martes, 30 de noviembre de 2010

El MUNDO RIOBOBERO DE SOFIA (PERSONAJES DE SAN JOSÉ DE BOLÍVAR)

José Antonio Pulido Zambrano


Doña Sofía, su hija Carmen y su hermana Ángela Contreras

Hoy me entere de la muerte de Doña Sofía, otra gran matrona de nuestro pueblo. Doña Sofía casó con Don Hilario Chacón, el hombre que por muchos años fue el encargado de tocar las campanas de la iglesia. 
Se muy poco de los orígenes de Doña Sofía. Investigaciones de Historia Local realizadas por Josefa Zambrano señalan que "los abuelos de Sofía provenían de Seboruco", ellos fueron "el señor Juan de La Cruz Contreras y su esposa Domotilia, esta familia llegó a Mesa Grande, luego compró en Los Paujiles". 
Uno de los hijos de Juan de La Cruz y Domotilia Don Manuel Contreras, quien "estando viviendo en la aldea de Los Paujiles conoció a la que iba a ser su esposa; Socorro La Cruz, al poco tiempo se casaron y de esa unión nacieron varios hijos: Eloy, Andrés, Escolástico, Ana, Sofía, Porfirio, Manuel y Ángela". Esta familia vivía de la agricultura y de lo que cosechaban era para el consumo particular de la aldea.


Momento en que Hilario Chacón enamora a Sofía Contreras

Por mi parte, recrearé el mundo de Sofía desde la memoria y desmemoria, la vi por primera vez un octubre del año 1981, cuando mi madre me llevó a la Escuela Básica "Regina de Velásquez". Ella estaba allí a la entrada con sus dos hijos menores: Oscar y Soledad. Luego ellos fueron mis compañeros de primeras letras al lado de Yoel Cardenas y Jaime Escalante. Mi madre leyendo mi curiosidad de niño me dijo que ella era Doña Sofía Contreras, la esposa de Don Hilario Chacón. Don Hilario era bedel de la escuela y en ese instante al fondo arreglando un cuadro de Régina de Velásquez. Al tiempo volví a saber de Sofía, una hija de ella, hermosa como la niebla andina era coronada Reina de unas ferias de ensueño en 1982. Esa Reina era Lilian Chacón, allí mi madre me expresó: - Esa es hermana de Soledad y Oscar.


SOFIA CONTRERAS


HILARIO CHACON

Por casualidad, en mi primer encuentro con la sabiduría, comprendí y aprendí que la "Filosofía" era "el amor a la sabiduría", y en esas conversaciones con mi madre encontré que el nombre Sofía quería decir SABIDURÍA. Desde ese día imaginé a los sabios e intelectuales con lentes como Sofía.
Los años me llevaron a mundos ignotos, y en esos avatares fui conociendo a otros hijos de Sofía e Hilario. A Noél Chacón lo distinguí de prefecto, bueno ese ha sido su mundo, el de "La Política", y allí asocie al hijo de Sofía al libro del sabio Aristóteles, el de la política, Noél cabía en los escritos de Aristóteles. Luego leí El Banquete de Platón y creí que en el caía el señor Ramón Chacón o "Cominos", gran amigo de mi padre, fabulador y amigo de la buena vida, y como Platón amante de un Arpa, en el casó de Platón de una Lira, y ambos entonaban su filosofía de vida en un canto, ese fue el segundo "libro-hijo" que conocí de Sofía. Aunque en "El Banquete" tambien se encontraba la personalidad de Luis Chacón, o "Luis Cochices" como lo apodaban sus amigos, hombre servicial, alegre, de buen humor y presto a ser oyente, este era el tercer "libro - hijo". 
La filosofía (del latín philosophĭa, y éste del griego antiguo φιλοσοφία, "amor por la sabiduría") es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia (esta la converse con Oscar "el cubo" de Sofía, un hijo muy inteligente y que tiene una mirada plural de la vida, un tanto utópica, era el cuarto "libro-hijo" de Sofía). El conocimiento, otro pilar de la filosofía la viví con Enrique Chacón, pues más que político, Enrique el primer Alcalde del pueblo, era un Cultor y de allí que su patrimonio cultural sea su museo de antiguedades. Por otro lado, la verdad, característica nata del filosofar la contemplé en Carmencita, mujer de temple riobobero, con una sonrisa eterna difícil de olvidar y la moral, esta quizá adscrita en Soledad Chacón la hija menor de Sofía ya que me expresó amistad y esperanza para decir sin creces lo que opina de la vida; por su parte el señor Miguel Chacón me demostró el don de la mente y el lenguaje, en esas conversaciones eternas que sostuvimos cuando él era autobusero de Expresos San José; y por último, Sofía tenía que saber que el ciclo de lo filosófico termina en la belleza y le dio a la generación de los ochenta a Lilian, que es belleza en cuerpo y alma. De allí que quizá Sócrates, de haber nacido en San José de Bolívar, no probaría la Cicuta si los dioses le dieran de nuevo el don de la vida, ya que nuestro pueblo es un lugar que sin ser griego sueña con ser griego, y es factible que un griego en este instante este soñando con ser riobobero.


