lunes, 18 de noviembre de 2019

EL PADRE NEPO, SACERDOTES DE NUESTRO TERRUÑO

Por: Mgs. José Antonio Pulido Zambrano
Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira


Padre Nepomuceno Pinzón (Foto Archivo Fundación Pulido).-

Lo conocí como el "Padre Nepo". La primera vez que le vi, yo estaba en la escuela, en el aula de segundo grado con la maestra Carmen. Fue a darnos una clase de Religión. Tendría siete a ocho años por lo que no preste muy bien atención a sus palabras, como todo chiquillo a esa edad estaba más pendiente en otras cosas que en las "cosas de Dios" - como diría el Padre Nepo.

El Padre Nepo llegaría al pueblo de San José de Bolívar el 05 de mayo de 1981. Era natural de Carcasí, Santander - Colombia. Había sido ordenado en el Santuario del Perpetuo Socorro de Madrid - España el 26 de mayo de 1965 y había pisado tierras tachirenses en 1980 para incorporarse al trabajo de la Diócesis de San Cristóbal. Siendo asignado a la labor eclesiástica a la parroquia de San Emigdio en Capacho Viejo.

Llego el Padre Nepomuceno Pinzón Nieto a un San José de Bolívar que estaba desplegado a celebrar su centenario como fundación del pueblo, trabajo que había venido desempeñando el padre español Juan Francisco Santos, pero que por razones de salud debió dejar el pueblo.

De allí que el pueblo se engalanaba y se vestía de fiesta para celebrar a sus patrono San José en sus Ferias y Fiestas del Centenario.

Era el Padre Nepo, un cura muy discreto, de poco hablar, amante de las flores y las orquídeas de la zona. Recuerdo que visitaba a mi señora madre para contemplar cada vez que nacía una nueva orquídea. Llevaba una libreta donde anotaba todo sobre esta planta, no se si publico algo de ello, pero era más por afición y aprendizaje particular que por cuestiones de crear un libro sobre el tema.

En los bautizos y confirmaciones siempre pedía que le tuvieran un litro de vino "Sagrada Familia" el cual degustaba mientras escuchaba a los pueblerinos, su arte era "saber escuchar" y muy poco dado al hablar en público, a excepción de sus homilías, las cuales llevaba con su ritmo lento al hablar. Una de sus frases repetitivas era: "Con el sacerdocio el hombre común debe seguir los pasos del Cristo".

Habían sábados donde tomaba una especie de báculo hecho de una mata de café que tenía la forma de cruz y se iba a caminar por las aldeas, ya que era un amante de la naturaleza, a las casas que llegaba pedía que le regalaran helechos, flores, orquídeas, toda clase de ornamento natural que tuviera vida propia. La casa cural en su estadía se convirtió en un gran jardín y tenía de todos los tipos de orquídeas y rosas de la región. Hasta logro cultivar una mata de frailejón en uno des patios de atrás de la Casa Cural.

Mi otro recuerdo con el Padre Nepo fue mi preparación para la Primera Comunión. Las clases impartidas las recibíamos con Isidro Chacón y él constantemente iba a ver nuestros progresos y escogía al azar a alguno del grupo con alguna pregunta. Con él recibí mi primera comunión y con él hice mi primera confesión, rituales de la religión católica que debe cumplir todo joven adolescente.


Momento en que recibo la primera comunión de manos del Padre Nepo.


Doña Josefa y Don Pedro ven con alegría que su otro hijo Pedro Alexander
esta haciendo la Primera Comunión.-


Primera Comunión de José Antonio y Pedro Alexander Pulido Zambrano
junto a la imagen de la Virgen María
imagen por cierto que fue destruida y hoy sólo queda restos de la belleza que fue en su tiempo.