 de agosto de 1937, señalaba despectivamente una ceremonia sin honores para quien ha debido ceñir sobre su féretro el tricolor nacional.
Sólo tres venezolanos tuvieron el valor de protestar en el campo santo y pregonar audazmente sobre la verdad, el primero que habló a nombre de los andinos fue Rafael Ochoa Maldonado, primo hermano del Mayor Ochoa Briceño, afirmando que el Ejecutivo Venezolano con toda seguridad hubo de ser informado previamente de su fallecimiento y por tanto ha debido proceder a dictar las medidas conducentes para cuando arribara a La Guaira el cuerpo, porque el General De Nogales, era acreedor a tales honores que no se le tributaron ni en la muerte. "Terminó renegando de lo que había informado cierto alto político, de de que no le habían querido rendir honores, porque ERA TACHIRENSE". "Maldito sea ese infame criterio". Añadió ademas: "El General De NOgales es un hombre que le pertenece a la patria por entero".
Como contraste ante la indiferencia gubernamental allí estaba también entre las pocas ofrendas florales que arroparon su tumba, una fina tarjeta en pergamino con resaltante título de nobleza sobre una corona de roble con laureles de oro. la había traído un caballero de continente severo que con su actitud austera demostraba su gran dolor. Era el mensajero del Kaiser Guillermo II. La tarjeta decía: "A Rafael De Nogales Méndez. Generalisimo en la gran guerra, uno de los caballeros más valientes que haya conocido",
Sus restos reposan en el Panteón de los Oficiales retirados en el Cementerio general del Sur en Caracas.
El auditorio del Centro Cívico de la ciudad de San Cristóbal lleva por nombre "Auditorio General Rafael De Nogales Méndez".