domingo, 29 de agosto de 2010

A SON DE MÉXICO: COMO TÁCHIRA NO HAY DOS…

Carlos David "El pequeño potrillo"
(Foto en Facebook del artista)

Por: José Antonio Pulido Zambrano

El último concierto de Don Chente en San Cristóbal, el 26 de septiembre fue muy emotivo, no sólo porque volvía el número uno de la canción ranchera a estos andes venezolanos, sino oír cantar por primera vez junto a Vicente Fernández al pequeño Carlos David Romero, el pequeño potrillo. Ese momento quedo grabado en los corazones de quienes asistimos a dicho evento, un momento para la historia Tachirense. Anoche volver a ver a Carlos David en el programa que transmite Venevisión Yo si Canto, y dedicarle la canción “Mi querido viejo”, aquella que en la película de igual nombre dedicara Alejandro a Don Vicente, las lágrimas volvieron a nuestros ojos, al recordar cuantas veces la hemos cantado a nuestro padre, y ver con qué seguridad y maestría este chiquillo domina el escenario y gritar “Ay viene mi apa, un aplauso”, fue de nuevo otra imagen para el recuerdo, cuando Carlos David le canto a su padre José Gregorio Romero Moreno. En la plaza Monumental de San Cristóbal, casualidad canto “Cuando yo quería ser grande” con su otro padre, claro padre artístico y de admiración, Don Vicente Fernández.


Concierto en San Cristóbal, 26 de septiembre de 2009


Momento del Concierto en San Cristóbal

Y en estas reflexiones, de donde le viene al tachirense, ese gusto por la ranchera, pues yo desde que tengo memoria recuerdo a mi padre entonando las canciones de José Alfredo Jiménez y Antonio Aguilar. Es más, aún conservó un casette de José Alfredo Jíménez donde canta “El Rey” y otros tantos éxitos, casette con el que mi padre enamoró a mi madre, y yo de chico no me cansaba de escucharlo. Pero el gusto por lo ranchero viene de tiempo más atrás, pues me cuenta mi padre que antes los pueblos andinos, los de montaña más que todo, colocaban en las Plazas Bolívar películas del Cine de Oro Mexicano, por lo que nombres como Pedro Infante y Jorge Negrete era común oírlo en las bodegas y licorerías de los pueblos. Fueron muchas las rockolas que dejaron oír “Amorcito corazón” y “El charro mexicano”. La primera película que se proyecto en un cine de San José de Bolívar fue “La oreja rajada” de Pedrito Fernandez.


Pedro Infante y Jorge Negrete

Estas memorias en lo particular las escribo de lo que ocurrió en pueblitos tan hermosos como: San José de Bolívar, Queniquea, San Pablo y Pregonero. Pero la afición charra iba más allá. La capital del estado Táchira, San Cristóbal, no sólo ha contado con la presencia en los últimos tiempos de: Vicente, Alejandro y Pedrito Fernández, no, nuestra bella ciudad conto en los años cincuenta con la visita de personalidades mexicanas como: Mario Moreno “Cantiflas”, quién toreo en la plaza de La Concordia para unas Ferias de San Sebastián, y las fotos de ese momento aún se pueden ver en el antiguo “Bar Cacique” en la parte baja de La Ermita. Así mismo estuvo en nuestra ciudad el gran Miguel Aceves Mejías.


Miguel Aceves Mejías


Pedro Fernández

Por otro lado “Ecos del Torbes”, trajo en los años sesenta a Don Antonio Aguilar y su espectáculo de caballos, allí sonaron canciones como: “Caballo Prieto Azabache”, “Noches tenebrosas” y “Por el amor a mi madre”. Es más, cuentan que hasta el mismo Pedro Infante visito Capacho Viejo. Por su lado Luis Miguel en el año 1992 deleitó con unas rancheras y boleros al público sancristobalence.


Don Antonio Aguilar, el ídolo popular de San José de Bolívar

Y aún en los pueblos de montaña se observa y se siente ese fervor por lo Mexicano. De allí que no es extraño que Carlos David, el pequeño potrillo, lleve en sus venas sangre andina con recuerdos mexicanos. Por ello, consideró que Alejandro Fernández y Pepe Aguilar ya tienen un niño que promete mantener viva la tradición charra por muchos años más. Aplausos por Carlos David.


José Gregorio Romero Moreno y su hijo el pequeño potrillo "CARLOS DAVID".
Orgullo tachirense.
(Foto tomada del Facebook del artista.