martes, 31 de julio de 2012

DON PEDRO NEGRO Y LA GRAMÁTICA DE LA NOSTALGIA DE ANTONIO AGUILAR EN SAN JOSÉ DE BOLÍVAR

Por: José Antonio Pulido Zambrano


Don Pedro Pulido o "Pedro Negro".

El regreso al pueblo, en la búsqueda de esos recuerdos de niñez perdidos me llevó a reencontrarme con varias pinceladas de nuestra memoria, una de ella la musical. El transitar esas calles empinadas de un pueblo envuelto en neblinas y hoy como contradicción, San José de Bolívar se me presentó con una heterogeneidad cultural única, donde la presencia de una cultura híbrida estaba en cada rockola de las tantas cantinas que nuestros padres visitaron en su tiempo de jolgorio y ocio. El campesino de las zonas de los andes venezolanos aparte de desconfiado era individualista, pero ante la libación de la cerveza, el Wiskhy o un caricuanero de una aldea de La Grita, ese mismo campesino dejaba su voz individual y en coro con otros congéneres se prestaba a una voz coral, y en pleno auge del reegaton, genero de moda, era opacado por las voces ancestrales de otro género que se niega a morir y que tuvo como el más fiel representante al mexicano Antonio Aguilar.
Si algo caló fuerte en el pueblo fueron las rancheras, quizá por la afinidad de los temas de caballos y desamores tan característicos en San José de Bolívar. De allí que Antonio Aguilar y ahora Vicente Fernández sean ya parte de de la idiosincrasia riobobera.
Uno de los lugares donde es característico ver caballo, jinete, amores y desamores, tequila, cerveza, ron o whisky es la "Licorería La Quinta" que hoy administra José Gregorio Pulido, nieto del fundador de dicho punto de encuentro de la camaradería riobobera con la mujer, el aguardiente, la ranchera y el caballo. Esta licorería fue fundada el 15 de noviembre de 1958. Su fundador fue don Pedro Antonio Pulido Vivas, hijo de José Gregorio Pulido Escalante y Dolores del Carmen Vivas. De este matrimonio fueron hijos: Ramón Antonio, Cesar Antonio, Berta, Pedro Antonio, Francisco Manuel y Josefa.
José Gregorio Pulido Escalante a su vez fue hijo de Trino Anastacio Pulido y María del Carmen Escalante.
Pedro Pulido o "Pedro Negro" se casó con Doña Adelina García, de cuyo matrimonio seran hijos: Gregorio, Pedro, Wuillian, Ana Custodia y Nelly.


Adelina García de Pulido

Don Pedro Pulido fue uno de los primeros impulsadores de la música mexicana en el pueblo. ¿Por qué esa identificación tan fuerte del andino con la cultura mexicana? ¿Por qué ese amor tan grande que tenemos hacia México? Ya Mariano Picón Salas en su libro Gusto de México nos acerca a la personalidad del charro y su contexto, y en esa lectura hay tanta identificación para decir que cualquier hombre de la montaña venezolana es a nuestra manera la versión del charro criollo a lo venezolano.


La religión, la fiesta, la muerte, tres temas que nos unen y que tanto en México y los pueblos nuestros tienen tanta similitud. Cuando leímos Pueblo en vilo de Luis Gonzalez, la impresión nuestra es como la construcción histórica particular de un pueblo como San José de Gracia se encripta de una manera tan cercana como si estuviéramos leyendo la historia de la fundación de un pueblo como San José de Bolívar, los hombres de allá tienen las mismas características de los hombres de aca, es el sacerdote quien lleva la tutela de la fundación del nuevo pueblo, es la distribución de la tierra, sin sus constumbres para domar esa naturaleza aún barbara.
¿Qué parecido en esos hombres que cantaban a todo pulmon las rancheras de Antonio Aguilar con esas letras? ¿Por qué la identificación del andino con estos temas? ¿Qué rasgos similibaban y diferenciaban a un andino de un mexicano? Caminar las calles del pueblo, ver a aquellos hombres con sus caballos como en pueblos como Guanajuato, Huentitan, Jalisco, cantando rancheras como aquel video de José Alfredo Jiménez en blanco y negro, donde el charro va cantando sus melodías acompañados de su fiel caballo. Se deberá allí ese machismo tan mexicano en el andino venezolano, en su forma de afrentar la vida, en su identificación con la finca del trabajo, en su acercamiento a las penas y amores.
Mi madre al preguntarle como es el hombre riobobero, ella me contesta: - "Machista, orgulloso, enamorado, picaflor, alegre, parrandero, mujeriego, noble, infiel, borracho, mamador de gallo, amigo de amigo, pero también rencorozo".


