* José Antonio Pulido Zambrano
Una de las tradiciones de más arraigo en las fiestas decembrinas en San José de Bolívar es un ritual de corte pagano conocido como "La parranda de los negros", hoy recubierto por la modernidad bajo la apariencia de ser disfrazados con máscaras con personajes de los medios.
Hoy los jóvenes de esta comunidad continúan con la tradición, pero sustituyendo las viejas mascaras de cartón pintadas con carbón por máscaras de látex. Pero en el fondo el sentido carnavalesco del evento hoy día es el mismo. Es un momento propicio para dejar sacar aquellas burlas que impide la cotidianidad llena de seriedad. Es una fiesta donde se permite transmutar el mundo, el mundo con la parranda de los negros esta al revés, los hombres usan vestidos, se embarazan y coquetean a través de la máscara y las mujeres asumen el rol masculino.
Los abuelos comentan que desde principios del siglo XX ya existía la tradición, que consistía en la participación de los hombres pintando su rostro y manos de color negro, y vistiendo ropa deshilachada de hombre o mujer, y acompañada con pelucas hechas de gincho de guineo. Acostumbraban después de las misas de aguinaldo ir a las aldeas a robar gallinas para realizar sancochos a los lados del río.
Existe una tradición, que San José de Bolívar por ser en sus orígenes un pueblo de tradición vasca que se enclaustró en la montaña tachirense, gente de montaña trabajadora y muy pálida, pues poco salían del arduo páramo, un día uno de los más acaudalados señores de La Grita visitó el lugar con un sirviente, un esclavo negro, por lo que el pueblo fue temeroso y se resguardo pues señalaban que ese hombre era el diablo, de allí paso la leyenda de generación en generación y el miedo inculcado a los niños: . "Si no haces caso te va venir a llevar el negro (el Diablo)". "Si no vas temprano a la cama los negros vendrán por ti".
Barón Samedi con el muñeco de Año Viejo
San José de Bolívar - Táchira - Venezuela
Otros creen que esta tradición vino con unos gitanos que visitaban con regularidad al poblado por el mes de diciembre a vender baratijas y con ellos vino la imagen del Barón Samedi, el señor oscuro, el diablo negro de los muertos. De allí estos gitanos participarían en sus grupos con un baile al Barón Samedi, por según la tradición, uno de los jefes gitanos morir en el poblado, por lo que muchas de sus tradiciones se fusionaron con elementos de carácter local de los rioboberos. Estos gitanos llegaban y armaban sus carpas en lo que hoy se conoce como la aldea La Costa, quizá por ello, al estos señores emigrar a sus tierras de origen, los aldeanos levantaron una Capilla, hoy la más antigua del Municipio.
Pero la tradición de la parranda de los negros continuo en esta aldea. En un principio sólo podían participar en esta cofradía los puros hombres. Era una fiesta de locura, donde el aguardiente y chimú cabían en grandes cantidades.
Era común que estos disfrazados o "Negros" se comportaran de manera violenta y asustaban a los niños con llevárselos, de allí que muchos infantes temieran la aparición de los "Negros".
Hoy día la parranda de los negros refleja esos lugares donde el miedo se cubre de navidad para exorcizar esos temores naturales, que muchas veces nacen en la infancia.