miércoles, 12 de diciembre de 2012

SACERDOTES QUE HAN REGENTADO LA IGLESIA EN SAN JOSÉ DE BOLÍVAR (1807 - 2014)

En nuestras últimas investigaciones que le estamos siguiendo a la Viceparroquia de Nuestra Señora del Rosario, hemos encontrado nuevos datos, hallados en el Archivo Arquidiocesano de Mérida, al punto de señalar que la Viceparroquia de Nuestra Señora del Rosario estuvo en el sitio de Río Bobo desde 1806, fundada por el presbítero José Valentín Gonzalez y José Casimiro Mora y que sería trasladada a Queniquea el 8 de abril de 1818. En esos años por esta Viceparroquia e iglesias de la zona han pasado los siguientes sacerdotes:

ü  Joseph Casimiro de Mora y José Valentín González (1806 // 03-10-1808) época de reedificación Capilla de Río Bobo 
üJoseph Casimiro de Mora (04-10-1808 // 17-12-1811)
ü  José María Sambrano (18-12-1811 // 07-02-1823)
ü  Pablo Antonio Morales (08-02-1823 // 29-03-1824)
ü  José Antonio García (30-03-1824 // 08-10-1824)
ü  José María Sambrano (09-10-1824 // 12-12-1824)
ü  José Antonio García (13-12-1824 // 28-02-1827)
ü  Pablo Antonio Morales (01-03-1827 // 20-09-1829)
ü  José Vicente Contreras (21-09-1829 // 25-05-1830)
ü  Justo Contreras (26-05-1830 // 28-07-1830)
ü  Pablo Antonio Morales (29-07-1830 // 06-10-1830)
ü  Justo Contreras (07-10-1830 // 26-01-1831)
ü  José de Jesús Noguera (27-01-1831 // 21-11-1831)
ü  Pablo Antonio Morales (22-11-1831 // 18-02-1832)
ü  José María Sambrano (19-02-1832 // 20-08-1834)
ü  Juan Antonio García (21-08-1834 // 22-01-1840)
ü  Pablo Antonio Morales (23-01-1840 // 20-02-1849)
ü  Ignacio Ramón Duque (21-02-1849 // 24-04-1849)
ü  Pablo Antonio Morales (25-04-1849 // 14-11-1849)
ü  Ignacio Ramón Duque ( 15-11-1849 // 31-12-1849)
ü  Juan Antonio García (01-01-1850 // 28-02-1850)
ü  Pablo Antonio Morales (01-03-1850 // 31-05-1850)
ü  Ignacio Ramón Duque (01-06-1850 // 02-10-1850)
ü  Pablo Antonio Morales (03-10-1850 // 28-02-1851)
ü  Ignacio Ramón Duque (01-03-1851 // 11-11-1851)
ü  José Antonio García (12-11-1851 // 05-12-1851)
ü  Pablo Antonio Morales (06-12-1851 // 16-07-1853)
ü  José Vicente Contreras (17-07-1853 // 12-01-1859) [1]
ü  Juan Isidro Pérez (17-02-1859 // 25-09-1860)
ü  Rafael Bonilla Molina[2] (26-09-1860 // 12-02-1865)
ü  José de Jesús Carrero (13-02-1865 // 22-02-1867)
ü  Gabriel Gómez (23-02-1867 // 20-04-1868)
ü  Juan Isidro Pérez (21-04-1868 // 31-05-1868)
ü  Santiago Sánchez (01-06-1868 // 30-07-1868)
ü  José Rafael Guerra (31-07-1868 // 16-08-1868)
ü  Juan Evangelista Valero (17-06-1868 // 01-10-1873)
ü  Juan Isidro Pérez (02-10-1873 // 13-12-1873)
ü  José Vicente Quiñonez (14-12-1873 // 07-09-1876)
ü  José de Jesús Villalobos (08-09-1876 // 27-09-1876)
ü  José Vicente Quiñonez (28-09-1876 // 17-12-1878)
ü  Ezequiel Moreno (18-12-1878 // 31-12-1879)
ü  Manuel R. Cárdenas (01-01-1880 // 15-03-1881)
ü  Fernando María Contreras (16-03-1881 // 28-02-1885)