Antonio Aguilar, El Charro de México

Este trabajo nace del encuentro particular con la música de “El charro de México”, nos referimos a don Antonio Aguilar, la canción que nos lleva en un viaje en la memoria para establecer lazos sentimentales con nuestros padres y abuelos es Prisionero de tus brazos:

Si me matan o me muero de algo,
dejare una carta dirigida a ti,
pa` que sepas aunque tarde, mi alma,
que jamás debiste tú dudar de mí.

Si por algo me llevaran preso,
te estaría adorando desde mi prisión,
en mi celda escribiría tu nombre
con la misma sangre de mi corazón.

Si la muerte me le dieras tú
con desprecios de tu corazón
si la muerte me la dan tus brazos
no habrá prisionero más feliz que yo.

Si me embarco pa´ lejanas tierras,
y por largo tiempo no te vuelvo a ver,
donde quiera que se encuentre mi alma,
estaré pensando solo en tu querer.

Si la muerte me le dieras tú
con desprecios de tu corazón
si la muerte me la dan tus brazos
no habrá prisionero más feliz que yo.

De Antonio Aguilar sabíamos prácticamente nada, salvo que era el cantor del pueblo mexicano, que sus canciones acompañaban cabalgatas y garitos en nuestro pueblo. Y cómo hablar de la música del cantante popular sin conocer a su exponente o cantor, y fue grato al introducirnos en la vida del personaje a partir de un documental sobre su vida realizado por la compañía del artista MUSART intitulado Antonio Aguilar 50 años: El Charro de México. 
Su nombre completo fue Pascual Antonio Aguilar Barraza. Nació el 17 de mayo de 1919, en el poblado de Villanueva, Zacatecas, y creció en medio de lo que fue una gran familia mexicana en la señorial hacienda de Tayahua, adquirida por sus antepasados en 1597, lo que nos deja constancia del origen fundacional de la familia Aguilar en el México colonial. Sus padres fueron don Jesús Aguilar y Aguilar y doña María de los Ángeles Barraza. Vivió el pequeño Antonio su infancia en esta hacienda, donde aprendió de su padre el amor por la tierra y los caballos, destacándose como un gran jinete. De su madre aprendería nuestro personaje su vocación por el canto, ya que doña María de los Ángeles cantaba en la iglesia del poblado. De ella comentaría años después en una entrevista don Antonio Aguilar aprendió las primeras canciones del folclor mexicano y su inspiración al cantar otro de sus grandes éxitos:

Por el amor a mi madre,
voy a dejar la parranda
aunque me digan cobarde,
a mí no me importa nada.

Mi madrecita llorando,
me dice que ya no tome
la vida se está acabando,
y temo que me abandone.

Adiós botellas de vino,
adiós mujeres alegres
adiós todos mi amigos,
también los falsos quereres.

Por el amor a mi madre,
hare cualquier sacrificio
antes de que sea muy tarde,
voy a quitarme del vicio.

Sé que no soy un cualquiera,
si aun me vive mi madre
si no, ya horita anduviera
como la pluma en el aire.