SERENATA DE RAMÓN MARQUEZ A DOÑA SOFIA

domingo, 14 de noviembre de 2010

DOMINGO ROA PÉREZ, PRIMER SACERDOTE DE SAN JOSÉ DE BOLÍVAR

Por. Josefa Zambrano


Monseñor Domingo Roa Pérez

La Conferencia Episcopal Venezolana nos aporto algunos datos para la biografía del primer sacerdote de San José de Bolívar, agregando de nuestra parte los datos que se han logrado recabar de su estadía en el pueblo.Su nombre fue Domingo Maximiliano Roa Pérez, nació en la población de San Bartolomé del Cobre (Hoy El Cobre), municipio Vargas, del estado Táchira, el día 21 de Febrero de 1915. Hijo legítimo de Don Quiterio Roa y Doña Juana Pérez de Roa.Estudió su instrucción elemental en su pueblo natal y en Pamplona, ciudad de Colombia. Ingresa al Seminario el 1 de octubre de 1929 bajo la mano paternal de Mons. Tomas Sanmiguel, hasta el 13 de julio de 1934, en septiembre ingresa al Seminario Interdiocesano de Caracas donde realiza estudios de Filosofía y Teología, culminando sus estudios el 08 de octubre de 1938. El 28 de octubre del mismo año viaja a Roma para ingresar al Colegio Pío Latino Americano, inscribiéndose como alumno de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana, le acompañan los futuros Monseñores, Rojas Chaparro, Rincón Bonilla y Raúl Méndez Moncada, este ultimo regresa a los pocos días enfermo por el duro invierno Europeo, vale la pena mencionar que a los cuatro los llamaban (los 4 R del Táchira), sus estudios en Roma fueron cancelados por el Presidente de Venezuela Eleazar López Contreras, persuadido por el Capellán de Miraflores Mons. Moncada, tío de Raúl Méndez Moncada. Recibió la ordenación Sacerdotal el 12 de abril de 1941 de manos del Excelentísimo Mons. Luis Traglia, al día siguiente celebra su primera Misa. Después de su Ordenación permanece en Roma hasta el 22 de Julio de 1941, cuando regresa a la Patria, haciendo la revalidación de su titulo y recibiendo de la Universidad Central de Venezuela el titulo de Dr. En Teología.
Al llegar a San Cristóbal es recibido por el gran Obispo Mons. Rafael Arias Blanco, quien influye prontamente en el recién llegado Presbítero, por la majestuosidad de su persona y la capacidad de acción en su Ministerio, terminando la formación del Padre Roa.
Sus primeras responsabilidades Pastorales asignadas por Monseñor Arias Blanco, es ser Vicario Cooperador en la Parroquia San Juan Bautista de Colon y Profesor del Colegio Sucre en Colón, cargos desempeñados hasta el 23 de noviembre de 1943, cuando es designado Cura Párroco de la Parroquia San José de Bolívar, donde puso de relieve sus dotes de verdadero Ministro del Señor, pueblo con 60 años de fundado, pero carente de sacerdote y la población era atendida por el cura de Queniquea. En su estadía en el poblado tuvo como monaguillo al joven Acacio Belandria Pulido. Expresa Horacio Moreno (1982) en su Monografia a san José de Bolívar: "Desempeño esta parroquia envuelto en altura espiritual, grandeza de corazón y bondad infinita. Cumplió una misión sin paralelo en su augusto ministerio". Fue una alegría para el pueblo su designación como sacerdote, por lo que su llegada al poblado fue apoteosica, en una alegría espiritual nunca antes vista en el poblado.


