viernes, 13 de febrero de 2015

DISCURSO DE ORDEN DEL PROFESOR HORACIO MORENO COMO ORADOR DE ORDEN - 19 DE MARZO DEL 2014 - SAN JOSÉ DE BOLÍVAR


Rubén Medina, Horacio Moreno, José Antonio Pulido y Lucero Pulido
Iglesia de San José de Bolívar - 19 de marzo de 2014

A continuación las palabras del Profesor e Historiador Horacio Moreno como Orador de Orden en la fiesta patronal:

Señoras.
Señores.

Con la grata emoción de quien viene a cumplir una invitación y con la satisfacción que me honra vuestra bondad, estoy ante vosotros, evocando tantos afectos, idos o actuales que fluyen en aromas porque los quema la vida; El recuerdo y el dolor, en el bracero cincelado del homenaje, que rendimos a San José de Bolívar.
Feliz cuando llega a nosotros el júbilo de su fecha aniversaria; la una es amor blasonado en la cruz del sacrificio cruento, que hubo de presenciar San José y el complemento que determina el nombre de El Libertador, para gloria imperecedera de nuestra patria.
Mi obra Monografía de San José de Bolívar perdurará en el tiempo, como esfuerzo personal de concepto o de forma literaria. Conquistó la consideración que aplaude vuestra presencia, porque ofrece la crónica del haber de un pueblo laborioso en el concierto nacional.


El profesor Horacio Moreno mientras conversa de la Monografía
de San José de Bolívar con José Antonio Pulido Zambrano
en el Ateneo del Táchira 


El profesor Horacio Moreno mientras conversa de la Monografía
de San José de Bolívar con José Antonio Pulido Zambrano
en el Ateneo del Táchira 


Monografía de San José de Bolívar de Horacio Moreno

La obra Monografía de San José de Bolívar fue escrita bajo la supervisión de la insigne educadora Manuelita Paz de Pulido y de su esposo Don Víctor Pulido. Ambos viven en el corazón de San José de Bolívar, hondamente arraigados para gloria de este pueblo, robusto en la acción y generoso en la dinámica, que enlaza ideales y dinamismo.
Yo os saludo, señores. Yo os saludo al pueblo que exhibe los blasones de su estirpe.
Cuenta una leyenda centenaria que el caserío Río Bobo fue fundado dos veces. En ambos, el grupo de personas despertaron por el eco de una palabra mágica, ¡la capilla o el templo!
Los hombres bajo el firmamento azul, se lleno de sol, como si el astro Rey con su cortejo de colores puros, enviaba a la montaña por pareja a cortar la madera. Entre tanto el grupo soñador de la imagen de San José, trabajaba en silencio con el ideal que perdura en la fortaleza y el propósito.
Surgió el pueblo con blasones de solidaridades humanistas. A 131 años guarda su pasado de glorias y de esfuerzos, reanuda su marcha triunfal bajo bandera, escudo e himno. 
El porvenir se acentúa en tonos luminosos y San José de Bolívar aparece como Municipio con el nombre del Precursor Francisco de Miranda.

