jueves, 30 de julio de 2015

DON VÍCTOR MANUEL PULIDO VIVAS

Por: Horacio Moreno


DON VÍCTOR PULIDO VIVAS, ejemplo indiscutible de constancia y dedicación al trabajo. Siempre fue un amante de su pueblo, preocupado por el desarrollo del mismo, participó en muchas actividades sociales y culturales. Fue una empresa de proyectos que hicieron época en los anales de San José de Bolívar. Con un motorcito para el alumbrado eléctrico que inauguró el 2 de diciembre de 1935 cambió en parte la fisonomía del pueblo. El proyecto fracasó, pues lo recaudado era Bs. 2 mensual por familia y no llegaba a cubrir los gastos. Construyó varias tenerías para curtir pieles. Buscó expertos en este oficio. No pudo sostener el gasto, ya que las entradas no daban para pagar la materia prima.
            Hizo hornos para quemar piedra de cal. Establece una alfarería, obteniendo arcilla en el mismo lugar y empieza la fabricación de tejas y ladrillos. Se puede decir fue la primera fabrica montada en San José de Bolívar llamada “La casa del Tejar”, ubicada en la carrera 5 con calles Sucre y Páez. La falta de vías de comunicaciones imposibilita extender su radio de acción. Perseveró por el espacio de 10 años y se vio obligado a cerrar el negocio.
            Estableció un rebaño de ovejas en su finca “La Maravilla”, al pie de La Cimarronera. Con este fin se traslada a La Mulera y compra ochenta ovinos. El invierno y la falta de vigilancia hicieron que murieran todas.
            Sembró de truchas las lagunas de la Cimarronera. En compañía del señor Rafael Ángel Contreras van a Mérida y con un señor de apellido Urrutia se asocian y compran la semilla que fructifica en poco tiempo. Hay truchas que llegaban a pesar 6 kilos. El español José Massip interviene en el negocio de las truchas, compran el terreno, construyen ocho tanques de gran capacidad a orillas del río Bobo. Empezó la producción. Se convertía San José de Bolívar en un lugar para exportar turismo. Se construye una casa estilo europeo, surgen problemas, los administradores presentan cuentas malas y el proyecto fracasa, esto sucedió en el año 1957.
            Don Víctor Pulido fue un hombre servicial. Se desempeñó como enfermero, cirujano, picapleitos, sacamuelas y repartidor de tierras. Su pasión fue ayudar a sus semejantes en la solución de problemas. Con otros amigos trazó nuevas calles para el pueblo, urbanizando, parcelando un terreno para venderlos a módicos precios e hizo que la calle de la escuela fuera acondicionada para que los padres y alumnos pudieran llegar sin dificultad.
            Doce hijos fueron el fruto de su matrimonio con la maestra Ana  Manuela Paz de Pulido, ellos son: Víctor Manuel (doctor en ciencias sociales, con estudios en Florencia, Italia), Juan (aviador civil, obtuvo su título en México), Nelly Georgina (bacterióloga de la Universidad Nacional de Bogotá), Elsa Virginia (profesora), Freddy (arquitecto), Teresa (artista plástico), Armando (ingeniero mecánico), Alfredo Enrique (ganadero), Miriam (licenciada en educación), Nancy Beatriz (bachiller en comercio), Omar David (dibujante arquitectónico) y Carlos Pulido Paz.