miércoles, 17 de octubre de 2012

ANTONIO ROJAS, EL CANTADOR DE VELORIOS

Por: José Antonio Pulido Zambrano


Antonio Rojas en la casa de Los Osos (Año 1980). 

Los gritos de la partera retumbaron el corredor. Unas ollas rodaron de la mesa de madera pegada a aquella pared de bahareque. Se necesitaba más agua caliente. La mujer que intentaba dar a luz empezó a cantar para calmar su dolor y ese canto fue unido a un llanto. La partera señalo:
- Uhhh, ese como que va ser cantador, vea el chirrido que pega.
Raimunda miró con ternura a ese ser que acababa de llegar al mundo aquel 26 de junio de 1939, un niño varón, la partera lo revisó, miró la luna, un niño de cáncer. Las estrellas señalaban que iba ser un niño muy alegre y parrandero.
Raimunda lo tomo entre sus brazos, no calmó aquel infante su llanto hasta que lo protegieron los brazos femeninos. Raimunda le miró sus ojitos y señalo:
- Se llamara Pablo Antonio, Pablo Antonio Rojas.
La infancia de Antonio Rojas como empezó a ser conocido en aquellas tierras de la Mesa de San Antonio y los caseríos Los Osos y San Rafael. En los cortes de caña y en las recolectas de café se empezó a caracterizar por sus coplas improvisadas y sus ritmos musicales que sacaba con hojas de café. En la aldea empezó a ser conocido por su voz y en plena adolescencia ya contrapunteaba con los más viejos.
Era costumbre de los andinos en la comarca, que al morir alguien se acompañara ese transito doloroso con música. A Antonio desde pequeño aquella tradición le llamaba la atención. En esos encuentros juveniles, en un velorio de angelitos vio a dos hermanos acompañar con sus voces coplas inspiradoras hacía aquel infante, los hermanos se llamaban: Rosa y Baudilio Zambrano.
Era costumbre que en los velorios los músicos no se hicieran esperar, sus instrumentos de cuerdas, maracas y charrascas invadieran la atmósfera con  melodías en coplas sentidas, dolientes y alegres, décimas improvisadas en un ambiente, que en muchos casos duraban tres días hasta la llegada del sacerdote, en esos días se hacían grandes comidas o "comilonas", acompañados de miche o "calentado". En ocasiones mataban una res, si el difunto era de una clase social alta, sino un cochino o varias gallinas. 
Antonio se aficionó tanto al oficio de músico de velorios, que no había "alma en pena" que escuchase sus cantos. En ese ambiente se hizo muy amigo de Baudilio de Jesús Zambrano, un joven virtuoso del requinto y ese dueto caminaba los caminos intrasitables para cantarle al muerto de turno. Ellos afianzaron una gran amistad, y eso conllevó a que Antonio posara los ojos en la hermana de Baudilio, y fue así como a finales de la década de los cincuenta se casó con Rosa, ella contaba apenas con las quince primaveras.
A través de los años lograron un matrimonio muy bonito, y muchos de sus hijos absorvieron el lado musical de sus padres. A Antonio y Rosa, se les apodo "Los Cantarines", y tanto velorio de angelito como adultos nunca faltaban.

Antonio Rojas "El Cantarin" en un velorio.

De su matrimonio sin hijos: María Raimunda, Cecilia, Samuel, Doris, Benjamin, Rafael, Alfonzo, Neiber, Flor, Ricardo, Yoel, Magally y Antonio Rojas Zambrano.

Recuerdo a tío Antonio con mucho cariño, cuando le visitamos por primera vez fue en la casa del caserío Los Osos, siempre fue un tío amable, alegre, un tanto querendon. En esa estadía nos ofreció miel y nosotros como chicos nos volvimos iperactivos. El tío se reía, y nosotros, mis hermanos y yo a jugar con los primos. Con el paso del tiempo se mudaron a la casa del Cerro, que fue al lugar que más visitamos. Esa casa esta estructurada en dos partes, la primera poseía sala, cuarto y aposento, había que pasar una especie de pasillo para ir a la cocina y el baño quedaba un poco retirado, por lo que en la noche se tornaba un problema, pues allí no había luz, se alumbraban con lamparas de aceite de pipa, y en las noches a contar cuentos de espantos. O si no el tío tomaba algún instrumento musical y nos deleitaba con sus improvisaciones.

