viernes, 12 de julio de 2013

HOMBRES DE LUZ. Por: José Antonio Pulido Zambrano. Teatro Tachirense. Dramaturgia Tachirense.


Personajes:
-          Krisnat – Set.
-          Petrus.

AMBIENTE: Un departamento con muchos libros, un escritorio, una papelera llena hasta los bordes de papeles, papeles en el piso, en una mesa esta la Biblia, la Teogonía de Hesiodo, El libro de los Muertos, El Corán, Hamlet, Drácula, la Constitución de Venezuela y el Marahara… una botella de vino barato, una botella de cerveza a medias, una Coca-Cola y una Pepsi. Uno de los personajes esta sentado frente a una maquina de escribir, escucha Heavy Metal, “2 minutos para la medianoche” de Iron Maiden.

I ACTO.

PETRUS: Llevo seis meses en esto y no escrito ni una línea que valga la pena, malditos los griegos al inventar las musas. ¡Si las musas! ¿Por qué si uno no tiene musa no puede escribir? ¡No! Que estoy diciendo. Perdonadme Aristóteles, Platón, Sócrates… ¡Pero que va! Hasta un niño hoy día le es fácil escribir un cuento (ARRANCA LA HOJA, COLOCA OTRA Y EMPIEZA DE NUEVO). En el principio, aquella noche era oscura y… y que más… la noche era oscura y… la noche era oscura y hermosa, no, no, no… suena muy estúpido… en un principio, la noche era oscura y había frío, no, no, no… debería dejar mi sueño de ser escritor. En este país un escritor se muere de hambre, ¡Bueno! También se mueren de hambre los médicos, los profesores, los padres e hijos… maldito Dios Petróleo… la noche era oscura como el petróleo, no tampoco… (PETRUS SIGUE ESCRIBIENDO Y ROMPIENDO HOJAS).

(SE ENCIENDE UNA LUZ AL FONDO Y APARECE OTRO PERSONAJE).

PETRUS: ¿Quién eres tú? (SE LEVANTA EXALTADO) ¿Qué haces en mi casa? ¿Cómo entraste aquí? ¿Vienes a secuestrarme? ¡Si! eso es, me vas a secuestrar, pero de nada te va a servir, soy un don nadie. (SILENCIO). ¿Quién eres? Dímelo.

KRISNAT: Yo soy la luz del mundo.

PETRUS: ¿Qué? Acaso vienes de Coorpoelec, y a estas horas (MIRA EL RELOJ).

KRISNAT: No amigo, yo soy la luz en la oscuridad y esa luz es la que necesitas para salir de tan mal trecho… te estas encerrando en un mundo sólo tuyo, lleno de caos, por ello tu no vez la luz… has perdido la senda hermano.

PETRUS: No me llames hermano. Me quieres ver la cara de payaso, quién te mando, seguro el Editor del gobierno, para jugarme una broma. Además pareces haber salido de una película de espionaje, todo de negro y esos lentes negros. Estas drogado o que, pues es de noche.

KRISNAT: Eres terco Petrus, pero en verdad os digo que la experiencia que vas a tener conmigo esta noche te hará ver nuevos caminos.

PETRUS: ¡Qué! Acaso eres homosexual.

KRISNAT: Yo soy la luz del mundo, estoy en tu inconsciente, he bajado del padre para hacerte mi apóstol.

PETRUS: Hablas, no sé… ¿Quién eres? Maldita sea, quién eres. Debo estar soñando, tu no existes, es mi imaginación, tanto trasnocho, eso debe ser, no eres real…

KRISNAT: Yo soy un Krisnat, una especie de ángel nos llaman ustedes, he venido de un planeta distante para poder abrir al hombre los ojos, por lo inhumano que se esta haciendo.

PETRUS: Mire. Usted en un circo sería un verdadero espectáculo, eres muy buen actor… no se quién te envió. Sí, si es una broma de Stella, ya fue suficiente. Se puede marchar por donde entro. (SE SIENTA). Es más imagino, que ella te dio las llaves. ¡Debí cambiar las cerraduras!

KRISNAT: Tú, al igual que tu mundo, Petrus, esta ciego, pues no quieres abrir tu corazón al verdadero conocimiento, y el conocimiento es luz.

PETRUS: Yo poseo mi verdadero conocimiento e ideología propia.