Señores.
Las religiones son escuelas de moral. Sus dioses no son otra cosa que la encarnación de los sentimientos altruistas y es por eso que la religión cristiana surgiría en el momento histórico de una honda crisis, debió como lo hizo enaltecer las virtudes en el eterno poema de la Biblia.
Y triunfa. Esparce sus raíces por todos los pueblos y todas las edades, jalona con la luz de sus principios los siglos y los siglos, y es todavía un símbolo la cruz de su creador abriendo los brazos de lo alto del Gólgota Sagrado, ofreciendo a los humanos el consuelo de la paz y de la fe.
El culto a la imagen de San José; entraña el culto de la caridad, a clemencia y la esperanza, es luz divina que poetiza el desastre de la lucha, ensueño de la desolación y el martirio, y es como una lluvia de violetas blancas, sobre el campo azul de la esperanza.
Sobre la lucha por la vida, obedece a un principio de conservación individual. El ejemplo nos lo da San José de Bolívar; la hidalguía de la raza y la educación cristiana de sus hogares, santuarios de fe y de virtud.
La vida de trabajo estimula las energías, deshoja sus bondades en el altar del doliente y ofrenda a sus esposos e hijos sus derechos y deberes.
Esta es la mujer riobobera, la que florece en virtudes, vigoriza el corazón que sufre y ofrece una a una las esperanzas que confortan su existencia.
También en este momento va mi palabra de reconocimiento al organismo escogido para velar por San José de Bolívar. Me refiero a la Alcaldía y el Consejo Municipal. En ellos hay voluntad y esfuerzo solidario, que nada escapa a la colaboración absoluta de los hombres en el tiempo y en el espacio. Es el esfuerzo humano que brota de la emoción cívica en la solución de los problemas sociales.
Es el deber más urgente, atender al niño y jóvenes, que son las esperanzas del mañana, los que van a sembrar el camino que han de cruzar luego como triunfadores del destino.
La escuela primaria, el liceo y los deportes son atributos de vinculación espiritual. En ellos encuentra la juventud un amplio campo social. Ellos son la vanguardia del trabajo, en las luchas por la existencia. En los bancos de la escuela y en los talleres de la vida, va rimando la acción de los esfuerzos, el calor del entusiasmo, que brota de las soluciones del provenir.
Y entonces como ahorra y como siempre, la más preciada gloria, la más alta justicia, el deber más urgente, estará en la ayuda al niño en el gran común de la escuela y liceo, aquí donde todo es de ellos desde las flores del jardín al corazón generoso de sus maestros y profesores.
En esta magna Asamblea recordamos el 25 de enero de 1995, cuando fue elevado a Municipio, por la Asamblea Legislativa de nuestro Estado. 
Es el elogio a la vida renovada en las generaciones, en la obra progresiva de la humanidad y la civilización. Así también la segunda fundación de San José de Bolívar, constituye un sólo propósito: Nobleza y patria.
Era el 15 de febrero de 1883, cuando los hombres de ese pasado buscaron el asilo de este suelo querido, para darle el sacrificio de sus energías y las bonanzas de sus horas felices.
Meditemos en la labor silenciosa, en la deuda social del beneficio recibido de la civilización, que nos vincula al pasado y nos ata al porvenir. 
La labor silenciosa de la especie nos acerca a Dios por la perfección de la capacidad y del sentir.
Quiero en este momento hacer mi reconocimiento al profesor Pedro Contreras Pulido, Ex - Gobernador del Estado. Yo, creo que desde la eternidad de júbilo, el profesor Contreras Pulido se arrodilla ante el Eterno. "Tal vez por San José de Bolívar rogara".
Otro personaje de aquí escaló el sacerdocio, es el padre Luis Gilberto Santander. Aquilató sacrificios, pero ostenta el pergamino de un pasado unido al presente se hace inolvidable.
Otro personaje que ha modelado su espíritu con altruismo fraterno en el amplio regazo de la solidaridad es el licenciado José Antonio Pulido, portador de altos ideales honra a su pueblo con su voluntad y su afán altruista de cooperación.
Otro personaje que fraterniza la voluntad en este pueblo es el Reverendo Sacerdote que todos los días eleva el fulgor de una hostia consagrada que santifica nuestros corazones.
Y ahora, señoras y señores recordemos al río, que por ser bobo es bonito y útil.
Gracias por la atención dispensada.

Horacio Moreno.

jueves, 12 de febrero de 2015

LA ERMITA DE SAN ISIDRO LABRADOR EN SAN JOSÉ DE BOLÍVAR

Por: José Antonio Pulido Zambrano
Individuo de Número de la Academia de la Historia