ü  José Gregorio Arenas (01-03-1885 // 12-08-1885)
ü  Juan Isidro Pérez (13-08-1885 // 19-09-1885)
ü  José Gregorio Arenas (20-09-1885 // 04-09-1886)
ü  Melquiades Rosales (05-09-1886 // 31-12-1886)
ü  José de Jesús Villalobos (01-01-1887 // 18-05-1887)
ü  Felix Morales Pernía (19-05-1887 // 15-12-1887)
ü  Gabriel Gómez (16-12-1887 // 19-01-1888)
ü  Ezequiel Moreno (20-01-1888 // 10-10-1888)
ü  Manuel R. Cárdenas (11-10-1888 // 23-02-1889)
ü  Melecio García Ramírez ( 24-02-1889 // 23-03-1889)
ü  Francisco Higuera (24-03-1889 // 04-04-1889)
ü  Melecio García Ramírez (05-04-1889 // 29-05-1889)
ü  Francisco Higuera (30-05-1889 // 18-08-1889)
ü  Jesús Manuel Jáuregui (19-08-1889 // 20-09-1889)



Jesús Manuel Jauregui Moreno

ü  Melecio García Ramírez (21-09-1889 // 09-11-1889)
ü  Francisco Higuera (10-11-1889 // 10-05-1890)
ü  Melecio García Ramírez (11-05-1890 // 15-05-1890)
ü  Francisco Higuera (16-05-1890 // 09-06-1890)
ü  Melecio García Ramírez (10-06-1890 // 29-08-1890)
ü  Ovidio E. Olivieri (30-08-1890 // 14-09-1890)
ü  Francisco Higuera (15-09-1890 // 10-02-1896)
ü  Melecio García Ramírez (11-02-1896 // 17-02-1898)
ü  Felipe Santiago Vidal (18-02-1898 // 12-08-1899)[3]
ü  Zacarías Guerrero (13-08-1899 // 17-07-1901)
ü  Esteban Antonio Sánchez (18-07-1901 // 17-04-1905)
ü  Rafael Mora (18-04-1905 // 02-03-1912)
ü  José Ramón Gallegos (03-03-1912 // 01-02-1914)
ü  José Ignacio Moncada (15-02-1914 // 17-07-1944)



José Ignacio Moncada Roa
(Foto Archivo Fundación Pulido)

ü  Domingo Roa Pérez (10-12-1943 // 17-08-1944)


Domingo Roa Pérez
(Foto Archivo Fundación Pulido)


ü  Fray Carmelo Lerga (22-07-1944 // 24-04-1945)
ü  Domingo Antonio Guerrero (26-04-1945 // 04-01-1952)
ü  Marco Tulio Ramírez Roa (04-01-1952 // 02-09-1953)



Marco Tulio Ramírez Roa
(Foto Archivo Fundación Pulido)

ü  José Pérez Vivas (03-09-1953 // 13-10-1954)
ü  Domingo Antonio Guerrero (14-10-1954 // 08-03-1964)



Domingo Antonio Guerrero
(Foto Archivo Fundación Pulido)

ü  L.Martín (09-03-1964 // 06-06-1964)
ü Francisco M. Cárdenas (07-06-1964 // 24-09-1967)
ü  Martín Martínez (25-09-1967 // 30-01-1969)
ü José Tamayo (05-04-1969 // 08-07-1972)



José Tamayo
(Foto Archivo señor Ali Mora - Pregonero)

ü  Heberto Ruíz (09-07-1972 // 15-07-1972)
ü  Carlos Restrepo (16-07-1972 // 05-09-1976)



Carlos Restrepo
(Foto Archivo señor Ali Mora - Pregonero)

ü  Juan Francisco Santos Gutiérrez (06-09-1976 // 04-10-1981)



Juan Francisco Santos Gutierrez
(Foto Archivo Fundación Pulido) 

ü  Nepomuceno Pinzón (05-10-1986 // 10-10-1986)
ü  Orlando Neira Celis (11-10-1986 // 22-08-1987)


Orlando Neira Celis
(Foto Archivo Colegio de Licenciados en Educación - Seccional Táchira)

ü  Douglas Cievel Escalante Zambrano (23-08-1987 // 27-11-1988)
ü  Raúl Sánchez (28-11-1988 // 10-04-1991
ü  Jesús Campos (11-04-1991 // 01-02-1993)
ü   José Ramón Salcedo (02-02-1993 // 10-10-1996)
ü  Robert Hernández (11-10-1996 // 23-08-1998)
ü  David Pavón (24.08-1998 // 09-01-2002)
ü  Jairo Contreras (10-01-2002 // 10-12-2011)


Jairo Contreras
(Foto: José Antonio Pulido Zambrano, 2011)

