martes, 30 de noviembre de 2010

El MUNDO RIOBOBERO DE SOFIA (PERSONAJES DE SAN JOSÉ DE BOLÍVAR)

José Antonio Pulido Zambrano


Doña Sofía, su hija Carmen y su hermana Ángela Contreras

Hoy me entere de la muerte de Doña Sofía, otra gran matrona de nuestro pueblo. Doña Sofía casó con Don Hilario Chacón, el hombre que por muchos años fue el encargado de tocar las campanas de la iglesia. 
Se muy poco de los orígenes de Doña Sofía. Investigaciones de Historia Local realizadas por Josefa Zambrano señalan que "los abuelos de Sofía provenían de Seboruco", ellos fueron "el señor Juan de La Cruz Contreras y su esposa Domotilia, esta familia llegó a Mesa Grande, luego compró en Los Paujiles". 
Uno de los hijos de Juan de La Cruz y Domotilia Don Manuel Contreras, quien "estando viviendo en la aldea de Los Paujiles conoció a la que iba a ser su esposa; Socorro La Cruz, al poco tiempo se casaron y de esa unión nacieron varios hijos: Eloy, Andrés, Escolástico, Ana, Sofía, Porfirio, Manuel y Ángela". Esta familia vivía de la agricultura y de lo que cosechaban era para el consumo particular de la aldea.


Momento en que Hilario Chacón enamora a Sofía Contreras

Por mi parte, recrearé el mundo de Sofía desde la memoria y desmemoria, la vi por primera vez un octubre del año 1981, cuando mi madre me llevó a la Escuela Básica "Regina de Velásquez". Ella estaba allí a la entrada con sus dos hijos menores: Oscar y Soledad. Luego ellos fueron mis compañeros de primeras letras al lado de Yoel Cardenas y Jaime Escalante. Mi madre leyendo mi curiosidad de niño me dijo que ella era Doña Sofía Contreras, la esposa de Don Hilario Chacón. Don Hilario era bedel de la escuela y en ese instante al fondo arreglando un cuadro de Régina de Velásquez. Al tiempo volví a saber de Sofía, una hija de ella, hermosa como la niebla andina era coronada Reina de unas ferias de ensueño en 1982. Esa Reina era Lilian Chacón, allí mi madre me expresó: - Esa es hermana de Soledad y Oscar.


SOFIA CONTRERAS


HILARIO CHACON

Por casualidad, en mi primer encuentro con la sabiduría, comprendí y aprendí que la "Filosofía" era "el amor a la sabiduría", y en esas conversaciones con mi madre encontré que el nombre Sofía quería decir SABIDURÍA. Desde ese día imaginé a los sabios e intelectuales con lentes como Sofía.
Los años me llevaron a mundos ignotos, y en esos avatares fui conociendo a otros hijos de Sofía e Hilario. A Noél Chacón lo distinguí de prefecto, bueno ese ha sido su mundo, el de "La Política", y allí asocie al hijo de Sofía al libro del sabio Aristóteles, el de la política, Noél cabía en los escritos de Aristóteles. Luego leí El Banquete de Platón y creí que en el caía el señor Ramón Chacón o "Cominos", gran amigo de mi padre, fabulador y amigo de la buena vida, y como Platón amante de un Arpa, en el casó de Platón de una Lira, y ambos entonaban su filosofía de vida en un canto, ese fue el segundo "libro-hijo" que conocí de Sofía. Aunque en "El Banquete" tambien se encontraba la personalidad de Luis Chacón, o "Luis Cochices" como lo apodaban sus amigos, hombre servicial, alegre, de buen humor y presto a ser oyente, este era el tercer "libro - hijo". 
La filosofía (del latín philosophĭa, y éste del griego antiguo φιλοσοφία, "amor por la sabiduría") es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia (esta la converse con Oscar "el cubo" de Sofía, un hijo muy inteligente y que tiene una mirada plural de la vida, un tanto utópica, era el cuarto "libro-hijo" de Sofía). El conocimiento, otro pilar de la filosofía la viví con Enrique Chacón, pues más que político, Enrique el primer Alcalde del pueblo, era un Cultor y de allí que su patrimonio cultural sea su museo de antiguedades. Por otro lado, la verdad, característica nata del filosofar la contemplé en Carmencita, mujer de temple riobobero, con una sonrisa eterna difícil de olvidar y la moral, esta quizá adscrita en Soledad Chacón la hija menor de Sofía ya que me expresó amistad y esperanza para decir sin creces lo que opina de la vida; por su parte el señor Miguel Chacón me demostró el don de la mente y el lenguaje, en esas conversaciones eternas que sostuvimos cuando él era autobusero de Expresos San José; y por último, Sofía tenía que saber que el ciclo de lo filosófico termina en la belleza y le dio a la generación de los ochenta a Lilian, que es belleza en cuerpo y alma. De allí que quizá Sócrates, de haber nacido en San José de Bolívar, no probaría la Cicuta si los dioses le dieran de nuevo el don de la vida, ya que nuestro pueblo es un lugar que sin ser griego sueña con ser griego, y es factible que un griego en este instante este soñando con ser riobobero.


SERENATA DE RAMÓN MARQUEZ A DOÑA SOFIA