En 1901, guiando dos mulas atraviesa la cumbre de Sumusica, páramo La Cimarronera, Don Domingo Pulido, con rumbo a San José de Bolívar, lleva a su poblado del alma la imagen de San Isidro Labrador, dicha imagen había sido realizada por el maestro Ramón Pino Farías en el tiempo que dirigía la Escuela de Artes y Oficios  del Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Este maestro Pino Farías había realizado obras de gran significación, entre otros, la Basílica del Espíritu Santo de La Grita, un magnifico trono para la imagen de la Virgen Purísima de La Grita, una imagen de San Francisco de Asís y otra de San José en Pregonero, y la imagen de San Isidro que llevaba Domingo Pulido a la población de San José de Bolívar, antiguo Río Bobo. Existe una teoría de que el maestro Pino Farías sería el realizador del escudo del Táchira.
El primer sitio donde se depositó la imagen de San Isidro Labrador fue en la Aldea Los Paujiles, lugar de residencia de Don Domingo Pulido. Allí don Domingo Pulido, empezaría a preparar el ritual para llevar la imagen para la primera Ermita al santo en el pueblo, para ello preparó dos Eras de maíz y caraotas, que consiste en sembrar semillas de ambos rubros para colocarlas al lado del santo, acompañados de matas de guineo y caña.
En may de 1901 se realizó en el pueblo de San José de Bolívar la primera Ermita a San Isidro Labrador, acompañada desde El Topón hasta la plaza Bolívar por una gran procesión de fieles, ritual religioso que iba dirigido por el padre Zacarías Guerrero. Ese día de la festividad don Domingo Pulido fue nombrado Prioste, cargo que ejerció hasta 1930, año de su fallecimiento.
En 1930 asume el cargo de Prioste de San Isidro, el hijo de don Domingo, se trataría de José Antonio Pulido Chaparro, quién estaría de Prioste por 46 años, hasta 1977 año de su muerte.


José Antonio Pulido Chaparro
Primer Prioste de San Isidro Labrador
      
En el tiempo que José Antonio Pulido Chaparro fue Prioste de San Isidro, la Ermita consistía en la traída de diversos rubros agrícolas para la iglesia, que eran puestos en venta para la Fabrica de la Iglesia. Fue un gran animador de esta Ermita el padre José Ignacio Moncada y el padre Domingo Antonio Guerrero. Continuo con la tradición de su padre de adornar a San Isidro con rubros agrícolas y no con flores, siguió sembrando las Eras de maíz y caraota para el Santo.


Ermita de San Isidro en 1952,
José Antonio Pulido Chaparro como Prioste.

En el terremoto de 1957 la imagen de San Isidro fue llevada a la aldea Los Paujiles para su resguardo mientras se volvía a acondicionar el Templo. A la muerte de don José Antonio Pulido Chaparro, será su hijo Pedro quien asuma ser Prioste de la Ermita, cargo que ejercerá hasta 1989, cuando con la llegada del padre Raúl Sánchez elimina los Prioste, porque según él eso estaba en desuso y acaba con la tradición familiar.


Pedro Pulido Parra, ultimo Prioste de San Isidro (1977-1989)

En 1984, hubo un incendio en la iglesia, por lo que la imagen del Santo se debió mandar a restaurar, pero los detalles fueron mínimos pues sólo se quemo parte de la pala que lleva el santo.
Hoy por hoy, por el mes de mayo, se celebra con entusiasmo la Ermita de San Isidro en la población, tradición que se mantiene como una de las grandes celebraciones que honra el campesino a su Dios creador, hoy día no sólo se ofrece al Santo hortalizas y tuberculos, sino además se agregan becerritos y becerritas que obsequian a la Ermita para dar gracias al Dios Creador por la tierra bendita que es San José de Bolívar.






















martes, 3 de febrero de 2015

INDICE DE FECHAS HISTÓRICAS DEL ESTADO TÁCHIRA

*Por: Horacio Moreno
José Antonio Pulido Zambrano
Individuos de Número de la Academia de Historia del Táchira


Bandera del estado Táchira

AÑO 1500

- Primeras noticias de la Sierra Nevada de Mérida en 1539.

- Alonso Pérez de Tolosa, salió con 100 hombres de El Tocuyo el 14 de noviembre de 1546.

- En 1547 es descubierto el estado Táchira por Alonso Pérez de Tolosa.

- Juan Rodríguez Suárez salió de Pamplona en los primeros días del mes de junio de 1558, acompañado del Capitan San Remo, Marcos de Heredia, Francisco de Montoya, Juan Andrés Varela, Martín de Zurbidán el Escribano de la jornada. Pedro García de Gavidia, Miguel de Trejo, Antonio de Reinoso Valdés, Antonio de Monsalve, los hermanos Andrés y Pedro de Vergara, Martín Garzón, Miguel Salinas, Juan Lorenzo, Juan y Pedro de Esteban, Diego de Luna, Agustín Delgado, Juan López, Alonso Vásquez, Juan Corso, Pedro de Castro, Juan de Morales, Pedro de Aguirre, Luis de Malcienda, Alonso González, Martín de Garnica, Andrés Salcedo, Juan Martínez de Cárdenas, Andrés de Pernía, Pedro López Patón, Francisco Zapata, Juan de Amores, Juan Muñoz, Juan de Medina y otros más, que fueron los primeros conquistadores del Nuevo Reino de granada que salieron de Pamplona acompañando a Rodríguez Suárez, bautizando este último el valle donde hoy esta ubicado la ciudad de San Cristóbal con el nombre de "Valle de Santiago" el 25 de julio de 1558 (Tomado de las Investigaciones Históricas del Dr. Vicente Dávila).