KRISNAT: ¡Ahh sí! ¿Y, cuál es?  La Biblia, el Libro de los Muertos, los Diálogos de Platón, Drácula o esta Constitución de tu país (TOMA ESTE ULTIMO LIBRO, LO HOJEA, Y LO VUELVE A DEPOSITAR EN LA MESA). Todo esto es teoría, todos pueden encender una fogata hermano, pero muy pocos la saben mantener, muy pocos entienden mi luz y muy pocos la aprenden.

PETRUS: ¡Estas loco! Miré payasito saltarin, de donde salistes tu, lárguese en este momento antes que llame a la policía.

KRISNAT: Tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, tuve hambre y me diste de comer, pero de ti Petrus se dirá, quise estar en tu casa y me echaste, quise entrar en tu corazón y me alejaste, quise entrar en tu memoria y me expulsaste.

PETRUS: (TOMÁNDOSE LOS CABELLOS CON LAS MANOS) Me confundes. Te la das de Cristo, de Buda, de Quetzacoalt.

KRISNAT: Yo soy todos ellos en uno, pues un hombre de luz esta en cada uno, tu puedes ser un hombre de luz, pero en este mundo nadie quiere sacrificarse Petrus, y jamás morirá en vano el que muere por una causa justa.

PETRUS: No te creo, es más, veo en ti un farsante, un espécimen de circo. Sí eres lo que dices ser, transforma este vino barato, en un buen vino. ¡Ahh… que pasa! No puedes hacerme este milagro.

KRISNAT: Cualquiera que beba de otra agua tendrá otra sed. Quién bebiere del agua que yo doy, jamás volverá a tener sed. Tú has leído a todos estos hombres, que en esencia son estos libros, son sus ideologías, su pensamiento, su forma de ser, su historia, sus recuerdos; y todos ellos os han dicho la verdad, sólo que ustedes los hombres cada día inventan nuevas religiones, basadas en las mismas leyes, y la religión en vez de unir naciones lo que ha hecho es dispersarlas. Muy bien se que ustedes los hombres, si el padre volviera a enviar a otro ungido, ustedes lo volverían a crucificar. En este siglo tal vez le enviarían a la silla eléctrica o a la cámara de gas. Pues lo tildarían de loco…

PETRUS: Viste, no eres capaz ni de hacer un simple milagro, puro bla, bla, bla, ¿Cuánto te pago Stella por este drama? Quieren volverme loco.

KRISNAT: Ya te dije que soy un hombre de luz.

PETRUS: ¡Y que mierda tengo que ver con ustedes! Ahh… dime profeta de sueños. Que coños tengo que ver contigo…

KRISNAT: Tú tienes el don de escribir, por ello eres el indicado, debes escribir mi nuevo evangelio.

PETRUS: Escribir, me dices escribir, por favor busca un sacerdote o un loquero, eso es lo que necesitas.

KRISNAT: Ya veo, por eso es que no has llegado a escribir ni una línea de tu novela, pues no crees ni en ti mismo, y si no crees en ti mismo, como piensas creer en los demás y que ellos crean en ti.

PETRUS: ¡Eres una pesadilla! Verdad. Sí. Si. Estoy soñando, debió ser este vino barato (SE TOMA OTRO TRAGO). Sí, debo estar divagando como veo. Tú no existes. Tú eres un ser imaginario. Tú no existes. Yo te estoy inventando. No he dormido bien los últimos días, he comido poco. Si eso es. Tú eres un espejismo. Tú no existes… ¡Debo despertar!

KRISNAT: Creer o no creer, ese es tu dilema Petrus. Pero tu no eres totalmente culpable, más pecadores son los que están en el poder, su mala gerencia ha llevado al mundo  al principio, al caos.  

PETRUS: Espera, espera. Qué eres tú, un ángel venido del cielo, un maldito extraterrestre o un político. Ahh… ahora me vas a venir a decir que el país esta mal, eso ya lo sé y sin leer profecías tanto como tú. ¿Quién carajo eres tú?

KRISNAT: Yo soy un ente, venido de otro mundo, estoy seguro que en vez de guerra habría paz si yo fuera de este mundo, en vez de desorden existiría el orden, yo soy la luz del mundo y quién me sigue no camina en tinieblas. Yo soy la verdad Petrus.

PETRUS: La verdad. La verdad. ¿Quién conoce la verdad? Acaso tu conoces la verdad. ¿Qué es la verdad?