Domingo Roa Pérez
 
A finales de 1944 el padre Domingo Roa Pérez es cambiado por el padre Agustino recoleto Fray Carmelo Lerga, otro hombre de gran espiritualidad y reflexión, este Carmelo Lerga sería gran amigo de Monseñor José Alí Lebrú, a tal punto que en sus Memorias, el día que la Beata María de san José debe dejar su cargo expresa lo siguiente sobre la Madre María de San José y su amistad con Lerga: "Su humildad resaltaba. Estuve presente cuando le correspondió entregar el gobierno de la congregación, después de 59 años. En mi condición de obispo de Maracay, presidí el Capítulo General de 1960. Yo participaba del interés de que su sucesión se hiciera estando viva la Madre María, para evitar posibles futuras dificultades. Sus hijas querían que ella continuara en el cargo de superiora general, pero ella misma les hizo ver la conveniencia de nombrarle una sucesora; y, al ser electa la Madre Águeda Lourdes Sánchez, la segunda superiora general, la primera en reconocerla fue la Madre María y pedirle públicamente perdón por las faltas que en su humildad creía haber cometido en el desempeño de sus funciones. Recuerdo que el reverendo Padre Carmelo Lerga, Agustino Recoleto que me acompañaba como delegado de su orden, dijo: 'Madre, no siga, porque aquí todos vamos a terminar llorando'. Desde que entregó el cargo de superiora general, la súbdita más dispuesta a cooperar y a guardar la obediencia fue la Madre María. Tengo para mí que conocí un alma verdaderamente santa. Muchas veces tengo que confesar que cuanto recuerdo de ella es edificante y ejemplar".
En 1946 atendiendo las labores de Capellán del Asilo de San Antonio, es nombrado Director del Diario Católico de San Cristóbal sustituyendo al Pbro. Dr. Carlos Sánchez Espejo, realizando una gran labor periodística. El 24 de junio 1947 siendo aun Director del Diario Católico es designado Párroco de Nuestra Señora de Coromoto donde permanece por cuatro años, construyendo 2 colegios, Pio XI (para niños) y Pio XII (para Niñas) y luego el Templo Parroquial.
El 30 de Marzo de 1951 es designado Vicario General de la Diócesis de San Cristóbal, labor que realiza el hasta el 3 de octubre cuando es electo por el Papa Pio XII, Obispo de Calabozo. Es consagrado por el Sr. Nuncio Mons. Rafael Forni, en la misma Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Coromoto. En 24 noviembre de 1957 a los 8 días es recibido en Calabozo. Tres años y tres meses trabajo Mons. Roa en Calabozo y en la Prelatura Apostólica de Apure. Como Obispo y maestro se preocupó en construir y equipar el seminario de la Diócesis, construye la casa hogar para niñas que funcionaba al lado de la Catedral y refacciona esta vieja casa y la deja lista para la fundación del colegio Coromoto.
El 16 de enero de 1961 fue electo como quinto obispo de la Diócesis de Maracaibo, de la que tomó posesión canónica el 11 de Marzo de 1961. Los primeros años del Obispo Roa, fueron de recorrer y conocer la Diócesis, las tierras de misión como el sur del lago y el futuro territorio de costa oriental del lago recibieron los desvelos pastorales del nuevo Obispo, la urgente necesidad del Clero, la promoción de las vocaciones, la convocatoria del Concilio Vaticano II, la construcción de Templos y sitios de Culto ocuparon los primeros años de actividad Pastoral de Mons. Roa.
El escudo heraldico que se le asigna lleva la siguiente descripción: De forma acampanada con una banda flotante en rojo, en la cual aparece la siguiente divisa: OPUS-FAC-EVANGELISTAE (Haz obra de Evangelista). Como timbre tiene un sombrero en sinople, guarnecido de cordones del mismo color, entrelazados en lo alto, pendientes a los dos lados, y con cuatro órdenes de borlas también sinoples (3 los Obispos y 4 los Arzobispos) puestas 1, 2, 3 y 4 descendentes. Bajo el sombrero y sobre el Escudo, Mitra, Cruz doble (por su condición de Arzobispo, tremolada y Báculo, colocados derecha, centro e izquierda respectivamente. El Báculo vuelto hacia fuera que denota que denota jurisdicción. El escudo dividido en dos campos. El campo diestro, en oro, hay tres rosas en rojo; en el siniestro en plata y verde, una palmera en sinople. SIMBOLOGÍA: El escudo del Excelentísimo Monseñor Domingo Roa Pérez, es un ideograma que tiene este significado: La divisa de la banda flotante OPUS-FAC-EVANGELISTAE, quiere ser un anuncio del programa episcopal del nuevo Prelado, que desea como instrumento en manos de Dios, que su pontificado sea la entrega total de sí mismo, a la Pastoral evangelizadora que la Divina Providencia la ha confiado y en ella habrá de consumirse y desgastarse la vida del Pastor. La Mitra es un distintivo de la autoridad del Obispo y del celo por la salvación de las almas. El Báculo, símbolo de Pastor en la obra evangelizadora. Las rosas del campo diestro, representan el Rosario, el amor a María, en cuya maternal guía quiere cobijarse el nuevo Pastor. La Palmera en el campo siniestro, simboliza la región llanera (Guárico) donde ejercerá su paternal autoridad pastoral como representante de Cristo en la tierra y fidelidad a la Sede Apostólica.