- Juan Rodríguez Suárez descubre el valle donde hoy queda la población de El Cobre, denominándolo "Valle de San Bartolomé" el día 24 de agosto de 1558. Al respecto Fray Pedro de Aguado en Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela (2º Tomo) dejo escrito: "... los españoles atravesaron una loma alta que sobre la mano derecha se hacía, vinieron a dar a un valle o quebrada que hoy es llamado el pie de páramo de San Bartolomé, porque bajando de él la víspera de este santo entro en el pueblo y valle donde le mataron a Cisneros, a quien así mismo llamaron valle de San Bartolomé, pero en lengua de los propios naturales en dicho este pueblo y valle Venegara". 

- Juan Rodríguez Suárez llega a un valle donde escucha una gritería de nativos aborígenes, bautiza al sitio como La Grita el 14 de septiembre de 1558, el día de la Santa Cruz, los aborígenes a los que se refiere este hecho son los Humogrías y los Caricuenos.

- Juan Rodríguez Suárez sostiene un encuentro con los indios "Alardes" y se aloja en el sitió donde hoy queda Pueblo Hondo, que se halla al pie del páramo alto, esto ocurre el 29 de septiembre de 1558.

- El Procurador del Cabildo de Pamplona Don Francisco Sánchez propone ante aquel Cuerpo Político la fundación de una Villeta en el trayecto de Pamplona a Mérida el 02 de enero de 1560.

- Con poderes de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogota y en Pamplona el Cabildo autoriza al capitán español Juan Maldonado de Ordoñez y Villaquirán a fundar una villa a la cual bautizó con el nombre de San Cristóbal el 31 de marzo de 1561.

- El primer Concejo Municipal de san Cristóbal fue nombrado el 01 de enero de 1562.

- El 03 de septiembre de 1565 se dan las primeras noticias de una iglesia para la villa de San Cristóbal.

- El 11 de octubre de 1568 el Rey Felipe II pide informes sobre la iglesia de la villa de San Cristóbal.

- Para el año 1570, la localidad de La Grita no contaba con ningún habitante indio, según lo apunta Juan López de Velazco en su Geografía y Descripción Universal de Las Indias.

- En 1571 llegan a la villa de San Cristóbal los padres agustinos para misionar a los aborígenes de esta zona: Táribas, Capachos, Guasimos, Cucutas, Teucaras, Zimaracas, entre otros.

- El Rey de España destina el 19 de febrero de 1572 las limosnas para construir una iglesia en la villa de San Cristóbal.

- En 1574 es traída de España por Fray Gabriel de Saona la tablita que contiene la imagen de la Virgen de la Consolación, es llevada por los padres agustinos desde el Convento que estaba en la villa de San Cristóbal a la población de Táriba.


Virgen de la Consolación de Táriba - Venezuela
(Archivo Samir Sánchez).

La devoción a la Virgen de la Consolación nace a mediados del siglo XV cuando se instituyen las distintas Cofradías de la Correa, cuando don Pedro de Aragón le pidió al Papa Clemente X le concediese algunas indulgencias, el Papa le respondió: "Tomad la correa de San Agustín y en ella las tenéis todas". La devoción de la Virgen de la Consolación por lo tanto es una larga tradición de la familia Agustiniana, que completa el título mariano hablando de Nuestra Señora de la Consolación y Correa. El nombre de "Consolación" fue impuesto por la Orden para recordar la afición de María ante las torturas hechas a Jesús en el Calvario y como fortaleza del "dolor ajeno". De allí que en las letanías del Rosario la iglesia invoque a la Virgen María como consuelo de los afligidos.
Se tiene constancia que en la villa de San Cristóbal estuvo por primera vez el cuadro, en primer lugar, a la devoción mariana de los Hermanos de la Cuerda o Correa de San Agustín, que abundaron pronto en el Convento construido en 1593 en la villa de San Cristóbal, conocido como el convento de San Agustín. Los hermanos solían vestir en sus funciones principales el hábito y el cinturón agustiniano, celebrando solemnes cultos mensuales con procesión claustrar.