ü  Oscar Varela (11-12- 2011 // esta en la actualidad)


Oscar Varela
(Foto: José Antonio Pulido Zambrano, 2015)


Notas:
[1] Muere en Queniquea el 17-02-1859.
[2] Hijo de Ramón Bonilla (✝ 30-05-1863 – Queniquea) y Bárbara de los Reyes Molina. Nieto de Cristóbal Bonilla y Juana Rosalía Sambrano de Lobatera; y de José Antonio Molina Contreras y Teresa de Jesús Ramírez de Bailadores. Don Ramón Bonilla aparece con un hermano en Lobatera llamado Juan Nepomuceno Bonilla Sambrano (* 15-11-1785 – Lobatera).
[3] Fue Cura Visitador, contrajo viruela en Queniquea en su estadía.

ACACIO BELANDRIA PULIDO (✰ 1930 - ✞ 2012), SACERDOTE INSIGNE DEL TÁCHIRA


Por: José Lubin Pulido Chaparro


Padre Acacio Belandria Pulido
(Foto: José Antonio Pulido Zambrano)

Para las familias andinas, y en particular las familias tachirenses amparadas en la fe católica, abrigan en su seno la esperanza en Dios, para que les conceda la dicha, de tener un hijo sacerdote.
La historia del padre Acacio comienza cuando la familia Belandria Pulido emigra de la población de San José de Bolívar a tierras uribantinas. El 25 de enero de 1930 en la población de Pregonero,  el matrimonio de arraigo católico conformada por don Abigail Belandria Mena y doña Rosario Pulido Vivas, reciben de la divina providencia la bendición con el nacimiento  de un niño, que bajo el calor de esta familia humilde, cobijada por su fe en la religión cristiana lo encaminaran por una vida marcada hacia el camino del sacerdocio.
Sus primeros años los vivirá en San José de Bolívar. Al cumplir sus nueve años, debido a los escasos recursos económicos de sus padres, una pobreza serena pero sin angustias, que no son limitante para los grandes hombres de fe, a esta edad de nueve años se le ve partir hacia Mérida con la intención de estudiar en el Colegio San José y a sus 17 años ingresa al Noviciado de la Compañía de Jesús.
            Grande fue la alegría para los esposos Belandria Pulido y la población de San José de Bolívar, cuando recibieron la noticia de que el 18 de junio de 1960, su hijo se ordenaría de sacerdote jesuita, realizando su primera eucaristía en Weston, Estados Unidos. Acá en San José de Bolívar celebrara su primera misa el 27 de agosto de 1961. Los feligreses de esta comunidad, sus tíos, hermanos, primos y sobrinos acudieron de forma masiva para acompañar a don Abigail y a mi tía Rosario, y por supuesto al nuevo sacerdote Acacio. Fue una ceremonia eclesiástica de regocijo y fe sorprendente. Nos comunicó el padre Acacio: “Creo y amo a Jesucristo apasionadamente, creo y amo fuertemente al mundo de los pobres y creo y amo a mi iglesia latinoamericana”. Credos y amores que lo han mantenido y atado fuertemente en el maravilloso servicio del sacerdocio.
            En 1970 llegó a Maracaibo para desempeñarse como párroco del barrio Sierra Maestra, más tarde se le vera en el barrio Bolívar, ejerciendo una loable labor sacerdotal, comprometida con sus fieles, labor continuada en el barrio El Manzanillo, con su apostolado que marca  huella en las entidades cristianas del Zulia.
En 1996 es designado Superior del Teologado de los Padres Jesuitas en Caracas y el 14 de agosto de 1999 tomó posesión de la  parroquia de San Camilo de Lelis, en El Nula, estado Apure, sitio donde desempeñó su apostolado hasta anoche 09 de diciembre del 2012, cuando un accidente de transito le quito la vida en el sector Palmar de la Cope de nuestro estado Táchira. Esta noticia tiene consternada a nuestra familia y a sus feligreses.