Por su preocupación Pastoral promovió, y organizó la nueva Diócesis de Cabimas, el 26 de julio de 1965, entregándole al nuevo Obispo Mons. Constantino Maradei Donato, un buen número de Sacerdotes y Parroquias organizadas. Lo que hace que la pujante región Oriental del Lago hoy sienta la presencia de la Iglesia como la primera promotora del desarrollo integral de esa importante región, en la celebración de sus 40 años de Diócesis.
Por la “Bula Regimene Suscepto” de S.S. Pablo VI, con fecha del 30 de abril de 1966 fue creada la Arquidiócesis de Maracaibo y fue designado como Primer Arzobispo.En Marzo de 1968 conservando el título y oficio de Arzobispo de Maracaibo, fue nombrado: Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Mérida, misión que cumplió hasta Octubre de 1969, cuando fue elegido el Arzobispo titular de aquella Arquidiócesis.Durante su Gobierno en Maracaibo dedico especial atención pastoral al Seminario, creación de nuevas Parroquias, los Medios de Comunicación Social y la Construcción de Iglesias y Colegios en las Barriadas de la Ciudad. Durante su gobierno se ordenaron 40 nuevos Sacerdotes los cuales prestan sus servicios a la Arquidiócesis y a diferentes comunidades religiosas. Se ordenaron 5 Obispos.En 1970 inauguró una nueva experiencia en la formación de jóvenes a nivel del Seminario Menor. En 1975 inició por primera vez en la Historia de la Diócesis el Seminario Mayor, con el Primer Año de Filosofía. Actualmente el Seminario cuenta con 40 seminaristas mayores y 16 Seminaristas menores.Los medios de Comunicación Social de la Arquidiócesis, como instrumento moderno de evangelización fueron sus grandes preocupaciones y de mayores sacrificios, la Arquidiócesis cuenta con un periódico, - Diario “La Columna” (actualmente cerrado) – y dos estaciones de Radio, “La Voz de la Fe” y “NC Stereo”, renovado a una potencia 100 KW de salida. En “La Voz de la Fe” se hizo escuchar todas las semanas en un programa de amplia sintonía “La Voz del Pastor”, donde el Obispo enseñaba e informaba al pueblo de su labor pastoral. En Niños Cantores Televisión transmitió todos los domingos el programa “Cátedra”.Desde su llegada su gran preocupación fue la presencia de la Iglesia en las Áreas Marginales tan extensas y abandonadas. Esta inquietud lo ha llevado a la construcción y asistencia directa de Colegios Religiosos dependientes de la Arquidiócesis bajo la dirección de Congregaciones Religiosas. En la actualidad esta experiencia consta con 21 colegios con una población estudiantil de 36.000 niños, más un Liceo (Mons. “Juan Hilario Bosset”) con una población estudiantil de 1.600 de Primer Año a Quinto Año.Como miembro del Colegio Episcopal participó en el Concilio Vaticano II en las sesiones correspondientes a los años 1962, 1964, 1965, como Ordinario de Maracaibo. Asistió a la 2da. Conferencia General del CELAM. En Medellín, en Agosto de 1968, por nominación expresa de la Santa Sede.Intervino en III Sínodo de Obispos, como miembro elegido por la Conferencia Episcopal Venezolana, en Septiembre de 1974. Asistió a la III Conferencia del CELAM en “Los Ángeles de Puebla” en Enero de 1979.Como miembro de la Conferencia Episcopal Nacional, participo y presidio diversas comisiones nacionales, entre otras, Catequesis, Apostolado Seglar, Medios de Comunicación Social, Seminarios.A su llegada a Maracaibo existían 31 Parroquias, para atender a 8 de los diez distritos que componían el Estado Zulia. Después de 32 años de trabajo la Arquidiócesis cuenta con 60 Parroquias, para servir al territorio de la Arquidiócesis.Muchos