Adiós botellas de vino
adios mujeres alegres
adios todos mis amigos
también los falsos quereres

Antonio Aguilar tuvo seis hermanos: José Roque, Salvador, Guadalupe, Luis Tomás, Mariano y Josefina. En esa primera infancia Antonio debió vivir un problema legal por la fortuna familiar, al don Jesús Aguilar quedar como fiador de su hermano Eduardo, debió hipotecar la hacienda de Tayahua para solventar el problema financiero de su hermano. La deuda fue saldada aún cuando no había un papel por escrito que obligara a Don Jesús a pagar la deuda del hermano muerto, pero en el pueblo don Jesús Aguilar era conocido como un hombre de palabra y cumplió la misma entregando los últimos lotes de tierra al deudor. Recordaría años después Antonio Aguilar que esa fue una lección que le dejo su padre, el de que los “hombres de bien deben tener palabra de honor para ser respetados”. De allí la costumbre de Antonio Aguilar de que muchos de sus conciertos los diera de palabra y nunca firmara contratos, por supuesto algunos.
La biografía del autor nos explica luego que al don Jesús Aguilar recuperar su palabra y honor en el poblado, él y sus hijos se convirtieron en jornaleros para lograr subsistir, ya que habían quedado prácticamente en la calle. Antonio y sus hermanos debieron trabajar de manera ardua en las faenas de campo, de sol a sol para conseguir alimentos y algún dinero para volver a resurgir como cual ave fénix de las cenizas.
Una tarde en la que Antonio se quitaba el sombrero para secar su sudor, debido al trabajo agotador del campo, fue llamado a su casa para una razón. Su tío Mariano Vásquez del Mercado quería llevárselo para hacer de él un hombre de profesión. Le ofreció hacerlo su secretario particular y viendo en Antonio esa sed de ser un hombre de mundo le planteó la posibilidad en la ciudad de México la posibilidad de estudiar Aviación en New York. Pero había un gran problema, Antonio Aguilar apenas había terminado la primaria y no tenía conocimientos en el idioma inglés. De allí que empezó a formarse durante año y medio de forma autodidacta y yendo a algunos cursos para mejorar sus conocimientos.
Culminado sus estudios presentó Antonio Aguilar su examen de suficiencia y aprobó el bachillerato. Ya todo estaba listo para viajar, hacerse piloto y dominar el idioma inglés. Debido a que Antonio Aguilar muestra ser un estudiante aventajado es enviado de New York a Ojayo, donde aparte de seguir el estudio de la aviación se adentra al mundo musical, logrando una beca para estudiar canto. 
En sus conversaciones Don Antonio Aguilar recordaba que todo iba bien, viento en popa, hasta que un día su tío mariano se enteró de su doble vida y le envió un telegrama con las siguientes palabras lapidarias: “En mi familia no hay payasos, te canceló la beca”.
Antonio Aguilar, de nuevo tocado por la mala suerte de no tener dinero, debió dejar sus estudios y regresar a México, el sueño se había quebrado, pero se llevaba con él muchas enseñanzas y un costal de otros sueños en sus costados.
Al llegar a ciudad de México Antonio Aguilar se transformó cual Lazarillo de Thormes, se dedico a realizar los mil y un trabajos para seguirse costeando sus clases de canto. En esos andares se le presentó la oportunidad de viajar a Hollywood con la compañía del maestro Andrés Segurola, trabajando para él en lo que fuera y la paga sería que el maestro Segurola le dictara clases de canto, eran los años de 1940 a 1941. Su estadías en la meca del cine dura poco, como lo mexicanos de su época es repatriado, llegando a Mexicali, donde trabaja por unas semanas como cantante. Luego se instala en Tijuana, donde empieza a ganar un salario de 12 dolares por semana presentándose en casí todos los centros nocturnos de esta ciudad, allí logra reunir una cantidad de pesos mexicanos, que servirán para que se regrese a ciudad de México y compre en el Paseo de la reforma el Cabaret Manui. Bajó la administración de Don Antonio Aguilar el Cabaret Manuí se convirtió en el lugar de diversiones nocturnas número uno de la ciudad en 1945. A la par de ser el propietario del Cabaret Manuí, Antonio Aguilar siguió estudiando canto, su verdadera pasión, de tal manera que podía interpretar lo mismo canciones del género popular que operístico. 
El 22 de julio de 1950 recibió del bachiller Álvaro Gálvez la oportunidad de cantar en la XEW y a partir de ahí empezó a despuntar como estrella. En los inicios de la televisión hizo el programa Música a Bordo. Al principio empezó cantando boleros pero después se cambió al traje de charro. En Puerto Rico el compositor Rafael Jivarito Hernández le sugiere que deje de engolar la voz e intérprete temas rancheros, de allí que recordando las canciones que aprendió con su madre interpreta “Alta y delgadita”, “Noches tenebrosas”, “La Chulita” y “Si no me quieres no me martirizes”. 