KRISNAT: La verdad no es dual, la verdad es sólo una, la verdad nos lleva a un solo camino, ese camino es el conocimiento, y lo debes andar al lado de la reflexión, para poder llegar a una verdadera sabiduría, esa luz de la que te hablo es el conocimiento verdadero, y quién se sigue así mismo podrá seguir a los demás, ese esta siguiendo el verdadero camino de la verdad… ¡Tú crees que la verdad esta en esos libros! Y, no es así…
PETRUS: Y cómo he de llegar a ese camino Krisnat (HACE UNA REVERENCIA DE SARCASMO). Dímelo. Ahh… Dime como alcanzó esa verdad.

KRISNAT: Aquel que busca el verdadero conocimiento deja que su espíritu guíe a su cuerpo, aquel que se deja guiar por su cuerpo se materializa, se pierde y es ciego de la verdad.

PETRUS: ¿Quién se deja guiar por su espíritu? Ahh… dímelo Krisnat y tal vez crea en ti.

KRISNAT: Aquel que lo deja todo por su prójimo, aquel que hace el bien con cristo, aquel que busca el estado del Nirvana, aquel que busca resucitar con Osiris, aquel que sigue los preceptos del Buda, aquel que cumple los mandatos de Quetzacoalt, aquel que camina la senda de Mahoma, no has entendido aún Petrus, todo hombre que sigue a un hombre de luz, se esta guiando por su propia luz.

PETRUS: ¡Esto parece el sermón de un sacerdote o el sermón de un loco!

KRISNAT: Hoy, el hombre sacia su sed con una cerveza. Si mi amigo Petrus, el hombre cree que con una cerveza olvida sus problemas económicos, sociales, culturales, incluso de raza. Pero el error esta en que no sacia su alma.

PETRUS: Pero a veces nosotros los pobres nos emborrachamos de lamentos y lágrimas, y la cerveza no hace ningún efecto… ¡Sólo observa a tantos niños con hambre en nuestras calles!

KRISNAT: Tengo sed Petrus.

PETRUS: Aquí hay una Coca – Cola.

KRISNAT: No. Eso no.

PETRUS: Bueno, hay una Pepsi, nada como una Pepsi.

KRISNAT: Dame agua.

PETRUS: Aquí no llega el agua. ¡Entonces nos morimos de sed o tomamos una Coca – Cola!

KRISNAT: Ustedes los hombres siempre han sido así, esperando un Mesías que los redima. Hoy ustedes siguen los pasos de la moda, lo que dicen que debe hacerse, el último corte de cabello, el último jeans, la mejor hamburguesa, mucho de los hombres se han hecho seres de plástico, una sociedad consumista, que presume lo que no es.

PETRUS: Se nota que siempre has vivido en el Olimpo, en el cielo, en el lugar de los dioses, en Hollywood, en Suiza o Miami. Vuelve, baja a la tierra y volverás a llorar Krisnat, volverás a llorar cuando veas tanta pobreza, tanta maldad,  tanta mentira, tanta hipocresía… esa es la verdad, la única verdad. ¡Tanta miseria humana!

KRISNAT: ¿Tienes algún sueño Petrus que quieras alcanzar?

PETRUS: Sí. Y muchos. Viajar. Viajar mucho. Comprar un caballo y dejarme escapar en la sabana. Comprar una casa en el campo y vivir en paz. Todo esto después de ser un Nobel.

KRISNAT: Lindo sueño.

PETRUS: El sueño de un hombre común, el de un escritor anónimo.

KRISNAT: Nadie es común, cada ser humano es bello e interesante. El ser humano tiene esa ventaja, no es monótono.

PETRUS: ¿De qué manicomio saliste Krisnat? Ya hasta me estas cayendo bien.

KRISNAT: Aún no me crees.

PETRUS: No. Es más deberías ser escritor, tienes una imaginación bárbara. Un cristo en estos tiempos es utópico. Sabes, puede ser que este frente a un “Asesino en Serie”, pero ya no me importa, me has hecho pensar.

KRISNAT: Ahora soy yo el que no entiende.

PETRUS: Sí. Me has hecho pensar, los seres humanos comemos, hacemos el sexo no el amor, cagamos, pero jamás pensamos… sabes me viene al pensamiento Stella, mi última pareja, era mas costumbre que amor, y la extraño por costumbre más no por amor…

KRISNAT: Amor, amor, amor… es una palabra grande tan grande como la verdad.

