Por: Elvidio Márquez Guerrero
José Antonio Pulido Zambrano
“Si Fernando Ortiz ha sido una de las figuras más representativas de la Cultura Cubana, José Antonio Pulido Zambrano es y será la figura más representativa de ese pueblo que Dios ubicó entre montañas y las riberas de los ríos, que se puede comparar con el lugar de la Calavera donde murió José Martí, tratando de dejar un ideario al pueblo cubano, ese pueblo es San José de Bolívar”, estas palabras las escribí el 22 de octubre del 2003 en La Habana Vieja, en la Bodega del Medio. Y este coterráneo mío, como lo es José Antonio, o Tony como le decimos sus mas allegados esta cumpliendo 28 años como escritor de historias. Desde que escribiera aquel cuento intitulado “El Fantasma”, Tony supo siempre que ese iba a ser su camino, y en esos laberintos de escritor, Tony anda.
José Antonio Pulido Zambrano, el hereje impenitente, nació el 10 de junio de 1975, él siempre ha estado impulsado por el fervor del conocer y explorar. Para él no existen las fronteras, y no acepta las limitaciones. Es un ser extraordinariamente inteligente y erudito, pero no es un especialista o genio de una sola disciplina. Lo de José Antonio es esa clase de inteligencia que siempre va en busca de los retos y las ideas peligrosas y encuentra nuevas conexiones entre ellas; pero, por encima de todo, también tiene el valor y la determinación de dar a conocer sus conclusiones en una era manchada por las persecuciones y la fe corrompida.
El tiempo dirá de José Antonio o le dará el concepto de: Filosofo, científico, erudito y místico. Sigue los pasos de García Márquez abriendo los senderos del conocimiento que después recorrerán otros rioboberos, arrojando la luz de la razón en una época de oscuridad en la historia local de nuestro pueblo. José Antonio, sediento de saber cuando imperaba la ignorancia en la historia de nuestro pueblo, puso en cuestión los dogmas de la Historia Oficial, que había prácticamente sacado de la historia a San José de Bolívar. Pero, sobre todo, lanzó una hipótesis que despertó la ira de muchos, pues empezó a estudiar la historia del pueblo partiendo de documentos familiares, y que el tiempo le ha dado la razón, pues una familia es un pueblo en cuestión.