Eres alta y delgadita
tu hermosura me provoca
mira que nariz que boca 
que cuerpo que cinturita 
no la cambiaría por otra 
aunque fuera más bonita. 

Eres vaso de cristal 
que en el mar andas nadando 
como no te puedo hablar 
por eso me ando rodeando 
no seas ingrata mujer 
no me hagas andar penando. 

Del árbol se caen las hojas 
y del sol no hay que dudar 
bonitas son las muchachas 
sacándolas a pasear 
con dinero y no con señas 
hay!!!... que rechulo es amar. 

Me subí al cerro más alto 
a preguntarle a cupido 
que cual era la campana 
con que se tocaba olvido 
para olvidar a esa ingrata 
que olvidarla no eh podido 
cupido me contesto 
no le metas corte al pino 
la mujer que sea celosa 
dale pronto su destino 
que se quede como el oso 
devisando pal´ camino. 

Ya con esta me despido 
desojando una rosita 
aquí se acaban cantando 
versos de la delgadita 
no la cambiaría por otra 
ni aunque fuera más bonita...

Don Antonio Aguilar debutó en el cine mexicano al lado de Pedro Infante. Vicente Fernández fue su gran amigo y reconoce que Antonio Aguilar "fue quien le abrió las puertas de Estados Unidos y Latinoamerica a los artistas mexicanos. Mantuvo una gran amistad también con cantautor de música ranchera José Alfredo Jiménez quien al fallecer le pide que siga cantando sus canciones. 
En los años 1940 - 1960, Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solis eran los principales representantes de este estilo musical. Son muy importantes para la popularidad de este estilo, misma que fue lograda también por la participación de estos cantantes en muchas películas de esta época. Mientras tanto, la música ranchera se ha establecido como un componente indispensable de la cultura popular. 
Hoy en día, Chavela Vargas, Amparo Ochoa, Cuco Sánchez, Vicente y Alejandro Fernández y otros son los intérpretes más destacados de los corridos tradicionales mientra que los Tigres del Norte son el representante más conocido del corrido contemporáneo. 
Antonio Aguilar firmará luego con Eduardo Baptista dueño de la compañía MUSART, llegando a grabar luego más de 165 discos rancheros. Incursionó en el cine, en pequeños papeles. En 1952, obtuvo su primera parte importante en El casto Susano; en 1953 fue contratado como actor exclusivo de Filmex: “Diez películas lleva hechas Antonio Aguilar, entre ellas dos coestelares Un rincón cerca del cielo (1952) y Ahora soy rico (1952); las demás estelares” (Del seminario al set. Por Clara Montes. México Cinema, No. 95, 15 de enero de 1953, PP. 14–16) 
En 1956 recibió su primera oportunidad estelar, en Tierra de hombres, de Ismael Rodríguez. En 1959 se casó Antonio Aguilar con la también actriz y cantante Flor Silvestre (Guillermina Jiménez), de su matrimonio son hijos: Antonio Jr. Y José “Pepe” Aguilar. Con su familia fue reconocido a nivel de Latinoamerica con su espectáculo charro de caballos y de que fue el mexicano que introdujo el deporte mexicano de la Charrería a audiencias internacionales y es por esto que lo apodan El Charro de México.
