miércoles, 21 de julio de 2010

ARQUITECTOS, ESCULTORES Y PINTORES DE SAN JOSÉ DE BOLÍVAR

*José Antonio Pulido Xambrano
Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira

En la actualidad existen muchos y buenos museos en todo el mundo, en nuestro pueblo hace años en el Ateneo empezó a funcionar el Museo “Ramón de Jesús Pulido”, pero por cuestiones políticas el Ateneo fue cerrado, pues era mejor sembrar cemento, que sembrar cultura. Bueno de ahí el epíteto de “Alcalde Cemento” al burgomaestre del pueblo de aquellos años. Pero voy a plantear hoy el “museopueblo” ¡Si como leen! El pueblo como tal es un museo, sólo que debemos ordenar sus obras, ubicarlas, hablar de ellas, y hoy planteamos en estas palabras una revisión breve del arte riobobero en arquitectura, escultura y pintura riobobera.
El primer artista que aparece en el pueblo es el paujilero Atanasio Cárdenas, quién como fiel representante del arte religioso nos dejo esculturas para la posteridad como la imagen del patrono y el Cristo que esta en el altar de la iglesia del poblado.


Imagen del Patriarca San José
Archivo Diario Católico

La imagen del patriarca fue hecha de cedro, toda tallada de una sola pieza, y es la escultura religiosa más importante del municipio, se tiene datos que fue realizada en 1887, luego haría otras serie de esculturas religiosas como El Cristo que esta en el Altar Central, un San Isidro en Queniquea y un San Antonio en los pueblos del norte del Táchira. Se plantea que hizo otro San Antonio para Pregonero y que incluso viajó a Caracas e hizo una escultura de Antonio Leocadio Guzmán.


Don Miguel Francisconi

El segundo artista que aparece en el pueblo es el italiano Miguel Francisconi, quién usando la mampostería ayudó en la primera iglesia, de igual manera también hizo varias imágenes religiosas como: Una Santa Bárbara, una Virgen de los Dolores, un Cristo y el altar antiguo de la primera iglesia.
Luego aparece Domingo Pulido, quién como mayordomo de fábrica, cantero y maestro modeló el primer proyecto de arquitectura, al plasmar la primera iglesia del municipio.
Señala la tradición que su padre Ramón de Jesús Pulido le enseñó las artes de construcción de iglesias a sus hijos, por eso encontramos a José Joaquín Pulido en la construcción de la iglesia de Queniquea en 1808 y a José Gregorio Pulido en la construcción de la iglesia de San Pablo.


Esta iglesia fue hecha con un sentido de verticalidad y equilibrio, pilares fundamentales en que se sustenta el gran universo.
El arte que llega a San José de Bolívar en su época fundacional es netamente religioso, el pueblo se crea en esencia con Dios y para Dios, pues es un sacerdote quién arma en si el ajedrez para consolidar el pueblo, y lo primero que se piensa es en la iglesia. Aquellos primeros hombres construyeron casas de corte colonial, con grandes patios en el centro y sus grandes pasillos. Las imágenes religiosas hechas por Miguel Francisconi empiezan a verse en los altares de las casas y pequeñas estampitas españolas de vírgenes y santos. 


Cristo realizado por Miguel Francisconi

Este primer acercamiento al arte desde la escultura y la arquitectura son importantes, pues quienes hicieron este pueblo, en verdad usaban alpargatas pero tenían una basta cultura, se habla que nuestros antepasados leían la Biblia en grupo, incluso de personajes que degustaban el Quijote, pues había sido escrito en la mejor de las lenguas.
Los padres que sabían leer y escribir, por falta de maestro, enseñaban a sus hijos, esto ocurrió sobre todo en las familias asentadas en Los Paujiles, quizá por el acercamiento de esta aldea con La Grita.
No se sabe a ciencia cierta donde murió Atanasio Cárdenas, la leyenda comenta que murió en Bogota mientras realizaba un cuadro. Esto nos da una radiografía de este personaje, que era arquitecto, escultor y pintor, sin saber si cultivaba las letras, pero no debió estar lejos pues fue amigo de Emilio Constantino Guerrero.


Iglesia de San Pablo (hoy ya no existe) 

La iglesia de San Pablo fue construida por José Gregorio Pulido en 1895. 
En 1929, llega al pueblo un joven traído de manera especial de Tovar por Don Domingo Pulido, le había visto trabajar y según él, recogía la esencia del artista para arreglar la antigua iglesia. Este personaje era Don Nicolás Rosales quién desde la ebanistería impulso un nuevo tipo de arte en el gentilicio del Riobobero. Al caerse la antigua cúpula por un temblor, Nicolás llegó para continuar con la mampostería, construyo un santo sepulcro para resguardar al cristo después de ser bajado de la cruz. 


