miércoles, 7 de julio de 2010

EL AÑO DE LA PESTE EN SAN JOSÉ DE BOLíVAR: 1921

*José Antonio Pulido Zambrano
Individuo de Numero de la Academia de Historia del Táchira

La abuela María Ysabel Zambrano Zambrano

Se iluminó el sol aquel 01 de enero de 1921, y los habitantes de nuestro pueblo San José de Bolívar daban gracias por aquel nuevo año, que para ellos iba a ser fecundo, sin saber que aquel año quedaría marcado para siempre en la mentalidad del Riobobero, aquel sería un año maldito. A los días se prepararía el día de Los Reyes, que es el 6 de enero, según las tradiciones de nuestros pueblos.
Pero aquel 06 de enero de 1921, el pueblo se levantó con la noticia de la muerte de Fabriciano Roa, sin saber que sería el primero que aquejó al pueblo por la peste que llegó para quedarse en el poblado. Ese año fueron extremos los casos de disentería, tifus, fiebre amarilla, tuberculosis, entre otros.
Ese año murieron cien rioboberos, de distintas edades, unos hermanos, otros padres, abuelos, niños, jóvenes, todo el pueblo se sumergió en un dolor profundo, para estos tiempos cien muertos no dice nada, pero para 1921, en un pueblito de los andes era una muerte estruendosa. El dolor de madres, padres, hermanos, abuelos, el pueblo todo lloró.
El bisabuelo José Froilan Zambrano y su esposa María de la Paz Zambrano sufrieron en demasía, año que los marcó con recuerdos de dolor, difíciles de olvidar. Perdieron tres hijos, todos con disentería, aún cuando los más viejos señalan que esa fue una peste que nadie conocía, y los pobladores le dieron el nombre de enfermedades que ya existían. 
El primero de los hijos fue un varón de nombre Rafael María de 8 añitos, era el consentido del bisabuelo Froilan, murió el 3 de mayo de 1921. El segundo de los hijos fue un niño llamado José Arcángel Zambrano, mi abuela me decía que era un niño muy hermoso, que parecía un ángel, tenía 7 años cuando se lo llevó la peste el 4 de mayo de 1921. Los padres de mi abuela vivían en un caserío llamado Los Osos, entre las aldeas de San Rafael y la Mesa de San Antonio. El tercero, de 3 años, de nombre José Anatolio, quién murió en la agonía el 7 de mayo de 1921, ese día el bisabuelo Froilan imaginó que todos sus hijos morirían, por ello con la bisabuela María y los hijos restantes, empezaron a rezar rosario tras rosario a la Virgen, verdad o leyenda, en aquella casa no murió más nadie decía la abuela.
La abuela decía que sus hermanitos se los había llevado el cólera, y que el amor de sus padres y la familia toda habían podido sobreponerse a ese golpe, la abuela decía que esos hermanos se querían mucho, sobre todo Rafael y Arcángel, que eran muy unidos, por eso cuando nació otro hijo lo pusieron Rafael Arcángel.
Mi abuela María Isabel señalaba que sus padres se habían amado hasta el día de la muerte, que José Froilan adoraba a María de la Paz, aún cuando tenía un defecto, era un adicto a los juegos de azar, por lo que su padre nunca se quedaba en un lugar fijo, vivió en Los Paujiles, en San José de Bolívar, en Queniquea y por último en La Florida, donde murió. 

Firma de Froilan Zambrano

Al morir el bisabuelo Froilan, la bisabuela María de la Paz, se devuelve al caserío Los Osos, donde le había quedado una casita. Al poco tiempo también muere la bisabuela María de la Paz, dejando a todos sus hijos huérfanos: Pedro, María Ysabel, Rafael, Flor e Ulises.

Tío Rafael Zambrano Zambrano

Contaba la abuela María Ysabel, que al morir sus padres ella tenía sólo nueve años y tuvo que terminar de criar a sus hermanos, trabajando en el campo, sembrando guineos, recogiendo café, cortando caña, siempre nos decía: “Por eso no aprendí a leer, la vida es dura, pero también da recompensas, aprendí a leer la vida que a veces es el libro más difícil de leer”.
Cada tarde cuando la abuela se reunía a contarnos sus cuentos de camino recordaba el año maldito de San José de Bolívar: 1921.