En su trayectoria como actor de cine destacan sus múltiples comedias rancheras y su reiterada caracterización de personajes populares e históricos de la revolución mexicana como: Heraclio Bernal, Panfilo Natera, Benjamin Argumeda, Emiliano Zapata, Felipe Carrillo Puerto, Gabino Barrera, Lucio Vásquez, Francisco Villa y Eliseo Jarquín Sánchez. Todas sus películas nacen de la herencia musical del corrido mexicano. Desde mediados de los años sesenta fue argumentista y guionista, y produjo un número importante de cintas, entre ellas varias de las que fue protagonista. Su filmografía: 1952: “El casto Susano”, “Marco Antonio y Cleopatra”, “Un rincón cerca del cielo”, “Ahora soy rico” y si “Yo fui una callejera”. 1953: “Por el mismo camino”, “Amor de locura”, “Había una vez un marido”, “La mujer desnuda”, “Mi papá tuvo la culpa”, “Mi adorada Clementina”, “La segunda mujer” y “Yo soy muy macho”. 1954: “Reventa de esclavas” y “El casto Susano”. 1955: “La barranca de la muerte”, “El gavilán vengador” y “Una gallega en La Habana”. 1956: “Tierra de hombres”, “La huella del chacal” y “El fin de un imperio”. 1957: ¡Aquí están los Aguilares!, “Cien muchachas”, “Cuatro contra el imperio”, “La justicia del gavilán vengador”, “La cama de piedra” y “La ley de la sierra”. 1958: “La guarida del buitre”, “Aquí está Heraclio Bernal”, “Fiesta en el corazón”, “Los muertos no hablan” y “La cucaracha”. 1959: “Yo... el aventurero”, y “Los Santos reyes”. 1960: “Dos hijos desobedientes”, “El siete de copas”, “La sombra del caudillo” y “Rumbo a Brasilia”. 1961: “Vacaciones en Acapulco”, “La joven Mancornadora”, “Los hermanos del hierro”, “Que me maten en tus brazos”, “El caballo blanco” y “Ahí vienen los Argumedo”. 1962: “Ánimas Trujano”, “Sol en llamas”, “Cazadores de asesinos” y “Si yo fuera millonario”. 1963: “Aquí está tu enamorado”, “Yo, el mujeriego” y “La gitana y el charro”. 1964: “El revólver sangriento”, “Gabino Barrera” y “El Alazán y el rosillo”. 1965: “El Padre Diablo”, “Escuela para solteras”, “Alma llanera” (Filmada en Venezuela), “Juan Colorado”, “El hijo de Gabino Barrera” y “Los dos rivales”. 1966: “La vida de Pedro Infante”, “Los cuatro Juanes” y “Alazán y enamorado”. 1967: “La venganza de Gabino Barrera”, “El ojo de vidrio” y “La captura de Gabino Barrera”. 1968: “Lucio Vázquez” y “El As de oros”. 1969: “El Caballo Bayo”, “Lauro Puñales” y “Los indestructibles” (The Undefeated), trabajó con el actor estadounidense John Wayne. 1970: “Emiliano Zapata”, “Vuelve el ojo de vidrio” y “Los marcados”. 1972: “La yegua colorada”. 1973: “Valente Quintero”, “La muerte de Pancho Villa” y “Peregrina”. 1974: “Simón Blanco” y “Mi aventura en Puerto Rico”. 1975: “Don Herculano enamorado” y “El Rey”. 1976: “El Moro de Cumpas”. 1977: “Volver, volver, volver”, “La muerte de un gallero”, “Soy el hijo del gallero”, “Sabor a sangre” y “Mi caballo el cantador”. 1979: “Benjamín Argumedo, el rebelde” y “Albur de amor”. 1980: “Persecución y muerte de Benjamín Argumedo” y “El tonto que hacía milagros”. 1981: “Los gemelos alborotados” y “Noche de carnaval”. 1982: “El ánima de Sayula”. 1983: “Viva el chubasco”. 1984: “El Rey de oros”. 1985: “Astucia”. 1986: “Contrabando y muerte”. 1987: “Lamberto Quintero” y “Zapata en Chinameca”. 1988: “Domingo Corrales. 1990: “El hijo de Lamberto Quintero”. 1991: “Triste recuerdo”. 1992: “El chivo”. 1993: “La sangre de un valiente”. 1994: “La güera chabela”.