Padre Acacio Belandria Pulido
(Foto: José Antonio Pulido Zambrano) 

 Acacio fue un sacerdote “sui generis”, hermano y amigo del alma, con su fe cristiana de la que jamás dudó, llevó consolación y aliento a las personas que así lo necesitaron, dando soluciones acertadas, aun para las personas no creyentes. Su sensibilidad de pastor lo fortalecieron a abogar por quienes no tenían el intelecto, el silencio obligado, para reclamar las necesidades apremiantes de las comunidades y de las injusticias, la impotencia y el desprecio que padecen los más necesitados a que son sometidos, esta lucha la llevó desde El Nula, una comunidad como todos sabemos difícil. Acacio fue un cura valiente.
En toda su vida sacerdotal volcó su sabiduría espiritual con profunda fe cristiana, hacia las personas que sufrían en lo moral, espiritual o material; su palabra sirvió para llevarles sosiego y tranquilidad. Aun se le recuerda en Maracaibo por su apostolado y ahora en el municipio San Camilo del estado Apure donde entregó  lo valioso  de su ser; tratando de mitigar las esperanzas truncadas de esa humanidad de feligreses que a diario acudían en busca de sus buenos consejos.
Fue el padre Acacio un predicador convencido de  la familia, esas que profesan su fe en Cristo, base de la vida social, las que permanecen unidas y moldean con sus buenas virtudes el futuro de sus hijos, conduciéndolos al mejor de sus caminos. No olvidemos que la familia es la célula primordial de los municipios y el Municipio es la principal estructura de convivencia del país, de esta hermosa Venezuela. Acacio siempre creyó que este país era único. Y su último Terruño, El Nula, lo hizo tan suyo como su inolvidable San José de Bolívar, donde hace dos años celebró sus 50 años de vida sacerdotal
Para nosotros los habitantes del municipio Francisco de Miranda, que es también su lar casi nativo, es motivo de tristeza compartir estas palabras y memorar su vida sacerdotal de fructífera labor religiosa. Recordar es vivir. Hasta luego Acacio, gracias por tus palabras y tu idea de crear mundos de paz.

miércoles, 17 de octubre de 2012

ANTONIO ROJAS, EL CANTADOR DE VELORIOS

Por: José Antonio Pulido Zambrano


Antonio Rojas en la casa de Los Osos (Año 1980). 

Los gritos de la partera retumbaron el corredor. Unas ollas rodaron de la mesa de madera pegada a aquella pared de bahareque. Se necesitaba más agua caliente. La mujer que intentaba dar a luz empezó a cantar para calmar su dolor y ese canto fue unido a un llanto. La partera señalo:
- Uhhh, ese como que va ser cantador, vea el chirrido que pega.
Raimunda miró con ternura a ese ser que acababa de llegar al mundo aquel 26 de junio de 1939, un niño varón, la partera lo revisó, miró la luna, un niño de cáncer. Las estrellas señalaban que iba ser un niño muy alegre y parrandero.
Raimunda lo tomo entre sus brazos, no calmó aquel infante su llanto hasta que lo protegieron los brazos femeninos. Raimunda le miró sus ojitos y señalo:
- Se llamara Pablo Antonio, Pablo Antonio Rojas.
La infancia de Antonio Rojas como empezó a ser conocido en aquellas tierras de la Mesa de San Antonio y los caseríos Los Osos y San Rafael. En los cortes de caña y en las recolectas de café se empezó a caracterizar por sus coplas improvisadas y sus ritmos musicales que sacaba con hojas de café. En la aldea empezó a ser conocido por su voz y en plena adolescencia ya contrapunteaba con los más viejos.
Era costumbre de los andinos en la comarca, que al morir alguien se acompañara ese transito doloroso con música. A Antonio desde pequeño aquella tradición le llamaba la atención. En esos encuentros juveniles, en un velorio de angelitos vio a dos hermanos acompañar con sus voces coplas inspiradoras hacía aquel infante, los hermanos se llamaban: Rosa y Baudilio Zambrano.
Era costumbre que en los velorios los músicos no se hicieran esperar, sus instrumentos de cuerdas, maracas y charrascas invadieran la atmósfera con  melodías en coplas sentidas, dolientes y alegres, décimas improvisadas en un ambiente, que en muchos casos duraban tres días hasta la llegada del sacerdote, en esos días se hacían grandes comidas o "comilonas", acompañados de miche o "calentado". En ocasiones mataban una res, si el difunto era de una clase social alta, sino un cochino o varias gallinas. 
Antonio se aficionó tanto al oficio de músico de velorios, que no había "alma en pena" que escuchase sus cantos. En ese ambiente se hizo muy amigo de Baudilio de Jesús Zambrano, un joven virtuoso del requinto y ese dueto caminaba los caminos intrasitables para cantarle al muerto de turno. Ellos afianzaron una gran amistad, y eso conllevó a que Antonio posara los ojos en la hermana de Baudilio, y fue así como a finales de la década de los cincuenta se casó con Rosa, ella contaba apenas con las quince primaveras.
A través de los años lograron un matrimonio muy bonito, y muchos de sus hijos absorvieron el lado musical de sus padres. A Antonio y Rosa, se les apodo "Los Cantarines", y tanto velorio de angelito como adultos nunca faltaban.