hombres y mujeres hablaron, hablan y hablaran de Mons. Domingo Roa Pérez, sin embargo quiero hacer referencia a la definición que hizo el Excelentísimo Mons. Mariano Parra León Obispo de Cumana el 20 de Noviembre de 1982: “Imposible en unas breves líneas destacar una por una todas las virtudes que adornan la personalidad de Mons. Roa Pérez. Tan sólo quiero destacar una de sus mejores galas espirituales, como es la firmeza en los principios y su defensa decidida y valerosa ante cualquier circunstancia. Domingo Roa Pérez es un hombre de una sola facha. Para el no hay virajes tortuosos ni situaciones condicionadas. Cuando se traza una línea, la sigue imperturbable, sin inmutarse ante las dificultades ni siquiera ante de los peligros. Así gobernó a Calabozo y gobernó a Mérida. Así ha venido dirigiendo y guiando a la Arquidiócesis de Maracaibo. Celoso de su dignidad; pero, más celoso de su compromiso como Pastor de la grey Zuliana. Yo lo admiro por la firmeza de sus principios. Casi diría que es terco con lo que sostiene y nadie ni nada lo hace ir hacia atrás. Los hombres de su talla no siempre conquistan admiradores, porque, lamentablemente, hoy se admiran, por lo menos por fuera y desde afuera, los hombres veletas, indecisos, acomodaticios a las circunstancias. Sin embargo, no son pocos los que veneran a Monseñor Roa, justamente por lo que vale esta virtud que he querido destacarle. Se la reconocen y lo aprecian de verdad. Justamente, Monseñor Roa Pérez se distingue por esa rectitud por la cual pone todo su entusiasmo y toda su pasión en orden a la educación y formación de los niños y de la juventud de su Arquidiócesis, por la cual dedica esfuerzos, sacrificios, insomnios, dificultades y hasta negaciones. Monseñor Roa Pérez es un hombre que mira siempre hacia delante y se angustia profundamente ante la negación de la personalidad que caracteriza hoy a la Educación venezolana. Por eso se revela ante la irresponsabilidad de los maestros, de los forjadores de la futura generaciones, cuando comprueba que no cumplen con el deber, sino que son unos simples cobra-sueldos que chupan al estado la sangre que ellos deberían derramar para formar nuevas generaciones. Y por eso, Monseñor Roa Pérez ha fundado y sostiene, con mil esfuerzos y sacrificios, los pocos institutos de educación en los barrios de Maracaibo. A Monseñor Roa Pérez le duele la situación del pueblo y por eso, se subleva ante la inhumanidad de los médicos que han convertido su noble y humanitaria profesión en una fórmula comercial y las clínicas en poco menos que en oficinas bancarias; y se indigna ante la comercialización que hacen los abogados en sus bufetes al destrozar la justicia y transformarla en bolsa de comercio; y se resiste ante la dureza del corazón de los ricos que amontonan dinero sobre dinero y jamás sienten ablandárseles el corazón ante tanta injusticia y abandono social como reina en el ambiente zuliano, mientras avientan millones en lujosísimas quintas y en la celebración de bodas fastuosas, que hieren el corazón de los que nada tienen y hasta padecen hambre. El Zulia, agradecido, recordará siempre la labor moralizadora y humanizante de este insigne Pastor y mantendrá vivo el recuerdo del hombre que, desde su sitial Arzobispal, fustigó a los inmorales, señalo caminos a los gobernantes politizados y ladrones, censuró a los políticos corrompidos, criticó a los comerciantes de la salud y del bienestar del pueblo zuliano y se preocupó constante y sacrificadamente por el bienestar de las zonas depauperadas de su Arquidiócesis".


