sábado, 6 de agosto de 2016

EL CASERÍO SAN RAFAEL, UN LUGAR DE CASAS MUERTAS EN EL MUNICIPIO FRANCISCO DE MIRANDA

Por: José Antonio Pulido Zambrano
Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira


Finca La Pedregosa que en el pasado fue de Don Rafael Zambrano

Llegar al pueblo de San José de Bolívar es un encuentro con el pasado. Desde hace tiempo tenía un viaje pendiente para ir al caserío San Rafael donde transcurrió la infancia de mi madre detras de dos nuevos misterios: La casa donde pernotó el último aborigen de la zona y la enigmática Piedra de la Serpiente.
San Rafael como caserío fue fundado por don Luis Rojas y don Emilio Chaparro a mediados del año 1920 y a esas tierras antes se les llamaba El Picure.
Decidí tomar camino con mi madre Josefa y mi hijo José Antonio en un viaje que mi madre llamó; "volver a la tierra de las casas muertas", más adelante entendería aquella metáfora. De niño había caminado muchas veces aquella comarca al lado de mi abuela María Isabel.
El primer encuentro con aquellos recuerdos fue ver que en la casa de Mana Filomena solo se veía un pastizal, allí empece a entender que el sitio que había conocido con mi abuela ya no existía. Allí en la capilla del finado Ramón García mi señora madre contó su primera historia, señalando que aquel lugar llevaba el nombre de la "Curva del diablo" y que en el pasado aquel sitió era un anclaje maldito donde morían y desaparecían personas.


Capilla del difunto Ramón García


La curva del Diablo (Caserío San Rafael).


La Curva del Diablo (Caserío San Rafael).


Bajando de la curva del Diablo (Caserío San Rafael).

Bajando de la Curva del Diablo nos encontramos con otra historia, la desaparición enigmática de una señora de nombre Transito García quien desapareció de manera misteriosa un día que subía al pueblo y para cortar camino se adentro al Callejón de Los Indios, nunca más volvió a saberse nada de ella, no apareció cuerpo ni nada y en esa búsqueda su hijo Miguel García perdió la cordura, los aldeanos señalaban que la habían visto ingresar al callejón pero no se supo más nada de ella.


El callejón de los indios en el caserío San Rafael - Municipio Francisco de Miranda.

Al pasar el callejón de los indios me encuentro con un panorama de tristeza, pues donde existió el sitio de reencuentro del domingo de los aldeanos ha desaparecido por completo, mi madre nos explica que en una crecida por allá en 1996, las quebradas que circundaban las bodegas de Olegario Rojas, Marcelino Escalante y Bernabé Vivas acabaron con esas tres estructuras donde los hombres de campo hacían sus mercados los domingo, jugaban a las cartas y degustaban algunos aguardientes.


En este lugar estuvo la Bodega de Olegario Rojas y la pulpería de Marcelino Escalante.


De este lado existió la Bodega de Don Bernabé.
   
Más adelante empece a entender lo de un sitio de casas muertas, a continuación nos encontramos ruinas de lo que fue el lugar de alegría y juegos de infancia de mi madre, mi hijo conoció la Capilla a San Benito y empezó a ver la desolación en casas donde sólo albergaba la humedad y sin recuerdos. Parece que la memoria de esta zona la arrasó el río. 


Casona de Daniel Sánchez


Antigua capilla a San Benito


Desolación y ruinas


Un pasado que se niega a morir

Luego más adelante llegamos al sitio que antaño estuvo la casa de la abuela que fue devorada por el río.


En esta zona existió la casa de mi abuela María Isabel.

Más adelante del sitio donde caminó en su infancia mi señora madre, que ya no existe visitamos el corredor donde antaño en la década del cincuenta una noche llegó un hombre con chaqueta de flecos y el cabello largo, hablando un idioma desconocido, todos coincidieron que era un aborigen, quizá el último de una raza extinguida en la zona que en ese rincón andino practicaron el culto a la serpiente o guata. Esa casa en esa época era del señor Jesús Araque.


Sitio donde apareció el aborigen, la imagen aquí es reconstruida para tener una idea
de la vestimenta y forma de ser del personaje relatado en la comunidad.

Asimismo tuvo la oportunidad mi hijo de conocer el Árbol de las totumas o Totumo y sus frutos, donde antiguamente los nativos usaban de estos para hacer Jicaras y taparas.


Jicara hecha de el fruto del Totumo.


Fruto del Totumo


Árbol deTtotumo - Caserío San Rafael - Municipio Francisco de Miranda

Allí los niños del caserío recordaban vagamente la leyenda de que en su hogar años atrás hubiese estado un aborigen, pero los padres de los niños señalaron que hace tiempo, una noche de esas oscuras como "boca de lobo", empezaron a escuchar varias tonadas de tambor, no todos la oían y cuando me señalaron el sitio, mi señora madre me dijo: - "Ese lugar se llama Pozo Azul", donde quedaba la piedra de la Culebra. El padre de los niños, Samuel Rojas recordó que su padre le había hablado de dicha piedra, que habían ido un día a buscar al cura del pueblo para que viniera a santificar aquel lugar, luego una máquina había volteado la piedra y la había enterrado.


Mi hijo departiendo con los niños de la zona.

Esos indicios nos daban punto a nuestro favor de hallar la piedra de la serpiente y mi madre constataba que su cuento no era un sueño, en efecto en aquella zona había existido tal cosa como ella decía. Sólo una imagen de la piedra se mantenía en el Archivo Particular del padre Juan Francisco Santos, pero ni él podía dar crédito a si la piedra existía o no. 


La piedra de la serpiente o Piedra de Guata - Caserío San Rafael
Municipio Francisco de Miranda
(Archivo Particular del padre Juan Francisco Santos Gutiérrez).

Más adelante mientras observabamos con mi hijo un Trapiche de la zona se nos acercó un señor de nombre Fermín Quiroz y al preguntarle sobre la piedra nos dijo que él hace años la había estado buscando, le mostramos la imagen y dijo que se parecía a la que había visto de niño, nos llevó a un sitio cercano al lugar que llaman Pozo Azul, un lugar de pantanos y plantas de bayo, allí nos dijo enterraron la piedra, "este lugar era sitio de serpientes, de la mapanar y la cazadora. "Esto era un sitio llenó de ponsoña hasta que vino un cura e hizo una misa y santifico la zona y la piedra de Guata la enterraron, allí en ese pantano esta".


Serpiente cazadora de la zona.


Serpiente Mapanar.


Trapiche de la zona, cerca del sitio donde la oralidad señala este enterrada la Piedra de Guata.




Mi señora madre Josefa y mi hijo durante esta aventura al pasado.



Más adelante llegamos al Puente La Pérez y desde allí observamos más ruinas y las desolada Casona del extinto Don Emilio Peñaloza.


Puente La Pérez. 


Antigua capilla de San Antonio en la aldea La Pérez.


Entrada a La Pérez.


En este corredor dice una leyenda local bailó el diablo y desencadenó una desgracia.


Capilla Virgen del Carmen en la aldea La Pérez construida para alejar al demonio de la zona.


Casas muertas de la aldea La Pérez


Casona de Don Emilio Peñaloza, funciono en el pasado como una gran Bodega y Pulpería.





El árbol de las brujas en la aldea La Pérez


 Doña Josefa y su nieto en este paseo de campo descubriendo el pasado del pueblo...


 








Árbol de Achote rojo.



Entrada a La Guacamaya.


La cruz que recuerda al finado Evangelista Rojas. 


El ojo de buey abunda en la aldea San Rafael