Antonio Rojas "El Cantarin" en un velorio.

De su matrimonio sin hijos: María Raimunda, Cecilia, Samuel, Doris, Benjamin, Rafael, Alfonzo, Neiber, Flor, Ricardo, Yoel, Magally y Antonio Rojas Zambrano.

Recuerdo a tío Antonio con mucho cariño, cuando le visitamos por primera vez fue en la casa del caserío Los Osos, siempre fue un tío amable, alegre, un tanto querendon. En esa estadía nos ofreció miel y nosotros como chicos nos volvimos iperactivos. El tío se reía, y nosotros, mis hermanos y yo a jugar con los primos. Con el paso del tiempo se mudaron a la casa del Cerro, que fue al lugar que más visitamos. Esa casa esta estructurada en dos partes, la primera poseía sala, cuarto y aposento, había que pasar una especie de pasillo para ir a la cocina y el baño quedaba un poco retirado, por lo que en la noche se tornaba un problema, pues allí no había luz, se alumbraban con lamparas de aceite de pipa, y en las noches a contar cuentos de espantos. O si no el tío tomaba algún instrumento musical y nos deleitaba con sus improvisaciones.

Con el tiempo el tío Antonio, se hizo una leyenda viviente. "ANTONIO CANTARIN".

La vida a veces es injusta, parece increíble, todo tiene su final. El tío acompaño todos los velorios, pues al morir él, quería que su velorio fuera inolvidable. Y fue inolvidable. La noche del 23 de agosto del 2012 la quebrada La Guacamaya lo arrastró al río y se llevó su vida. Su cuerpo pudo ser encontrado, pero debió ser llevado de inmediato al cementerio, por lo que "al Cantador de velorios" le tocó un velorio sin cuerpo presente.
Así son las cosas, pero la voz de tío Antonio no murió, prosigue en las nuevas generaciones, allí quedó la enseñanza en Samuel y Alfonzo, y en todos sus nietos cantarines...


PABLO ANTONIO ROJAS
  


MANA JULIA, LAS SERPIENTES Y EL KEROSÉN (PERSONAJES DE SAN JOSÉ DE BOLÍVAR)

Por: José Antonio Pulido Zambrano


En la calle Bolívar de mi pueblo, entre carreras 9 y 10, en la época de mi niñez vivió una vieja, en la cuadra nosotros la conocimos como Mana Julia. 
La casa de Mana Julia era muy humilde, vivía con su esposo el señor Esteban, y eran los únicos que vendían kerosén en el sector de El Topon.
Por algún motivo todos los niños de la cuadra le tenían mucho miedo, decían que era bruja. 
Mana Julia era alta, enjuta, muy arrugada, con los dientes careados, viciadora de chimú y miche claro o "aguardiente". Nuestros padres contaban que a Mana Julia la habían picado muchas serpientes en su huerto, pero eran tantas las picadas que se había vuelto inmune al veneno, quizá por ello veíamos sus uñas largas y negras de tierra con asco, miedo y repulsión, ya que cuando nos portábamos mal el castigo oral era: "Siga portandosé mal, para que un día de estos Mana Julia le meta un pellizco". Un pellizco de Mana Julia era sinónimo de muerte para los niños de la cuadra.
Recuerdo que ya de adolescente murió el señor Esteban, él era de contextura más baja, flaco y con un sombrerito de rayas que acostumbraba llevar de medio lado. Por ello decidí ir al velorio, para sorpresa mía, a la única que encontré en la sala velatoria fue el ataúd solitario con el señor Esteban e Irma Polla (personaje típico de mi pueblo) rezando unas letanías de lo más de hermosas, jamás he vuelto a escucharlas.
Me acerqué a ver el difunto, y lo que más recuerdo eran sus uñas, el cadáver era pálido, estaba como dormido el señor Esteban, pero sus uñas y las yemas de sus dedos eran muy moradas, eso me recordó el mito de Mana Julia y la picada de serpientes, pero para calma mía Irma - que al parecer sabía mucho sobre la muerte - me explicó que todos los muertos se le ponían las "uñas moretadas" o color morado.
Mientras que estuve en la casa de Mana Julia, nunca le vi salir y al despedirme volvió a quedar sola con el difunto la estrambótica Irma Polla.
Mi casa quedaba detrás de la casa de Mana Julia y mi papá siempre le compraba el kerosén a Mana Julia por el lindero, y ella siempre le ponía quejas de nosotros para con ella: "...que si le tirábamos piedras a las gallinas, que nos montábamos en el techo, que nos comíamos las guayabas de un guayabo de su propiedad pero cuyas ramas caían en el gallinero de nuestras casas, entre otras travesuras..." Si algo caracterizaba a Mana Julia también era su mal carácter.
Un día de la nada desapareció Mana Julia, mi padre tuvo que empezar a comprar el kerosén en otro lado y la casa de ella se empezó a enmontar y curtirse de olvido y soledad. Todos los niños creímos que se la había llevado el Diablo por ella tener pactos con las culebras, que según mi abuela María Isabel era el animal que había ocasionado el pecado y había parido el mal sobre la tierra.
Ya de adulto desentrañe el misterio, resulta que Mana Julia había tenido un hijo, que desde muy pequeño se había ido del pueblo, ya al morir el señor Esteban y Mana Julia cubrirse más con el manto de la arrugas, decidió venir y llevársela, murió lejos, muy lejos del pueblo Mana Julia.