Monseñor Domingo Roa con Monseñor Marco Tulio Ramírez, 
en su última visita a San José de Bolívar


El 11 de Febrero de 1993 entrega la Arquidiócesis de Maracaibo al segundo Arzobispo Mons. Dr. Ramón Ovidio Pérez Morales. El 19 de marzo de 1993 siendo cura Parroco de San José de Bolívar José Ramón Salcedo visita de nuevo la población, acompañado de Monseñor Marco Tulio ramírez, Obispo de San Cristóbal.
En 1994 es nombrado Administrador Apostólico de la naciente Diócesis de El Vigía-San Carlos del Zulia, la cual funda, organiza y prepara para ser entregada a su II Obispo Mons. William Delgado Silva.
En junio de 1999 regresa a Maracaibo y es nombrado por el Administrador Apostólico Mons. Tulio Manuel Chirivella, Vicario General de la Arquidiócesis, cargo con el cual muere el 01 de enero del año 2000, después de haber inaugurado el Jubileo del Año 2000.

MEMORIAS... RECUERDOS. 50 AÑOS DE SACERDOCIO DEL PADRE ACACIO BELANDRIA PULIDO - SAN JOSÉ DE BOLÍVAR


Padre Acacio Belandria Pulido

El 24 de octubre de 2010, el pueblo de San José de Bolívar celebró por todo lo alto los 50 años de vida sacerdotal del Padre Acacio Belandria, sus palabras en la homilía fueron las siguientes:

"Con gran alegría recibí la invitación de venir a estar con ustedes con ocasión de el aniversario de mi sacerdocio. 50 años sirviéndole al pueblo, ayudándolo a crecer en su fe. 50 años animando al pueblo de Dios a mantenerse firme en la tarea de construir el reino. Pero, ¿Por qué celebrar aquí en San José de Bolívar los 50 años de mi sacerdocio, siendo así que no nací aquí ni he vivido ni trabajado pastoralmente en la Diócesis de San Cristóbal? La respuesta es muy sencilla, y ya la voy a dar: 
- Aquí fue donde recibí de niño la primera invitación para lanzarme por los caminos del servicio y la entrega que he vivido todos estos años.
- Fue en esta comunidad donde me inicie en las cosas de Dios: Amor, fraternidad, espíritu de servicio, preocupación por los enfermos, entre otras cosas.
- En este querido pueblo mis papás y mis tíos y tías me sembraron las semillas de la fe en Dios Padre y el amor a la vida y a la gente.
- Por otra parte tengo recuerdos muy bellos del empeño que tenía mi papa de educarnos en la fe y en nuestra relación con Dios: Él encabezaba el rosario en familia todas las noches. Ahí estábamos todos los hijos.
- Como no teníamos sacerdote en el pueblo mi papá nos traía los domingos al templo para hacer un rato de oración. Me acuerdo que utilizábamos el librito titulado: Quince minutos con Jesús Sacramentado.
- Cuando yo viajaba con mí papá a Pregonero íbamos a caballo los dos, y por supuesto no podía faltar el rezo del rosario durante el viaje.


Momento de la Homilía del Padre Acacio Belandria


Padres Alejo Chacón, Acacio Belandria, Jairo Contreras y Orlando Neira. 


Doña Rosario Pulido Vivas y Don Abigail Belandria Mena.