La Discografía Original no se conoce como tal, ya que muchas canciones por incivativa de la casa disquera con la que firmó Antonio Aguilar se incluyeron en recopilaciones hechas en años más recientes y hasta la fecha no se ha relanzado la discografía como tal ni tampoco ha aportado la lista relacionada. 
Con banda (1986) 15 Corridos /Caballos (1990) Con alma norteña (1994) Toda mi vida (1994) Éxitos con mariachi (1995) 15 Éxitos con banda (1995) 15 Éxitos con tambora (2000) 20 Súper Éxitos (2000) Colección de Oro de Antonio Aguilar (2000) Corridos (2001) Frente a frente (2001) Éxitos norteños (2001) Canciones de vacile (2001) Peregrina (2001) Más caballos (2001) Vamos al palenque (2001) El único (2004) La crema de la crema (2005) Joyas (2005) Rancheras con Mariachi (2005) Las cartas de Antonio Aguilar (2005) Vivo en México (2006) Tres Días (2006)
El 5 de junio del 2007, Antonio Aguilar fue internado en Medica Sur, un hospital al sur de la ciudad de México, debido a una infección pulmonar y su situación se hacia cada vez más grave. Jaime Arriaga, el medico del artista, aseguro "Él sigue vivo y sigue sostenido por las medidas que estamos haciendo del punto de vista médico mecánico y la atención de la unidad coronaria de Medica Sur, él está vivo todavía". El médico también informó que Don Antonio permanecía en estado inconsciente pero que no tenía muerte cerebral.
Después de 15 días de hospitalizado, la madrugada del 19 de junio de 2007, a las 11:45 p.m., hora de México, el "charro de México" dejó de existir como consecuencia de complicaciones de una neumonía, la cual fue controlada, pero que le llevó a un cuadro de agotamiento agudo y que afectó su funcionamiento renal y pulmonar. También será homenajeado como los "grandes" en el palacio de Bellas Artes, sitio en el que han sido homenajeados sólo los más grandes artistas de México.
Tras expresar su profundo agradecimiento por la solidaridad y apoyo Pepe Aguilar, a través de un comunicado por su casa disquera EMI Music , informó que "se oficiará una misa de cuerpo presente en la Basílica de Guadalupe, donde estará toda su familia". La ceremonia religiosa fue oficiada por el cardenal Rivera a las 15:00 horas y "a ella podrán asistir los seguidores de 'El Charro de México'". Más de ocho mil personas se dieron cita para el acto funebre a pesar de que había una lluvia muy fuerte.
Después de la misa los restos del cantante fueron trasladados a la ciudad capital de Zacatecas, donde fueron velados. De acuerdo a un comunicado, este acto estuvo abierto al público para que den el último adiós al actor, quien deja un legado de más de 150 películas". En la misa estuvieron presentes artistas como Vicente Fernández junto con su esposa, Pedro fernández y Guadalupe Esparza vocalista del grupo "Bronco".


Al término de la ceremonia religiosa, de alrededor de hora y media, el cortejo fúnebre se dirigió al rancho del cantante, 'El Soyate', que se ubica a unos 5 km del pueblo de Tayahua, municipio de Villanueva. Antes del Soyate, el cortejo fúnebre pasó por Villanueva, sitio que lo vio nacer y donde las campanas de la iglesia local redoblaron durante todo su paso. Luego, el cortejo siguió al pueblo Tayahua, donde Don Antonio vivió su infancia y adolescencia, y donde se realizó una brevísima ceremonia religiosa, para finalmente dirigirse al El Soyate, donde fue sepultado esa tarde (Jueves 21 de Junio).