- El capitán Francisco de Cáceres funda la ciudad de La Grita el 2 de mayo de 1576.


Francisco de Cáceres 

AÑO 1600

- El 15 de agosto de 1600 se da la renovación de la imagen de la Virgen de la Consolación de Táriba. En este año llega el padre Alonso de Torregrosa para hacerse Prior del Convento de San Agustín en la villa de San Cristóbal, quien deja escrito lo siguiente: "Para el año de 1601, el edificio era muy modesto con paredes de tierra pisada, techo de paja y palmicha y cuatro celdas con otras dependencias necesarias para el servicio". Es encargado de adoctrinar a los indios: Tamuco, Teucaras, Capachos, Táribas y Zimaracas.

- En el año 1601, con la llegada del padre Alonso de Torregrosa se funda en sus instalaciones la primera escuela de la villa de San Cristóbal. Se daba Catecismo y se enseñaba a lops niños a leer y escribir.

- En 1603 es nombrado Prior del Convento de San Agustín el padre Rodrigo Tellez de las Peñas con otros religiosos que visitaban a Táriba y las diversas tribus alrededor del río Torbes hasta el Uribante.

- Creación del Corregimiento de Mérida el 09 de mayo de 1607 formado por: Barinas, Gibraltar, La Grita, San Cristóbal y Mérida.

- El 06 de mayo de 1610 un violento terremoto destruyó la ciudad de San Cristóbal, La Grita y otras pequeñas poblaciones de la región. Los templos de San Cristóbal y La Grita quedaron destruidas.

- El 03 de octubre de 1622 se erige la Gobernación de Mérida.

- En 1627 se fundan las poblaciones de Capacho y Guásimos.

- En 1641 se funda la población de Peribeca.

- El 16 de enero de 1644 las ciudades de La Grita, San Cristóbal y Pamplona quedaron en ruinas por un nuevo sismo.

- El 03 de agosto de 1687, monseñor doctor Gregorio Jaimes de Pastrana, tachirense y Obispo de Santa Marta obsequia el marco de plata que a modo de relicario engalana el óleo histórico de Nuestra Señora de la Consolación.

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AÑO 1800

- El camino de La Grita al río Escalante era pésimo y de aquí "la invencible y fundada repugnancia de todo arriero en usarlo". José Rafael Revenga. 1828 - 1830.

- En 1841, Agustín Codazzi en su resumen de la Geografía de Venezuela dice que el número de esclavos en La Grita era de 127.

- El 5 de noviembre de 1887 En la población de San Simón se practicaron elecciones para elegir el Concejo Municipal del Distrito Guzmán Blanco.




(Continuara).- 

domingo, 1 de febrero de 2015

LA BATALLA DE LAS PILAS (HISTORIA TACHIRENSE)

*Por: Horacio Moreno

Después del triunfo en el sitio de Tononó, el general Castro estudia con inquietud y cautela el movimiento de las tropas del Gobierno que vienen a San Cristóbal en auxilio del general Peñaloza, su enemigo.


