lunes, 5 de julio de 2010

GERSON WUILI, EL AMIGO QUE MURIÓ DE DOLOR

*José Antonio Pulido Zambrano



De dolor también se muere... 
Una hora antes escuche su voz, pero la distancia, la soledad y el dolor se lo llevaron. Recuerdo que Pedro mi hermano comentaba : - “En plena feria y la cuadra de luto”. Y en ese instante nos avisaron de la muerte de Gerson Wuili. Minutos antes habíamos hablado con él sobre la muerte de Ramón García, el otro amigo que acabábamos de enterrar. Gerson estaba muy triste por la muerte de Ramón y el dolor, ese mismo dolor que mató a Jaime Molina se llevó a Gerson al otro mundo. Si aquella mañana del 17 de marzo fue fatal, había muerto mi amigo y hermano de la infancia.
No sé, si yo un triste mortal - apreciado lector - estaré a la altura de Gerson Wuili. Quizás cuando vi la novela Escalona, y el mejor amigo de Escalona, Jaime Molina moría de dolor, nadie creyó en eso, y señalaron que esos eran cuentos de García Márquez. Mi abuela María Isabel decía que los Azulejos se mueren de tristeza; eso le paso a mi buen amigo Gerson Wuili, como le llamábamos, pues su verdadero nombre fue Gerson Yoel Vivas Márquez. Y vuelvo a reiterar, estaré a la altura de Gerson; pues Gerson fue un hombre que entregó su amistad desinteresada al mundo. Yo, mientras escribía las aventuras de este Sancho riobobero, como le apodó otro amigo; pues yo soy alto, flaco, lector voraz y un tanto Quijote; Gerson por el contrario era bajo, gordo y un oyente de mis locuras, que sólo él y mi otro amigo Elvidio saben, locuras que se entrelazan con mi laberíntico mundo de escritor. Y, Gerson el amigo de la cuadra, el que compartió conmigo los primeros juguetes, el que amarró caballos de madera y amarró sueños. Gerson Wuili, el vaquero indomable, el hombre que aprendió a leer en la Normal Valencillos de noche. Gerson Wuili, el amigo que lloró cuando supo que yo le había incluido en mi novela Merengue 92. Gerson Wuili, el ser que me hizo reír en la ingenuidad de un amigo. Gerson Wuili, el amigo y hermano que murió de dolor. 


Los amigos de la cuadra entre ellos Gerson Wuili

La infancia lo marca a uno. Uno es quién es por la infancia y por sus amigos. Yo soy un soñador y escritor por un amigo: Gerson Wuili. En la cuadra cada domingo nos sentábamos a ver la programación de la televisión, y dos películas nos centraban la atención: El gran chaparral y Bonanza, dos clásicos de vaqueros. Y, cada tarde nos perdíamos en el lejano oeste, que no era tan lejano, pues había que subir una cuadra, pasar la hebra de alambre y adentrarnos en la finca de mi padrino Gilberto Roa y llegar hasta el famoso Alitral. Si, bien es cierto que por allí abundaban los piratas y la búsqueda de un tesoro escondido, fue las aventuras del lejano oeste lo que lleno de sueños y travesuras a los niños de la cuadra. 
Dos bandas nos rivalizábamos el mando de la cuadra: Los Wuilis y los Pablo Reyes. Y, Gerson y Tony Wuili se aventuraban en duelos de pistolas y, sobre nuestros caballos de madera liberamos al pueblo imaginario de “Purgatorio” de la familia Pablo reyes (Genry, Pedro y Nixón). Con el tiempo apareció en la cuadra el matón Héctor Puerco, o los hermanos Magin y Jairo Colt, o el alguacil Luís Orlando Gargamelo alias el “Ratón”. 
En memoria de Gerson Yoel Vivas Márquez que nació el cuatro de julio de 1974 y murió de dolor el diez y siete de marzo del 2006, van estos recuerdos de la niñez, un ser alegre, parrandero, jovial, incondicional, amigo, hermano, tantos son las palabras que le expresaría a mi hermano Gerson Wuili. Con él llegue al lejano oeste, un lugar inhóspito, lleno de caballos e indios, un lejano oeste, que estuvo a una cuadra de mi casa.