Por: Humberto Guerrero Guerrero
Nace en la aldea La Costa, perteneciente a San José de Bolívar el 8 de abril de 1925. Hijo de Carlota Guerrero y de Juan Isidro Vivas. Sus hermanos fueron Quiterio, Socorro y Francisco Guerrero. En 1938 su familia se muda de La Costa a La Fundación, en el municipio Uribante; allí su madre adquiere un lote de terreno y se dedican a las labores agrícolas y pecuarias. La contribución de la gente de San José de Bolívar en la Fundación ha sido de suma importancia y decisiva.
José Dionisio fue un muchacho muy precoz y a muy corta edad ya tenía una bodega propia y se independizó rápidamente. A los 28 años contrajo matrimonio con Paula Elvira Araque, natural de La Fundación, descendiente de una familia procedente de El Moral y Las Palmas en el municipio Sucre. De esta unión nacieron Humberto, Víctor, Gladys, Olga, Rubén, Arnoldo, Ramiro, Mireya, José Marino (+), Alfredo y Mariela Guerrero Araque.
En La Fundación fue dueño de varias propiedades agrícolas y de algunos negocios que siempre supo dirigir con visión, decisión, honestidad y mucha rectitud. José Dionisio fue un hombre muy humilde, piadoso, de honda convicción moral y ética y siempre les inculcó a sus hijos el respeto por los derechos de los demás y los valores cristianos que él practicaba todos los días, predicando con el ejemplo. Fue siempre una persona colaboradora y servicial en las comunidades en donde vivió y siempre se le distinguió por el afecto y cariño de sus vecinos y familiares, especialmente de los niños y jóvenes.
En un ambiente rural, donde casi siempre vivió y donde los hijos muchas veces sólo se preparan para las labores del campo, siempre se preocupó por la superación de ellos a través de la formación académica y decía que sus hijos mayores debían estudiar para que apoyaran a sus hermanos menores y para que no se quedaran rezagados y siempre se preocupó para que estudiaran en las mejores instituciones e hizo esfuerzos supremos para enviarlos al Seminario Santo Tomás de Aquino y a otras instituciones de educación media, diversificada y superior del estado, cuando La Fundación no tenía carreteras para comunicarse con otras regiones. A las 2:00 am., salía de La Fundación con sus hijos mayores para llevarlos a Palmira y a Pregonero. Un enorme esfuerzo.
Su máxima satisfacción y el premio de sus desvelos y esfuerzos se produjó el 20 de junio de 1981 cuando su hijo Víctor Manuel Guerrero Araque se ordenó de sacerdote en La Fundación, en una ceremonia presidida por monseñor Alejandro Fernández Feo, Obispo de la Diócesis del Táchira y de todo el clero tachirense en la ordenación del Padre Víctor Guerrero.
El resto de sus descendientes han sido trabajadores, profesionales destacados en las áreas a las que se han dedicado y hoy forman una familia muy unida y comprometida con el servicio social, legado que su padre les dejó.
En 1998 José Dionisio se trasladó a la ciudad de Táriba, donde vivió con su familia, hasta el 28 de enero de 2007, cuando dejó de existir y sus restos fueron sepultados en el panteón de la familia Guerrero Araque en La Fundación.