PETRUS: La verdad… Sí, la verdad… sabes, recuerdo que un día Stella llegó con un perro a esta casa, y yo odiaba al maldito perro, no sólo me dañó un libro sobre Picasso, sino que me rompió mis LP originales de Iron Maiden, y no sólo con eso, el maldito perro siempre se cagaba frente a mi máquina de escribir, y yo, bruto, siempre pisaba esa maldita mierda, y desde allí la costumbre bonita y lenta de Stella, se volvió en la costumbre repugnante y rápida de Stella. Mierda y perro destruyeron a Stella. Cuando Stella se me acercaba, me olía a mierda de perro. Y todo terminó, un día se fue, pero al llegar todas las tardes, el olor a mierda seguía y me recordaba a ella. Se había vengado, y dejó al maldito perro. Y allí se murió de hambre (SEÑALA UN RINCÓN). Y un día el perro pasó de ser una máquina de mierda y se volvió en comida de gusanos… Y eso hemos de ser nosotros, primero maquinas de mierda y luego comida de gusanos. Esa es mi verdad, Krisnat la verdad huele a mierda de perro.

KRISNAT: Eso es grave amigo, tu verdad huele a mierda de perro, muy grave.

PETRUS: Eso no es todo. Un escritor siempre tiene una visión política. Y en este país no existe la política. En este mundo no existe la política. Los que se hacen llamar políticos no han leído a Aristóteles. Y sucede que si no estas en un partido, tus escritos son una mierda, no valen nada.

KRISNAT: Política y verdad, jamás serán compatibles.
PETRUS: Dime una cosa, cuanto te pagó Stella por hacerme esta broma.

KRISNAT: Cogito ergo sum.

PETRUS: Descartes… mira ya me estas cansando, la charla esta muy buena, pero tengo sueño. Ahora, ¿si esto es un secuestro? Perdiste tu tiempo. Nadie pagara un rescate por un tipo como yo.

KRISNAT: Sabes que tu naciste al contrario, y por ello piensas siempre al revés.

PETRUS: ¡Qué!

KRISNAT: Sabes que la mentira es la máscara de los débiles.

PETRUS: ¿Y?

KRISNAT: Sabías que tu madre tuvo un amante por mucho tiempo, y eso la llevó al divorcio.

PETRUS: ¿Cómo te atreves? Stella te lo dijo, verdad. Mujer y chisme siempre van unidos.

KRISNAT: Por eso no aceptas a una mujer en tu seno familiar, porque en el fondo la imagen de tu madre también te huele a mierda de perro (PETRUS TRATA DE GOLPEAR A KRISNAT, PERO SUS GOLPES NO LO TOCAN).

PETRUS: Estoy cansado y no he logrado darte ni un solo golpe, en verdad pareces ser de otro mundo… ¿Cómo se atrevió mi madre a hacerme eso? No se lo perdono. Jamás.

KRISNAT: Y tu crees que Stella te dejó por lo mismo.

PETRUS: Claro que si, todas las mujeres son iguales, todas huelen a mierda de perro.

KRISNAT: No generalices, tú eres el que esta embadurnado de mierda, por ello cuando alguien se te acerca, tú crees que ellos tienen ese olor, y el olor esta en tu nariz. Solamente tú hueles eso, nadie más.

PETRUS: Tal vez tengas razón. Pero por ello no voy a perdonar a mi madre.

KRISNAT: Es la única manera para que dejes de oler a mierda.

PETRUS: Sabes, yo sé que voy a despertar, que todo esto es un sueño, es más puede ser que al despertar no sea más que un oficinista, que sueña con ser un escritor de renombre, porque si esta es mi vida real, es la vida de un ser frustrado, pobre de mí. Un ser frustrado que huele a mierda de perro.

KRISNAT: ¿Qué eres Petrus, en que te has convertido?

PETRUS: Soy la sombra de Petrus García Muerte. Soy el fantasma de un hombre que no vive hace tiempo.
KRISNAT: El hombre, Petrus, le tiene un horror instintivo a la presencia de su alma, pero la verdad tal vez radica allí, el hombre desde lo más remoto tiene una finalidad, la soledad.

PETRUS: Por eso han fracasado todos los que han tratado de hacer una literatura del alma, bueno, y más en este país, pues parece que el alma la hubiese comprado el diablo hace mucho.