Con el tiempo el tío Antonio, se hizo una leyenda viviente. "ANTONIO CANTARIN".

La vida a veces es injusta, parece increíble, todo tiene su final. El tío acompaño todos los velorios, pues al morir él, quería que su velorio fuera inolvidable. Y fue inolvidable. La noche del 23 de agosto del 2012 la quebrada La Guacamaya lo arrastró al río y se llevó su vida. Su cuerpo pudo ser encontrado, pero debió ser llevado de inmediato al cementerio, por lo que "al Cantador de velorios" le tocó un velorio sin cuerpo presente.
Así son las cosas, pero la voz de tío Antonio no murió, prosigue en las nuevas generaciones, allí quedó la enseñanza en Samuel y Alfonzo, y en todos sus nietos cantarines...


PABLO ANTONIO ROJAS
  


MANA JULIA, LAS SERPIENTES Y EL KEROSÉN (PERSONAJES DE SAN JOSÉ DE BOLÍVAR)

Por: José Antonio Pulido Zambrano


En la calle Bolívar de mi pueblo, entre carreras 9 y 10, en la época de mi niñez vivió una vieja, en la cuadra nosotros la conocimos como Mana Julia. 
La casa de Mana Julia era muy humilde, vivía con su esposo el señor Esteban, y eran los únicos que vendían kerosén en el sector de El Topon.
Por algún motivo todos los niños de la cuadra le tenían mucho miedo, decían que era bruja. 
Mana Julia era alta, enjuta, muy arrugada, con los dientes careados, viciadora de chimú y miche claro o "aguardiente". Nuestros padres contaban que a Mana Julia la habían picado muchas serpientes en su huerto, pero eran tantas las picadas que se había vuelto inmune al veneno, quizá por ello veíamos sus uñas largas y negras de tierra con asco, miedo y repulsión, ya que cuando nos portábamos mal el castigo oral era: "Siga portandosé mal, para que un día de estos Mana Julia le meta un pellizco". Un pellizco de Mana Julia era sinónimo de muerte para los niños de la cuadra.
Recuerdo que ya de adolescente murió el señor Esteban, él era de contextura más baja, flaco y con un sombrerito de rayas que acostumbraba llevar de medio lado. Por ello decidí ir al velorio, para sorpresa mía, a la única que encontré en la sala velatoria fue el ataúd solitario con el señor Esteban e Irma Polla (personaje típico de mi pueblo) rezando unas letanías de lo más de hermosas, jamás he vuelto a escucharlas.
Me acerqué a ver el difunto, y lo que más recuerdo eran sus uñas, el cadáver era pálido, estaba como dormido el señor Esteban, pero sus uñas y las yemas de sus dedos eran muy moradas, eso me recordó el mito de Mana Julia y la picada de serpientes, pero para calma mía Irma - que al parecer sabía mucho sobre la muerte - me explicó que todos los muertos se le ponían las "uñas moretadas" o color morado.
Mientras que estuve en la casa de Mana Julia, nunca le vi salir y al despedirme volvió a quedar sola con el difunto la estrambótica Irma Polla.
Mi casa quedaba detrás de la casa de Mana Julia y mi papá siempre le compraba el kerosén a Mana Julia por el lindero, y ella siempre le ponía quejas de nosotros para con ella: "...que si le tirábamos piedras a las gallinas, que nos montábamos en el techo, que nos comíamos las guayabas de un guayabo de su propiedad pero cuyas ramas caían en el gallinero de nuestras casas, entre otras travesuras..." Si algo caracterizaba a Mana Julia también era su mal carácter.
Un día de la nada desapareció Mana Julia, mi padre tuvo que empezar a comprar el kerosén en otro lado y la casa de ella se empezó a enmontar y curtirse de olvido y soledad. Todos los niños creímos que se la había llevado el Diablo por ella tener pactos con las culebras, que según mi abuela María Isabel era el animal que había ocasionado el pecado y había parido el mal sobre la tierra.
Ya de adulto desentrañe el misterio, resulta que Mana Julia había tenido un hijo, que desde muy pequeño se había ido del pueblo, ya al morir el señor Esteban y Mana Julia cubrirse más con el manto de la arrugas, decidió venir y llevársela, murió lejos, muy lejos del pueblo Mana Julia.