¿Y mi mamá que hacía? ¡Qué no hacía! Era una gran servidora de la Iglesia, Promotora de la devoción de la Virgen del Carmen. Gran consejera. De mucho sentido común. Ayudaba con sus orientaciones a todo el que podía. Le gustaba mucho leer, y por eso tal vez conocía algo de los Jesuitas.


Hermildes, María y Teonila con sus padres Rosario Pulido y Abigail Belandria.

La fe de Papá y Mamá y su manera de vivir el cristianismo, al igual que la de todas las personas mayores del pueblo era una fe que producía una gran fortaleza y mucha seguridad. Todo eso se nos trasmitía a nosotros los niños y adolescentes.



Monseñor Domingo Maximiliano Roa Pérez

A todos estos recuerdos quiero añadir un hecho de mucha importancia: En esta comunidad de San José de Bolívar tuvimos el privilegio de tener como primer párroco nada menos y nada más que al recién ordenado sacerdote Domingo Roa Pérez, quien años más tarde se convirtió en el gran Arzobispo de Maracaibo. Domingo Roa Pérez era un sacerdote joven, dinámico, hombre de pelea, buen organizador, hombre de mucha oración, y de una gran preocupación por el progreso del pueblo. Su ejemplo y su palabra dejo huella en nuestras vidas. La comunidad de San José entró en su corazón y más nunca volvió a salir de él. Ademas de haber sido su monaguillo también fui miembro de su presbiterio por muchos años en la Arquidiócesis de Maracaibo.



Asistentes a la misa de los 50 años.

Hoy día en mís correrías por los campos de EL Nula su recuerdo y su talante apostólico me acompañan en todo momento. Era un pastor a carta cabal.
¿Y por qué menciono a Monseñor Roa aquí y ahora?
- Porque él marcó fuertemente mi vida de adolescente y años más tarde fue mi animador en mís labores pastorales.
- Porque considero que fue el mejor refuerzo espiritual que esta comunidad recibió allá por los años 40.
- Porque el con su actividad pastoral y la pasión que él le imprimía a todo lo que hacía, logró que la comunidad de aquél entonces profundizara en su fe, en Dios padre y en su compromiso cristiano.
- Porque esta comunidad lo asumió como muy suya y nuca se separó de ella afectivamente.


Entrada a la eucaristía

Todos estos recuerdos y memorias que he mencionado son la razón o el motivo del porque estoy aquí con ustedes como sacerdote Jesuita celebrando las grandezas que Dios ha obrado en mí a lo largo del tiempo.


La Alcaldía Francisco de Miranda en Sección Solemne por el padre Acacio Belandria
(En la imagen Padres: Jairo Contreras, Orlando Neira, 
Alejos Chacón y Acacio Belandria). 

Doy gracias a Dios^Padre porque siendo yo miembro de esta comunidad tan querida, él se fijo en mí para hacerme su servidor y el de su pueblo dentro de la Compañia de Jesús.
Doy gracias a mis hermanos Jesuitas y especialmente a mis superiores por toda la confianza, el apoyo, el aprecio y el cariño de familia que me han prodigado en mis muchos años de vida religiosa. La Compañía de Jesús (Jesuitas) ha sido mi segunda familia donde Dios Padre me ha consentido con un amor y ternura infinita, haciéndome compañero de su hijo Jesús.
Finalmente a todos ustedes, especialmente a los que tomaron la iniciativa de invitarme les agradezco de corazón su compañía, su aprecio y afecto en esta celebración. Sobre todo agradezco su sintonía con los más maravilloso que he visto en estos 50 años: Mi sacerdocio en la Compañía de Jesús.

Gracias.   


Lubin Pulido como orador de orden 
en los 50 años sacerdotales de Acacio Belandria Pulido.