KRISNAT: Estás más loco que nunca mi querido Petrus. Tú no tienes remedio, es una lástima. Sabes de ti se dirá, como hace años de Byron: “A su nacimiento asistieron las hadas de todos los dones, pero falto una, la del juicio”.

PETRUS: ¡Byron!

KRISNAT: Sí Byron. Le visite hace años, en una noche como esta, el escribía en la penumbra del candelabro.

PETRUS: Tú eres el hada del juicio o de la locura.

KRISNAT: Esa misma pregunta la hizo Byron aquella noche oscura. Recuerdo que empezó a pasear sus manos por el fuego, y no se quemaba, pues era un cuerpo sin alma.

PETRUS: Y yo soy su reflejo en el tiempo.

KRISNAT: Quizá, y Byron mirándose en el agua como cuál Narciso se ahogo, se ahogo en ti, y por ello Byron huele a mierda de perro, como tú…

PETRUS: ¡Basta! (GRITA). ¿Has matado a alguien?

KRISNAT: No.

PETRUS: Yo si. El día que se fue Stella, ese día lo empecé a matar de hambre.

KRISNAT: Al perro.

PETRUS: Si, por ese condenado perro se acabo mi amor por Stella… Sabes, recuerdo una tarde que los dos fuimos a comer helados en el centro de la ciudad, y unos policías me detuvieron, y me tuvieron tres días preso, y que por que yo era comunista, y me parecía demasiado a un terrorista internacional, desde ese día mande al carajo a Homero y los griegos y me corte la barba… en esos días Stella compró el maldito perro, y para colmo lo bautizo con el nombre de Leteo.

KRISNAT: Olvido, un nombre original.

PETRUS: Pero el nombre no funcionó, pues cuando menos esperaba, plaff, y pisaba la mierda del coño perro, y de Leteo pasaba a llamarlo Mnemósine, pues el perro era medio marica, no me perdía de vista, se me abalanzaba, cosa que su dueña dejó de hacer.

KRISNAT: Y te sirvió de algo.   

PETRUS: El perro, no, de nada.

KRISNAT: El perro no, el estar preso, te sirvió de algo.

PETRUS: Sólo me sirvió para recordar la miseria vida que llevaba, y volví a verla allí.

KRISNAT: A Stella.

PETRUS: No. A la soledad. La volví a sentir como nunca, y pensé en mi madre y en el puto amante que tenía, y desde ese día odie más el mundo. Y para colmo, el día que salí, en vez de Stella llevarme a comer una pizza, se gastó la poco plata que quedaba en el dichoso perro. Aquella noche me acosté sin cenar.

KRISNAT: ¿Y hoy cenaste?

PETRUS: Que importa ya. Suena a idiotez. Sabes Krisnat, te parecerá una locura mía, pero a veces me veo animado y poseído por el espíritu de dios. Yo he buscado muchos senderos, me he propuesto muchas obras, muchas y estupendas. Es más debería crear una nueva religión, el petrucionismo. Qué tal, ahhh…

KRISNAT: Ayer estaba leyendo un libro que saque por error de la Biblioteca. Se habían equivocado al dármelo y yo no me di cuenta hasta que estuve de vuelta en mi comarca.

PETRUS: Y que tiene que ver eso, con mi idiotez de mundo.

KRISNAT: Causalidad… el libro a principio me resulto pesado, pero luego comprendí que estaba leyendo algo diferente…

PETRUS: Lo que más me gusta de un libro es que te haga reír un poco de vez en cuando… sabes Krisnat, cuando pequeño mi padre me regalo una gorra de cazador, y me dijo: “Petrus, para que te defiendas del monstruo”. El día que encontré a mí madre con el otro, supe que mi padre me había dado una gorra para cazar gente, y desde ese día, yo me la pongo para matar gente. Ese día vi a mi madre con otro hombre, me levanté y me acerqué  a la ventana, ese día sentí una soledad espantosa, casi me entraron ganas de estar muerto, y salí corriendo, corrí por la calle, hasta la calle estaba deprimente ese día, y luego me acorde del arma de mi padre, y supe que él me había regalado la gorra.

KRISNAT: Sabes, mi ciudad es terrible cuando alguien se ríe de noche. La carcajada se oye a millas y millas de estrellas luz y le hace sentirse a uno aún más triste, y deprimido. Por eso cuando leí el libro que me dieron en la biblioteca supe de causalidades.