Chamos de la cuadra en la época de Manas Julia:
De izquierda a derecha: José Antonio Pulido, Gerson Vivas,
Magin Vivas, Nixón Pulido, Pedro Pulido y Jairo Vivas.

martes, 2 de octubre de 2012

CANDIDATOS PRESIDENCIALES EN SAN JOSÉ DE BOLÍVAR A TRAVÉS DEL TIEMPO

Nuestro pueblo ha sido visitado por candidatos presidenciales y ya siendo presidentes. El único que ha visitado a nuestro terruño como residente de Miraflores fue el señor Carlos Andrés Pérez, amigo de varios rioboberos como: Teódulo Zambrano, Anibal García, Altagracia Peñaloza, Segundo Pulido, entre otros.





Pero en campaña electoral llegaron a nuestro pueblo Rómulo Betancourt, proveniente de El Cobre, vino a caballo. También estuvo en el pueblo otros políticos como Jovito Villalba, Leonardo Ruíz Pineda para inspeccionar la construcción de la Casa Cural.


Circuló por las calles del poblado la propaganda política al Dictador Marcos Pérez Jímenez y no era para menos si un riobobero estaba a su lado como el General José Victoriano Zambrano Méndez.


Es recordado en la memoria histórica la visita del Dr. Rafael Caldera a la población y su estadía en la posada de Doña Vicenta Escalante de Gómez.


También estuvo en nuestro pueblo en casa de Julio Silva el candidato presidencial Luis Herrera Campins.


Camino por nuestras calles el candidato del MAS el señor Teodoro Petkoff, en compañía de Clemente Pernía, el primer riobobero que fundo el partido de izquierda del pueblo.


También visito a la comarca el Dr. Ramón J. Velásquez futuro presidente, fue padrino de la IV Promoción de Bachilleres en Ciencias del Liceo San José de Bolívar.


En la campaña de 1987 - 1988 visitó al municipio el candidato Eduardo Fernández, apodado "El Tigre". Fue Eduardo Fernández el último candidato que ha visitado a San José de Bolívar en campaña electoral.





En las elecciones presidenciales del 07 de octubre el pueblo de San José de Bolívar no fue ajeno a la contienda electoral, tanto el presidente Chávez como el candidato de la alternativa hicieron mover emociones, el pueblo se vistió de propaganda de ambos bandos y según datos del CNE, 2086 personas votaron por el candidato Henrique Capriles Radonski y 1218 personas por el actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela, estos datos no reflejan la realidad nacional, ya que aunque en el pueblo ganó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como se llama a quienes adversan al presidente Chávez, el ganó a nivel nacional con el 54% de electores. 

Francisco de Miranda:

Hugo Chávez: 1218 votos para un 36,73 %

Henrique Capriles: 2086 votos para un 62,90 %

Ficha Técnica:

Número de electores escrutados: 3978

Número total de electores que votaron realmente: 3358

Participación: 84,41 %

Número de votos escrutados: 3358

Número tatal de votos válidos: 98,74 % - 3316 votos

Número total de votos nulos: 1,25 % - 42 votos


Con estos dos rostros y slogans se mostraron al pueblo los dos contendores.

V PROMOCIÓN DE BACHILLERES EN CIENCIAS "ALBA PULIDO DE BRACAMONTE" - AÑO ESCOLAR 1979 - 1980 SAN JOSÉ DE BOLÍVAR



En la parte superior de la imagen: Sergio Sierra Olejua, José del Carmen Guerrero Jaimes, Marina Guerrero, Antonio Bustamante, Sergio José Mora Zambrano, Neófito Vivas y Ciro Humberto Pérez Parra.
En la parte inferior aparecen: Lucinda del Carmen Urbina Colmenares, Gilberto Eloino Zambrano Rojas (Q.E.P.D), Ana Jaimes (Q.E.P.D), Eva Cardenas, Argenis Elías Vivas Becerra y Félix Inocencio Peñaloza Moreno.
Esta es la V Promoción de Bachilleres en Ciencias del Liceo de San José de Bolívar.