Chamos de la cuadra en la época de Manas Julia:
De izquierda a derecha: José Antonio Pulido, Gerson Vivas,
Magin Vivas, Nixón Pulido, Pedro Pulido y Jairo Vivas.

martes, 2 de octubre de 2012

CANDIDATOS PRESIDENCIALES EN SAN JOSÉ DE BOLÍVAR A TRAVÉS DEL TIEMPO

Nuestro pueblo ha sido visitado por candidatos presidenciales y ya siendo presidentes. El único que ha visitado a nuestro terruño como residente de Miraflores fue el señor Carlos Andrés Pérez, amigo de varios rioboberos como: Teódulo Zambrano, Anibal García, Altagracia Peñaloza, Segundo Pulido, entre otros.





Pero en campaña electoral llegaron a nuestro pueblo Rómulo Betancourt, proveniente de El Cobre, vino a caballo. También estuvo en el pueblo otros políticos como Jovito Villalba, Leonardo Ruíz Pineda para inspeccionar la construcción de la Casa Cural.


Circuló por las calles del poblado la propaganda política al Dictador Marcos Pérez Jímenez y no era para menos si un riobobero estaba a su lado como el General José Victoriano Zambrano Méndez.


Es recordado en la memoria histórica la visita del Dr. Rafael Caldera a la población y su estadía en la posada de Doña Vicenta Escalante de Gómez.


También estuvo en nuestro pueblo en casa de Julio Silva el candidato presidencial Luis Herrera Campins.


Camino por nuestras calles el candidato del MAS el señor Teodoro Petkoff, en compañía de Clemente Pernía, el primer riobobero que fundo el partido de izquierda del pueblo.


También visito a la comarca el Dr. Ramón J. Velásquez futuro presidente, fue padrino de la IV Promoción de Bachilleres en Ciencias del Liceo San José de Bolívar.


En la campaña de 1987 - 1988 visitó al municipio el candidato Eduardo Fernández, apodado "El Tigre". Fue Eduardo Fernández el último candidato que ha visitado a San José de Bolívar en campaña electoral.





En las elecciones presidenciales del 07 de octubre el pueblo de San José de Bolívar no fue ajeno a la contienda electoral, tanto el presidente Chávez como el candidato de la alternativa hicieron mover emociones, el pueblo se vistió de propaganda de ambos bandos y según datos del CNE, 2086 personas votaron por el candidato Henrique Capriles Radonski y 1218 personas por el actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela, estos datos no reflejan la realidad nacional, ya que aunque en el pueblo ganó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como se llama a quienes adversan al presidente Chávez, el ganó a nivel nacional con el 54% de electores. 

Francisco de Miranda:

Hugo Chávez: 1218 votos para un 36,73 %

Henrique Capriles: 2086 votos para un 62,90 %

Ficha Técnica:

Número de electores escrutados: 3978

Número total de electores que votaron realmente: 3358

Participación: 84,41 %

Número de votos escrutados: 3358

Número tatal de votos válidos: 98,74 % - 3316 votos

Número total de votos nulos: 1,25 % - 42 votos


Con estos dos rostros y slogans se mostraron al pueblo los dos contendores.