PETRUS: ¿Y es causalidad que tu estés hoy aquí?

KRISNAT: Sabes, el único torpe de mi familia soy yo, siempre he sido un guardián entre el centeno.

PETRUS: Je, je, je. Salinger, no me digas que ese era el libro que leías.

KRISNAT: No. Era el diario de mi madre. Mi espejo.

PETRUS: Reconozco que es horrible, pero ese día en la calle, mientras corría, supe que era un Dios, y Dios puede tomar venganza.

KRISNAT: Por eso mataste al perro.

PETRUS: Sí. Sabes puedo llegar a odiar a una persona sólo porque tiene un perro de esos.

KRISNAT: Se esta haciendo tarde.

PETRUS: Tarde, para el hombre todo siempre va a ser tarde. Ya que esta en carrera contra el tiempo.

KRISNAT: Mi tiempo se acerca, pronto debo ir al padre, por eso tú tienes que escribir un libro que llegué al corazón del hombre, pero tienes que escribir un libro de luz, no busques la fama, ni la fortuna con tu libro, ellas llegaran a su debido momento. Escribe desde el fondo de tú corazón. A donde voy ahora no podéis seguirme Petrus, tal vez después, para así revelar por medio de ti, la verdad a los hombres.

PETRUS: Sabes Krisnat, no tengo ni la menor idea de lo que eres, pero tus ideas de nada servirán, en este mundo nadie cree en la luz de la verdad, en este mundo prevalece la oscuridad, la mentira, es el mundo del Dios Dinero.

KRISNAT: El mundo de Set.

PETRUS: ¿Quién es Set?

KRISNAT: Mi hermano, el mal.

PETRUS: Tu hermano el mal, la maldad, de eso estas hablando.

KRISNAT: Sí. Set es mi hermano, los dos nacimos de la madre sideral, yo represento la luz, él la oscuridad, yo soy el bien y él representa el mal, nosotros dos somos uno, unidos al padre, nosotros somos la mándala, somos el signo de Dios, nacimos con géminis, la trilogía perfecta, padre, hijo e hijo.

PETRUS: Ahora si que menos entiendo.

KRISNAT: En este instante te estoy hablando yo, porque eres bueno, pero hay momentos que tus acciones malas llaman a Set, posees dentro de ti dos caras, la del bien y la del mal. Sólo que hay hombres que siguen la luz y otros que la rechazan, cuando el cristo vino al mundo, y vino a enseñar al hombre a amar, porque el amor es el único sentido del hombre para que el bien acabe con el mal, la verdad sobre la mentira, la era de la luz sobre la era de las tinieblas. (EMPIEZA A TOMAR LIBRO POR LIBRO Y LO MUESTRA A PETRUS) Es la batalla de Zeus contra los Titanes, de Osiris contra Set, de Cristo contra Satanas, el enfrentamiento de Jonathan contra Drácula, la belleza contra la fealdad, es la guerra del Dr. Jeckill sobre Mr. Hide, te acuerdas de Stevenson, verdad Petrus.

PETRUS: (SE MUESTRA CONFUNDIDO) Sí lo recuerdo.

KRISNAT: Ya es hora de marcharme Petrus.

PETRUS: ¡Cómo! Te iras, ahora que me estas cayendo bien te vas. Y en que te iras.

KRISNAT: De tu casa a la base en un taxi, a mi casa en una nave de luz.

PETRUS: Quieres que escriba que los dioses están en el espacio.

KRISNAT: Nosotros no estamos en el espacio, venimos de un mundo lejano, por ello los egipcios apuntaban con las pirámides al cielo, para recordar que un día unos extraños hombres de luz bajaron del universo y mostraron al hombre el verbo creador.

PETRUS: Eres tu: Ra.       

KRISNAT: Elemental, mi querido Petrus, elemental (SALE).

PETRUS: (TOMA DE NUEVO UNA HOJA Y SU MAQUINA) En el principio, la noche (ARRANCA LA HOJA) no, no, no… debe ser de otra manera… (VUELVE A COLOCAR OTRA HOJA). En el principio era el caos, todo era tinieblas; entonces el Krisnat creo la luz, esta luz era el conocimiento de los Dioses, antes del caos, existía la luz de los Dioses, por ello el principio en la oscuridad fue esa luz…

(SE APAGAN TODAS LAS LUCES, SE BAJA EL TELÓN).


FIN.