General Cipriano Castro

De San Antonio se desplaza el general Leopoldo Sarría, Jefe de la frontera con Colombia, quien conduce tropas de línea y el general Pedro Cuberos trae gente reclutada en el Distrito. Estas tropas venían bien armadas, conduciendo el parque en número suficiente para presentar una batalla. El General Castro había establecido su cuartel general en Táriba, donde organizó los siguientes batallones: "23 de mayo", "Junín" y "Bolívar" con 400 hombres cada uno. Del interior del estado le llegaban pequeños grupos de voluntarios a engrosar el Ejército Rastaurador. En uno de ellos venían de Pueblo Hondo; Emiliano Aldana y Elías García Moreno, mi padre.
Contento bajaba una pequeña cuesta, de su casa al camino, cuando dos soldados se le acercaron y lo invitaron a unirse a la Revolución. De inmediato lo bautizaron con el nombre de "Caparratón". No había cumplido los 18 años. Aquellos soldados bonachones, sombrerosos de cogollo, machetes terciados, desnudos y bamboleantes siguieron comentado los sucesos, derrotas del Gobierno y cuidado en el camino.
En la planicie de Llanetes enrolaron a Emiliano Aldana de 20 años de edad. Su figura alta y juvenil, el paso firme, carácter insumiso, vivaz y fortaleza de ánimo, anunciando una personalidad de aventura y decisión.
Ellos dejaron la tierra fría de su nacimiento, el ardor de las manos sobre el surco y el esfuerzo creador de las almas salidas de la fragua para embellecer su vida transitoria.
a Táriba, donde se hallaba el General Castro con su Ejército llegó el Coronel Olivares de Colón con otro grupo de hombres, que perseguían idéntica finalidad: Existir, colmar el espacio y el tiempo, combatir en todas partes para implantar el orden y permanecer con la vida de nuestros pueblos, luchando por su grandeza y consolidando el sentimiento nacional.
El general Eleazar López Contreras en su obra El presidente Cipriano Castro dice, refiriéndose a los movimientos del Ejército Restaurador: "El caudillo con tropas selectas y provenientes de Colón, Michelena y Lobatera, al mando del coronel Olivares, fue a establecerse entre Palmira y Muchileros, atento a los movimientos del adversario para destruirlo".
Entre el día 26 de mayo y la mañana del 27 estuvo en constantes maniobras tratando de descubrir la marcha de la columna enemiga. En la tarde del mismo 27, cuando los cuerpos de observación y vigilancia pudieron comprobar que Sarría y Cuberos después de cruzar por Lobatera y seguir por el camino de El Junco para caer a Las Vegas de Táriba, remontaban la cuesta de Gallardín con dirección a Toico y Las Pilas, Castro en oposición, emprendió marcha al trote como a las 4:00 pm., pasó por Táriba y siguiendo el camino de La Machiri y El espinal, estuvo tan cerca de las avanzadas enemigas de San Cristóbal que hubo de ordenar no contestar a sus disparos para lograr audazmente incorporarse entre la fuerte guarnición de la plaza y la columna gubernamental de auxilio a Peñaloza. Así Peñaloza no podía moverse de la plaza sin correr el riesgo de verse atacado por la retaguardia o de ser ocupada San Cristóbal por las fuerzas que se habían ubicado en La Popa, al mando del general Prato. El adversario fue sorprendido en sus dos posiciones. Sarría y Cuberos combatieron con denuedo, resultando, herido y prisionero el primero y muerto el segundo. Durante una hora, más o menos, de combate, fueron derrotados los quinientos hombres integrantes de la columna enviada en auxilio de Peñaloza, cuya inactividad aumento el desastre.


Emilio Constantino Guerrero

El doctor Emilio Constantino Guerrero describe la acción en Las Pilas así: "El día 27 de mayo, es decir, tres días después de la acción en Tononó, libró el ejército la segunda batalla, en el sitio llamado de Las Pilas, en la cual también triunfó, perdiéndose también en este encuentro por parte de los invasores las vidas de los comandantes José María Rojo, capitán Jesús Soto, subteniente Cipriano Sánchez y muchos individuos de tropa, y quedando gravemente herido el general Régulo Olivares, comandantes Florentino Vargas y Ernesto Olivares, capitán Román Murillo, teniente Jesús Medina y sargento Carmelo Briceño. Las fuerzas del Gobierno perdieron al general Pedro Cuberos y dejaron prisionero al coronel Leopoldo Sarría, quien cayó herido".
"En esta acción el ejército restaurador tuvo que combatir con un enemigo muy superior en fuerzas, perfectamente amunicionado y que lo atacó por dos frentes, logrando a pesar de todo, vencer".