Rancheras
Las agrupaciones musicales llamadas Mariachis tienen su origen en el estado de Jalisco. Habían surgido en el México postrevolucionario con la intención de difundir las canciones rancheras. La música ranchera es un estilo propio que simboliza una nueva consciencie nacional. Es un tipo de canción popular acompañada por pequeñas orquestas. Etimológicamente, la palabra está relacionada con 'rancho'. Del ambiente ranchero surgió la música ranchera como reacción del pueblo frente al los modelos aristocráticos que, en aquel entonces, determinaban la vida de las familias de la clase pudiente. La música ranchera muestra influencias de los bailes folcloristas cuyo carácter festivo frecuentemente se combina con argumentos de índole narrativa o épica. 
En los tiempos de la revolución surgieron muchas crónicas cantadas que trataban acontecimientos basados en hombres, mujeres y tropas. Esta forma de la música romántica se desarrollaba en forma paralela a la música ranchera y, hoy en día, representa un estilo propio: el corrido.
Desde el punto de vista musical, la canción ranchera se caracteriza por una nota aguda y larga al final de cada frase. Al concluir la estrofa, esta nota se desploma y termina en el tono original de la canción. Las orquestas mariachis forman un acompañamiento ideal para la voz briliante y abierta. Estas orquestas están compuestas de 3 a 12 elementos divididos principalmente en secciones de cuerdas - diversos tipos de guitarras y violines - e instrumentos de viento - trompetas y clarinetes.


Corrido
El corrido es una parte central de la música popular méxicana. Se ha convertido en una de las fuentes más eficientes para la difusión de las historias heróicas o románticas. Estas historias, frecuentemente se ubican en el ambiente de la revolución de 1910, sin embargo, ahora también se abarcan temas como el narcotráfico y la política contemporanea. Los temas más populares y difundidos son: el amor angañado, la queja del debil frente al poderoso, el énfasis en actos guerreros, la habilidad especial en el manejo de las armas y el desafio después de haber sufrido alguna injusticia.
En los tiempos de la revolución, los cantantes viajeros recitaban los corridos en las calles o las plazas públicas, para comunicar novedades acerca de los acontecimientos importantes, así como lo habían hecho los trovadores de la Edad Media. La fuerte difusión de los corridos también tiene que ver con la venta de los textos impresos en papel de colores en las ferias y fiestas populares. Estas impresiones frecuentemente estaban ilustradas aquellas de la casa Vanegs Arroyo por el entonces totalmente desconocido artista José Guadalupe Posada. 
El musicólogo Vicente T. Mendoza opina que el primer corrido fue 'Macario Romero' que data del año 1898 y surgió en el estado de Durango. El texto relata un acontecimiento del año 1810. El corrido es recitado o cantado y tiene parte de sus raíces en la música popular española. La voz principal a veces es apoyada por un refrán cantado por un coro. El acompañamiento consiste principalmente en instrumentos de cuerda, tales como la guitarra, el violín y el guitarrón. A veces también tocan instrumentos de viento, sobre todo trompetas.
Sin embargo, frecuentemente una guitarra basta para cantar los corridos, presentando historias de infidelidad, borracheras, tragedias familiares, atrevidas aventuras, amores a un público que escucha sorprendido, admirado o indignado.


Son
El son es un estilo musical ampliamente difundido en México. Aparece en muchas variantes que comparten las siguientes características: a) música interpretada primordialmente con instrumentos de cuerda y percusión: Se pueden hallar diferentes estilos de sones que corresponden a determinadas regiones y a diversas culturas. El son es, sobre todo, una música de los mestizos, lo que no quiere decir que no haya grupos con un mestizaje mínimo y herederos de culturas indígenas que toquen este genero de música.
La palabre 'SON' reune canciones y melodias que no pueden ser identificadas simplemente por su estructura armónica, rítmica o melódica. Sin embargo, el son difiere mucho de otros tipos de música mexicanos, tales como el corrido, el bolero, la polka o la redova. 
Desde el punto de vista armónico, el son está basado en modelos occidentales: tonica, dominante, subdominante y las escalas correspondientes. Para ciertas partes, por ejemplo para las introducciones, existen también raras variantes armónicas con inversiones de los acordes ligeramente disonantes. La interpretación de la forma melódica varía entre los cantantes y los instrumentistas, resultando en un rico entramado melódico dentro de la estructura armónica preestablecida.