Por: José Antonio Pulido Zambrano
Recuerdo como si fuera ayer, una mañana de marzo de 1983, cuando la profesora Noraima Duque nos dijo que aquella mañana nos iba a visitar una persona muy especial. La sorpresa llegó a a eso de las diez de la mañana, se trataba de una hermosa joven que representaba lo más bello de lo femenino riobobero, era una de las candidatas del Centenario que optaban aquel año por ser la Reina.
Muchas preguntas vinieron a aquel niño de siete u ocho años. ¿Qué era el centenario? ¿Cómo se llamaba aquella mujer tan bella? ¿Qué acontecimiento sucedía que hasta mi padre los días anteriores había preparado con mis padrinos Gilberto y Luis "Cerote" sus bellos caballos? La bella joven se llamaba Nilza Pérez, y yo como todos los chicos en aquella mañana hice cola para recibir un afiche de la candidata y por supuesto un beso. Ella nos paso a explicar que su afiche lo pegáramos en un cartón con un palito para que los acompañase en la elección y la apoyaran. Yo en esos días no era poeta, pero sus palabras me sonaron a poesía y quedaron encumbradas en mi corazón de niño.
Muchas preguntas vinieron a aquel niño de siete u ocho años. ¿Qué era el centenario? ¿Cómo se llamaba aquella mujer tan bella? ¿Qué acontecimiento sucedía que hasta mi padre los días anteriores había preparado con mis padrinos Gilberto y Luis "Cerote" sus bellos caballos? La bella joven se llamaba Nilza Pérez, y yo como todos los chicos en aquella mañana hice cola para recibir un afiche de la candidata y por supuesto un beso. Ella nos paso a explicar que su afiche lo pegáramos en un cartón con un palito para que los acompañase en la elección y la apoyaran. Yo en esos días no era poeta, pero sus palabras me sonaron a poesía y quedaron encumbradas en mi corazón de niño.
Después de marcharse Nilza, la profesora se avocó a explicarnos que San José de Bolívar se preparaba para celebrar sus cien años, que eso significaba Centenario.
Fueron aquellos días de regocijo, yo un niño echado a rodar, como aquel Aureliano Buendía descubriendo el hielo, yo de niño en aquellas fiestas de marzo descubriendo un mundo inimaginado para mí. Caminaba desde el atrio de la iglesia a todos los rincones del pueblo. Disfrutando tanto los oficios religiosos del 19 de marzo en la celebración del patrono San José, como combinando mi paladar a una serie de nuevos sabores (coquitos, azucarados, buñuelos, cotufas rojas, churros, pinchos, entre otros), así mismo veía a mi padre y sus amigos en diversos juegos ecuestres como: La saca de cintas de colores, el pollo enterrado, carreras.
La noche de la elección de la reina fue mágica, mi madre estaba a mi lado, y yo gritando a todo pulmón y levantando mi cartel de la candidata de mis sueños y diciendo: Dame la N, dame la I, dame la L, dame la Z, dame la A, que dice... NILZA.
Lo cierto fue que aquella bella mujer se hizo reina, y no se porque hoy cuando habló con varias personas y le pregunto me nombren una reina, casi todos dicen: Nilza Pérez. No sé si porque son de mi generación o todos vieron a Nilza Pérez con los ojos de poeta, con los que la miró un niño de siete u ochos años, cuando una mañana la vio por vez primera...
Lo cierto fue que aquella bella mujer se hizo reina, y no se porque hoy cuando habló con varias personas y le pregunto me nombren una reina, casi todos dicen: Nilza Pérez. No sé si porque son de mi generación o todos vieron a Nilza Pérez con los ojos de poeta, con los que la miró un niño de siete u ochos años, cuando una mañana la vio por vez primera...
Hoy las ferias y fiestas de San José de Bolívar se siguen celebrando en marzo, el año pasado fue reina la joven Yorbell Chacón, pero sigo añorando las Ferias de aquel Centenario...
A continuación tres imágenes para la historia en el momento de la coronación de Nilza Pérez como reina del Centenario de San José de Bolívar:
Nilza Pérez, Reina del Centenario de San José de Bolívar