DISCURSO DE JOSE LUBIN PULIDO CHAPARRO
SECCION SOLEMNE DE LA ALCALDIA A LOS 50 AÑOS
DE VIDA SACERDOTAL DE ACACIO BELANDRIA PULIDO


Presbítero Acacio Belandria Pulido S. J.
Sacerdote insigne de Venezuela

Para las familias andinas, y en particular las familias tachirenses amparadas en la fe católica, abrigan en su seno la esperanza en Dios, para que les conceda la dicha, de tener un hijo sacerdote. Aquel 25 de enero de 1930 en la población de Pregonero, el matrimonio de arraigo católico de Don Abigail Belandria Mena y Doña Rosario Pulido Vivas, la divina providencia los bendice con el nacimiento de un niño, que en el calor de esta familia humilde, cobijada por su fe en la religión cristiana, lo encaminan en sus primeros años que los vive en San José de Bolívar por el sendero de Dios. Al cumplir sus 9 años, los escasos recursos económicos de sus padres, pobreza serena sin angustias, no son limitante y le apoyan para que estudie la carrera sacerdotal, le ven partir para Mérida e ingresa en el colegio San José y a sus 17 años ya cursa el Noviciado de la Compañía de Jesús.
Cuan grande fue la alegría para los esposos Belandria Pulido cuando recibieron la noticia que el 18 de junio de 1960, su hijo se ordenaría de sacerdote jesuita, realizando su primera eucaristía en Weston, Estados Unidos. Acá en San José de Bolívar celebra su primera misa el 27 de agosto de 1961, los feligreses de esta comunidad, sus tíos, hermanos, primos y sobrinos acuden masivamente, para acompañar a don Abigail, a mi Tía Rosario y al sacerdote Acacio, en la ceremonia eclesiástica con regocijo y fe sorprendente.

Nos comunico el padre Acacio:

*Creo y amo a Jesucristo apasionadamente.

*Creo y amo fuertemente al mundo de los pobres.

*Creo y amo a mi iglesia Latino Americana.


Credos y amores que lo han mantenido y atado fuertemente en el maravilloso servicio del sacerdocio.
En 1970 llega a Maracaibo, es párroco en el barrio Sierra Maestra, mas tarde, en el barrio Bolívar; ejerciendo una loable labor sacerdotal, comprometida con sus fieles, labor continuada en el barrio El Manzanillo, con su apostolado que marca huella en las entidades cristianas del Zulia.
En 1996 es designado Superior del Teologado de los Padres Jesuitas en Caracas y el 14 de agosto de1999 toma posesión de la Parroquia de San Camilo de Lelis, en El Nula, Estado Apure.
Con su fe cristiana de la que jamás ha dudado, lleva consolación y aliento a las personas que así lo necesitan, dando soluciones acertadas, aun para las personas no creyentes. Su sensibilidad de pastor lo fortalece, abogando por quienes no tienen el intelecto, mantienen el silencio obligado, para reclamar las necesidades apremiantes de las comunidades y de las injusticias, la impotencia y el desprecio que padecen y a los que son sometidos, es un cura valiente.
En toda su vida sacerdotal ha volcado su sabiduría espiritual con profunda fe cristiana, hacia las personas que sufren: moral, espiritual o material; para llevarles sosiego y tranquilidad. Aun se le recuerda en Maracaibo por su apostolado y ahora en el municipio San Camilo, del estado Apure ha entregado lo valioso de su ser; tratando de mitigar las esperanzas truncadas de esa humanidad de feligreses que a diario acuden en busca de sus buenos consejos.
Es el padre Acacio, predicador convencido de la fortaleza de las familias, que profesan su fe en Cristo, base de vida social, ellas permanecen unidas y moldean con sus buenas virtudes el futuro de sus hijos, conduciéndolos al mejor de sus caminos. No olvidemos que la familia es la célula primordial de los municipios y el municipio es la principal estructura de convivencia del país, de esta hermosa Venezuela.
Para nosotros los habitantes de este municipio Francisco de Miranda, que es también su lar casi nativo, es motivo de regocijo compartir y memorar sus 50 años de vida sacerdotal de fructífera labor religiosa.
Reciba de esta feligresía que le aprecia y le admira un fuerte abrazo, deseándole mas vida, para que su labor de pastor que le lego Dios, siga reinando en su fe y en su corazón para tender la mano a los necesitados de espíritu y de vida material austera, necesarias para el buen vivir.


Autoridades de la Alcaldía entregan placa al Padre Acacio Belandria Pulido.



Padre Acacio Belandria Pulido
(Foto Archivo Arquidiocesis de Maracaibo).-

* Fotografías de Rómulo Enrique Romero Belandria.
   Fotógrafo Profesional.