Don Nicolás Rosales

Este maestro de obras multiplicó sus saberes, labró la madera de las puertas de la iglesia de Bailadores y las de la iglesia de San José fueron hechas por él. Realizó un nicho y la antigua Pila Bautismal que hoy reposa en el olvido, en un jardín olvidado, en el Ancianato “El carpintero de la montaña”.
Don Nicolás también manejaba el arte del dibujo y del plano arquitectónico, hacía todo tipo de utensilio de madera que el mismo seleccionaba. Era un maestro de los árboles, sabía cuando se debía cortar una madera y cuando no, una de sus obras emblemáticas fue el Santo Sepulcro, digo fue, porque hoy no se sabe su paradero, lástima pues era una obra hermosísima. 


Dibujo de las puertas de la Iglesia de Bailadores realizadas por Don Nicolás


Dibujos realizados por Don Nicolás

Se puede observar en este trabajo copia de un plano original de una de las puertas que hizo Don Nicolás en la iglesia de Bailadores y detalles de los bordados que este artista riobobero, pues desde que se vino de Mérida adoptó a este como su pueblo y jamás quiso irse.


Se observa en estas fotos la minuciosidad de Don Nicolás ante los trabajos que abordaba como todo un profesional de su estilo, es por ello que siempre fue apreciado y querido por la gente de este pueblo.


De igual manera trabajó con los planos de las puertas de la iglesia, puertas que aún se mantienen en pie y son un testimonio vivo de sus palabras, que nos las escribía, sino las dejaba palpadas en la madera que el le daba forma y estilo, es por ello necesario reconocer que con Don Nicolás el pueblo se reinventó.
En los años 1970 aparece el pintor Iván Romero con cuadros muy coloridos y pintorescos del poblado, uno de ellos donde se pinta la antigua plaza de nuestro pueblo, con gente alegre en las calles, este es un cuadro pintado al óleo, hoy en propiedad de Isidro Chacón. 


Plaza Bolívar de San José de Bolívar con arboles
Autor Iván Romero

Así mismo aparece la joven pintora Josefa Zambrano de la aldea San Rafael, con la técnica del creyón sobre madera, uno de sus cuadros es el del “Liceo San José de Bolívar”. 


Liceo de San José de Bolívar en 1974 por Josefa Zambrano

A principio de los años ochenta irrumpe en la escena José Manuel Francisconi y sus murales en las calles del poblado, retratando la vida del campesino, estos murales estaban donde hoy esta la Alcaldía, pero que fueron borrados como tantas obras históricas de nuestra población. 


Arco Centenario por José Manuel Francisconi

Uno de los murales que aún se conservan de José Manuel Francisconi es el del Arco centenario, que esta en la entrada del poblado en la placita San José, allí quedó plasmado para la posteridad el pueblo de antaño, con la entrada antigua, aún se ve en esta pintura la casa de las Romero, entre otras. 


Mural Homenaje a los escritores

Son murales que la juventud ha ido retocando para que no se pierda ese testamento artístico de este joven escritor y pintor de nuestro pueblo. José Manuel es uno de los íconos de la juventud que compiló la cultura y el deporte en sus manos, hoy el polideportivo del pueblo lleva su nombre, y otros dos de sus murales se ven en la entrada al poblado, uno de ellos dedicado a Simón Bolívar y otro un homenaje a la literatura, un mural muy vanguardista que no fue entendido en su época.


Mural Bolivariano por José Manuel Francisconi

Al pueblo luego Nestor Melani Orozco realizaría una mural para la iglesia que fue borrado en la restauración que se le hizo. Sólo se salvo el mural de Enrique Ortega y Jesús Lista, sobre el bautismo de Jesús.


En el año 2001 mi persona incursionó en la Escuela de Artes de San Cristóbal, de la cual son obras mías “Señora de la noche” y “Centro del mundo número 11”, cuadros con la técnica de creyón y óleo.


Señora de la noche por José Antonio Pulido Zambrano

En los últimos tiempos un nombre irrumpe en el arte de la pintura, Marlene Labrador, joven riobobera quién desde la técnica del lienzo y el óleo deja obras históricas, un ejemplo de ella: “La entrada al pueblo”.


La entrada del pueblo por Marlene Labrador

Otros nombres de pintores y artesanos rioboberos son: Humberto Bonza, Julio Bonza, William Becerra, con cuadros alegóricos del poblado.
Por lo que se observa el arte riobobero se ha ido cultivando desde sus inicios, un arte nacido desde la experiencia y el color local ante todo, simbólico y abstracto, hasta cuadros cubistas, que realiza desde el anonimato el artista plástico Ricardo Mora, una faceta poco conocida de este escritor.
Sea de las futuras generaciones esta herencia cultural que nos viene desde esta tierra riobobera, con olor a café y panela.