Ahora, conozcamos la versión que mi padre da sobre el combate en el sitio de Las Pilas:

"Fui agregado al coronel Régulo Olivares, quien contaba con 200 hombres. Yo les llevaba las armas, bestias, cuando las pedían, agua y ayudaba a los demás soldados a amolar los machetes. Después de marchas y contramarchas, unas veces por el camino, otras por potreros, llegamos a la vía que va hacia Paramillo.
Recuerdo que la noche anterior había caído un fuerte aguacero, por las muchas ^champlas^ de barro, parece que las corrientes de aguas caídas de muchos años atrás hicieron profundizar ese camino, hasta casi la altura de un hombre. Por un lado, la fila de pomarrosas con alambras de púas y por el otro, la cerca de alambre. En el camino, cabían dos personas marchando juntas. El General Castro le dice al coronel Olivares:

- Usted va adelante, detrás marcha el resto del batallón. Espero buenas noticias Coronel.

Entramos en la aventura, sin tomar en cuenta sentimentalismos que parecen acompañar a los de la naturaleza"

Durante el relato alguien lo interrumpió así:

"-Don Elías, ¿y usted no sentía miedo?

-¡Nooo! - contestó mi padre. El jefe nos había mandado a tomar un poquito de miche con pólvora. No debíamos mirar hacia atrás. Escuchábamos el relincho de algún caballo contento, que sacaba la palma de su cola, para rabotear el camino.
La tarde caía sobre la montaña de Loma de Pío, cuando la mosca o soldado que oteaba el camino, regresó y le hizo saber al que seguía para que pasara la noticia al Coronel.

- Viene el enemigo a dos cuadras.

El Coronel nos dice:

- Acompáñenme muchachos. 

Se oyen tiros aislados, choque de cuerpos que ruedan, unos sin cabeza, otros sin brazos. Gritos, lamentos, y una confusión enorme. El Coronel avanza con sus soldados. A muchos enemigos los han despojados de sus armas.
Una parte del batallón ha brincado la cerca y por el potrero diezman al enemigo. Por las pomarrosas, otro grupo de soldados restauradores acorralan el grueso contrario y los hace prisioneros. En esos instantes alguien grito:

-¡Viva la Revolución!

Inmediatamente el Coronel Olivares recibió tremendo machetazo, que le abrió un surco del ojo izquierdo a la quijada. El hombre se sostuvo con tremendo valor. No quiso que le retiraran del campo de batalla. 


REGULO OLIVARES (Archivo Dr. Luis Hernández Contreras)

Con la cara cubierta de sangre continuó la lucha, hasta que vio con sus propios ojos que el Estado Mayor enemigo era prisionero de sus tropas. El General Sarría herido y prisionero, y muerto el General Cuberos. Además, todo el parque, que conducían para reforzar al General Peñaloza había caído en poder de las tropas revolucionarias".

Otra pregunta hecha por alguien que escuchaba el relato se refería a las balas:

"Las balas pasaban zumbando como abejas - le contesta.

Después de recoger heridos y muertos, del coronel Olivares se supo que hubo de recibir las primeras curas en el sitio de batalla, luego que había ido a refugiarse a Cúcuta a la curación de la herida y más tarde figuraría como presidente del estado Zulia".

Mi padre acompañó al General Castro desde el Táchira a Tocuyito donde se celebró la batalla el 14 de septiembre de 1899. A mi padre lo distinguía dos rasgos sobresalientes: El carácter reflexivo y la estimable voluntad de ser útil a sus semejantes. Vivió con el patriótico propósito de trabajar por el bien de la comunidad del caserío Hernández, aldea El Carmen del antiguo municipio San Simón. En el año de 1920, recibió el nombramiento de comisario de policía de la aldea El Carmen, cargo que desempeñó sin remuneración por 24 años.
Alguno dirá, que no es necesario ahondar en una vida que no tuvo figuración relevante, sino la que su hijo le hace presentándolo participe de un hecho histórico. Es verdad figuró con el valor de juventud y allí quedó ocupando su puesto en la lista de tantos soldados anónimos. Y como estamos conociendo hechos y hombres, mi padre fue firme en el ideal liberal: Enrollado en su cuello lecía un paño amarillo.
De la atmósfera que atrae los recuerdos del Centenario de la Revolución Liberal Restauradora hay evocaciones que se consumen con el esfuerzo heroico de sus protagonistas. Esto lo digo entregando las palabras con la emoción de esos momentos en que vivió mi padre, dedicados a un ideal hermoso, pródigo en beneficio de la colectividad tachirense a lo que incorporó el General Castro como fuerza política en el acontecer nacional, con un concepto claro del nacionalismo participativo en los destinos del país.