martes, 7 de febrero de 2023

DOCUMENTOS HISTÓRICOS: DESTRUCCIÓN DEL ALTAR DE LA IGLESIA DE QUENIQUEA EN 1879

 ARCHIVO HISTÓRICO DEL ESTADO TÁCHIRA

AÑO 1880 - TOMO II.

Transcripción: José Antonio Pulido-Zambrano

Individuo de número de la Academia de Historia del Táchira


EE UU de Venezuela

Táchira

Jefatura

del Distrito

Sucre, noviembre 5 de 1879

N° 72

Ciudadano Presidente del Estado

            Oportunamente di cuenta al gobierno sobre lo ocurrido relativamente a la destrucción del altar mayor que pretendió hacer el Cura de esta parroquia[1] en la Iglesia de este Distrito, destrucción que llevó a efecto, no obstante mi negativa explícita al tratarme sobre el particular, negativa que tuvo por razón no sólo el que el altar llenaba las necesidades y exigencias del pueblo, sino también porque no le concedí, como no concede, facultad a los párrocos para disponer así de una obra que tiene el carácter de pública y que bajo la inspección del Concejo Municipal quiere el representante del soberano en las Entidades Seccionales en que está dividido el Estado.

            Como he manifestado el altar destruido llenaba las necesidades del pueblo, y si no era una obra de arquitectura completa, no presentaba a la vista una perspectiva desagradable; así es que su destrucción no ha sido causa razonable de ser, y el hecho cometido aumenta su gravedad que atiende a que el Distrito, por el visto, no está en aptitud  de entrar a construir una obra de ese género, en todo cuando otras necesidades imperiosas a que es necesario atender si se quiere conservar la categoría de Distrito, tanto más cuanto que la misma iglesia necesita de reparos más urgentes. El hecho de que se trata es de por sí ya grave y sobre él le llamo la atención al Gobierno para que dicte una correspondencia eficaz, ya para reparar el causado y castigo de los que lo convenido ya para prevenir que el mal siguiera pagándose. Los templos son obras de interés público y no pueden estar sino en el dominio del que a este representa.

            Después de la destrucción del altar el cura que la promovió separado de la población, y por los rumores que corren vengo en cuenta de que se pretende por los que contribuyan al hecho formar una asonada y desconocer mi autoridad, saliendo de la propaganda de que por el pueblo va a quedar sin cura.

             Espero cuanto antes que el Gobierno me indique el camino que debo adoptar en este asunto, que no puede aceptar de ninguna manera que queden burladas las disposiciones del Gobierno y las que como Prefecto he dictado para evitar el daño de que trata esta nota para lo que pueda convenir debo advertir al Gobierno que oportunamente oficie al juez de este Distrito a fin de que este procediera a abrir la inquisición sumaria correspondiente para hacer constar el hecho en referencia y el culpable o culpables de su ejecución.

Dios y Federación.

Julián Escalante.[2]

[1] Ezequiel Moreno

[2] ARCHIVO DEL ESTADO TACHIRA GOBERNACION - Año 1880 -  Tomo II